Capítulo 4

Un día después, Chase recibió una llamada de Graham.

"¿Sí?" preguntó, recogiendo la bandeja con medicamentos que tenía que entregar.

"Hola, dijiste que llamara cuando estuviera listo," su hermano habló rápido, su voz un poco agitada también. Frunció el ceño dejando la bandeja sobre la mesa. "Estoy... Estoy en mi auto ahora mismo. Llegaré tan pronto como pueda."

"Graham, ¿pasa algo?"

La línea permaneció en silencio por un momento, solo la respiración de su hermano podía escucharse. "Sí, sí. Estoy bien. Solo... llegaré pronto."

Antes de poder decir una palabra más, Graham colgó. Miró su teléfono por un momento, bastante confundido y un poco preocupado. Casi parecía como si su hermano estuviera llorando. Tuvo el impulso de marcarle y preguntarle, pero conocía a Graham y si había algo que sabía de él, era lo necio y orgulloso que podía llegar a ser. No contestaría, estaba seguro. Y por otra parte, podría interrogarlo cuando llegara a su casa.

Su casa por otra parte... Miró al reloj en su muñeca y corrió a dejar las medicinas antes de que fuera su hora de salida. Tenía que sacar a Eric de su casa y solo había un lugar en su cabeza a donde llevarlo.

Y también tenía que ir a revisar a Heath.

El oso no había mejorado en absoluto. Además de entrar y salir de la consciencia, no presentó síntomas de mejorar. Ryder estaba preocupado por la condición de Heath y había partido la noche anterior para conseguir respuestas. No dijo a donde, y ninguno de los chicos sabía con quién fue. La única cosa que había dicho fue que regresaría con respuestas. Quiso acompañarlo y encontrar qué pasaba con Heath, pero tenía su trabajo por un lado y cuidar personalmente de Heath por el otro. Y Eric y su hermano ahora también. Parecía que todo se había juntado apropósito.

Casi corrió de regreso a su casa cuando su turno terminó.

Eric estaba en el sofá viendo televisión, un tazón vacío sobre sus piernas y un grande y largo vaso de refresco sobre la mesita.

"Hola," el chico saludó alegremente.

Estaba más allá de un poco sorprendido con la rapidez en que había sanado. En una larga plática que tuvieron, Eric había explicado cosas que Heath no había hecho. Y todavía podía sentirse sonrojar al recordar toda la cruda explicación de Eric sobre el apareamiento, parejas y lo mucho que deseaba encontrar a su pareja y la mordida con la que soñaba. Se estremeció solo al imaginarse al ciervo en la situación.

Sacudió la cabeza antes de avanzar y sentarse a su lado en el sofá. "Mi hermano viene en camino," dijo sin rodeos. Eric lo miró con sus grandes y expresivos ojos. El chico parpadeó y lo miró fijamente. "Necesito que te vayas," murmuró suavemente.

Su corazón dio un vuelco cuando la expresión de Eric cayó. "P-Pero no tengo a donde ir." Sus ojos se pusieron brillantes y húmedos. Chase sacudió las manos. Eric se sentó con una expresión de preocupación.

"Primero: no te estoy echando, sé que no tienes a donde ir y es posible que los cazadores sigan en algún lugar." Suspiró. "Segundo: sé a donde puedes ir, pero necesito preguntar primero a los chicos. Y por último, creo que mi hermano no viene solo por una vista."

"De acuerdo," Eric susurró con la cabeza baja. Chase se sintió un poco mal de pronto. Eric en verdad no tenía a nadie a quien recurrir en estos momentos. Se sentía un poco protector sobre él y con la necesidad de cuidarlo. Era un buen chico, con bastante energía, pero bastante honesto y cariñoso. Se había dado cuenta de ello mientras conversaban. Sus ojos se llenaban de emoción cuando hablaba de encontrar a su pareja y también se oscurecían cuando hablaba de su familia. Poner el corazón en su mano era muy peligroso, cualquiera podría aprovecharse de eso. Por eso sabía que tenía que cuidarlo.

"Vayamos con Heath."

"¿La casa de tu pareja?" Sintió que su pecho se oprimía al escuchar la palabra pareja. Asintió, poniéndose de pie y caminando en dirección a su habitación. Eric lo siguió. "¿Él está bien?" preguntó deteniéndose bajo el marco de la puerta.

Lo miró una vez estuvo sentado en el borde de su cama. "Sigue sin mejorar. Despierta y vuelve a desmayarse." Se le cerró la garganta cuando imágenes de Heath temblando mientras dormía, cubierto de sudor y las veces que parecía estarse ahogando. Cambiaba a su forma de oso y luego regresaba a ser humano. No entendía nada, ni Logan, ni Ryder, ni Dominic sabían estaba sucediendo con él. Habían descartado la parte donde él terminaba embarazado porque eran ridículo pensar en eso. Ryder era el único que podía conseguir una respuesta ahora y ninguno sabía a dónde se fue. Sacudió la cabeza y comenzó a empacar algo de ropa en una maleta. "Esto es tuyo," dijo una vez terminó de empacar lo que creyó necesario. Le entregó la maleta a Eric. "No tienes ropa, así que puedes llevarte la mía." De todas formas, eso era lo que había estado usando, también zapatos suyos.

"Necesito conseguir un trabajo," Eric murmuró sosteniendo la maleta.

"Puedes pensar en ello después. Ahora fuera." Lo empujó afuera de su habitación antes de ir a ducharse y cambiarse de ropa. Le había enviado un mensaje a Logan cuando salió de la clínica para que pasara por él a su casa y el oso debía estar llegando en cualquier momento. Eric ya estaba listo cuando volvió a salir y justo cuando golpearon la puerta.

Logan miró hacia él antes de inclinarse y ver a Eric. Entrecerró los ojos mientras tomaba respiraciones profundas. "¿Y él quién es?" preguntó, sin apartar la mirada de Eric.

Se hizo a un lado y asintió. "Un amigo, y necesita un lugar donde quedarse. Pensé que tal vez..."

Logan no lo dejó continuar; se rió con fuerza. "Dominic disfrutará esto."

"Es un oso," Eric susurró a su lado. Por un momento estaba en blanco con la diversión de Logan y la mirada de desconfianza en los ojos de Eric, luego cayó en cuenta de que eran un ciervo y un oso. La diferencia entre ambas especies debía ser divertida para Logan.

"¿Eso es un sí?"

Los anchos hombros de Logan se movieron bajo su chaqueta negra de cuero. "Seguro. Puede tomar la habitación de Ryder mientras no está." Les dio una sonrisa que decía que todo le parecía gracioso. Tenía que admitir que era una hermosa vista, con el cabello negro corto con un pequeño tupé, ojos azules traviesos y una sonrisa con hoyuelos. Rodó los ojos para sí, empujando a los dos afuera de su casa. Tal vez tenía pareja, pero no estaba ciego. Se recordó que antes de conocer a Heath en específico, él ya los consideraba calientes.

"Creo que iré en el asiento trasero," Eric dijo a nadie en particular. Todavía miraba a Logan agudamente.

Logan le dio una sonrisa, que para su sorpresa, hizo que sus gruesos colmillos se mostraran. Eric abrió los ojos como platos, sus manos aferrándose a la puerta. "No puedo esperar a ver la reacción de Dom." Se rió nuevamente antes de saltar dentro de la camioneta, haciéndola mecerse con su peso.

Los ojos del ciervo luego se centraron en él. "¿A qué casa de locos me llevas?"

Sonrió, intentando ocultar su risa. "No están locos, a Logan solo le gusta jugar," murmuró mirando al oso a través de la ventana.

El hombre asintió. "Vamos, enano. Estaba intentando hacerte sentir cómodo." Ambos subieron, mientras Logan hablaba. "Y si crees que yo soy molesto, espera a ver a Dom."

"¿Quién es Dom?"

"Mi mejor amigo, y el payaso de la casa." 

Mientras ellos conversaban, Chase contestó los mensajes de Graham. Su hermano estaría llegando en unas horas, si continuaba sin detenerse. Eso le daría un tiempo para pasar con Heath, ayudar a Eric a acomodarse y tal vez descansar un poco para su turno la mañana siguiente. Suspiró, cerró los ojos recostando la cabeza contra la ventana, apenas escuchando lo que Logan decía.

"Suena a que tu alfa es un imbécil."

Logan rió. "Te reto a decirle eso frente a frente. Dios, te pagaré si lo haces."

"Logan," murmulló. Se frotó la frente. "No lo hagas. Te romperá a la mitad con una de sus manos."

"Hazlo," el oso insistió. Sacudió la cabeza, mirándolo con una ceja levantada. "Aw, vamos. Ryder no le haría nada... creo."

Eric bufó en la parte de atrás. "No soy tan tonto como para enfrentarme a un oso alfa."

"Un hombre inteligente," Logan asintió con una mirada firme, atento al camino. "Aun así me encantaría ver eso." Hizo un puchero.

"Estoy seguro que puedes convencer a Dominic de hacerlo," Eric dijo.

Esta vez fue él quien se rió. Imaginarse a esos tres en un cuarto cerrado causaría un caos, probablemente. A este punto no tenía la menor duda que Ryder iba a tener un rato difícil, y muchos dolores de cabeza.

Logan se encargó de la maleta mientras él llevaba a Eric dentro de la casa. El pequeño ciervo miraba el lugar asombrado, con sus grandes ojos brillando. No había querido insistir en saber qué pasó con su familia, sabiendo lo doloroso que puede ser recordar cosas del pasado. Lo dejaría tomar la iniciativa cuando estuviera listo.

No había señales de Dominic, y había mucho silencio. Logan se llevó a Eric diciendo que le daría un pequeño recorrido. Chase se fue directo a la habitación de Heath, su corazón casi saliendo de su pecho cuando no lo encontró. ¿Los cazadores lo habían encontrado otra vez? Estaba sin aliento, parado en medio de la habitación, con el pánico en la boca. Escuchó una maldición, y luego un golpe que provenían del baño dentro de la habitación.

Abrió la puerta lentamente, observando, antes de suspirar y adentrarse.

Dominic miró hacia atrás rápidamente desde donde estaba. "Tú. Perfecto. Ven aquí." El gran hombre tenía una leve sombra de rojo sobre sus mejillas, y evitaba verle a los ojos. Tenía a Heath sostenido por las axilas, cuando se acercó. Heath estaba en ropa interior y tenía los ojos ligeramente abiertos. "Despertó hace una hora en su forma de oso," Dom explicó, tirando de Heath hasta una posición sentada en el inodoro. Suspiró, poniéndose las manos sobre la cadera. "Cuando cambió dijo que quería tomar una ducha. Después intenté ayudarle a vestir, pero..." solo señaló la pila de ropa sobre el lavamanos. "Bien." Levantó las manos y se dio la vuelta, saliendo del baño. "Todo tuyo."

"Gracias," murmuró.

"Chase," Heath susurró, su voz era ronca y dura. Parpadeó rápidamente, antes de reclinarse y mirarlo.

Sonrió, apartándole el cabello de la frente. "Hey, ¿qué tal hoy?" Tocó su frente, y mejillas. "No tienes fiebre, y tu piel tiene más color."

"Me siento mejor," carraspeó y tosió un poco. "Pero mi garganta duele."

"Es normal, después de no hablar por un par de días." Se inclinó un poco, no pudiendo contener las ganas de tocarlo. Tenía toda esa piel y músculos expuestos, con una sonrisa socarrona en sus labios. Además, olía a jabón, por no decir de lo sexy que se veía con el rastrojo de barba en su mandíbula. "Pareces curado."

Heath rió suavemente, su mano deslizándose encima de la pierna de Chase, muy lentamente metiéndose en la parte interna de sus muslos. "Solo por aquí." Tomó con su mano la de Chase y la arrastró hasta el bulto formado dentro de sus boxers blancos. "Sí, duele, enfermero. Ayúdeme, por favor." Con ese brillo en sus ojos, Chase tuvo un momento bastante difícil para ser racional y recordarse que Heath no podía exigirse mucho en su estado.

"Apenas estás comenzando a recuperarte," susurra, cerca de su oído, aunque su mano se deslizó entre el muslo y el bóxer tanteándolo, sintiendo el calor y dureza. Movió su mano, sin prisas, lento y duro, apretando su puño alrededor de la cabeza hinchada y húmeda. Heath dejó caer la cabeza hacia atrás, sus labios entreabiertos dejando escapar un suspiro cortado. La mano que tenía sobre el muslo de Chase, se metió dentro de su camiseta, rozando su piel con la palma abierta. Miró hacia abajo, no aguantándose la necesidad de quitarle la ropa interior.

"Se siente tan bien." Heath se lamió los labios y miró hacia abajo, su piel suavemente sonrojada y sus músculos apretándose deliciosamente para sus ojos. Él levantó las caderas para ayudar a sacar los bóxers.

"M****a," jadeó, mirando el pene duro, chorreando pre semen de la punta. Era grueso, venoso, y aun así suave al tacto. Su boca se hizo agua, queriendo probarlo más que respirar en ese momento. Su propio pene latió dentro de sus pantalones. Miró a Heath, jadeando mientras lo envolvía en su puño y tiró de él, viendo la expresión rota en la cara del oso. "Heath," se oyó decir, sin aliento.

Los ojos de Heath ardían cuando dejó escapar un gruñido, sus colmillos mostrándose entre sus labios... y eso no debió ponerle más duro. Lo masturbó más rápido, sus ojos yendo del rostro de Heath a su pene rojo y caliente. Estaba dividido entre darle una mamada o montarlo. Joder, quería tenerlo dentro de sí tan mal que gimió solo al pensarlo.

Fue jalado bruscamente a los labios de Heath, la lengua del hombre introduciéndose en su boca, profundo, sucio, húmedo, tan caliente... Sus labios fueron mordidos y chupados, con una mano firme sosteniéndolo por la nuca, no dejándolo apartarse. Sintió el borde de los colmillos en su labio inferior, y gimió, su sangre corriendo caliente en sus venas, su corazón latiendo con fuerza. Quería sentir la mordida y esos colmillos gruesos raspando su pecho. Estaba demasiado entusiasmado con la idea, lo quería, lo quería tanto.

Tenía los ojos cerrados, dejando a Heath tomar su boca hasta hacerlo sentir mareado. Lo escuchó gruñir, y sintió la vibración en su boca, los colmillos morder suavemente su labio y luego el calor en su mano, húmedo y espeso. Parpadeó lentamente, un poco perdido, volviendo a la realidad. Miró hacia abajo, jadeando al mirar el semen espeso cubrir su mano. El cabello rubio oscuro de Heath revuelto en su frente, y la expresión saciada en sus verdes ojos.

Perdido en su mirada, Chase levantó su mano, la extraña necesidad de probar a Heath le estaba poniendo la piel caliente. Su pene estaba tan duro que si se tocaba explotaría. Se mordió el labio inferior antes de lamer su palma. La boca abierta de Heath lo hizo valer la pena, también amaba el sabor, fuerte, explotando en su lengua.

"Joder, Chase," Heath gimió, con sus ojos fijos en él antes de arrastrarlo y besarle. Chase abrió la boca y lo dejó chupar su lengua, morderle los labios y besarle suavemente. "Eres perfecto," murmuró contra sus labios. "¿Estás duro?"

Asintió lentamente, al parecer sin poder encontrar las palabras. Heath abrió el botón de sus pantalones, apretando su pene en un puño, masturbandolo rápidamente, haciéndolo correrse en un breve momento. Sintió un beso en la cima de su cabeza, mientras descansaba la cabeza en el hombro de Heath, respirando rápidamente.

"Al parecer tengo algo por tus colmillos," dijo antes de reírse nerviosamente.

"Eso es... agradable." Levantó la cabeza para mirarlo. Heath sonreía de lado. "Porque pasaré mucho tiempo explorando cuán sensible puedes volverte a ellos."

"Tonto."

Juntos terminaron dentro de la ducha. Fue bastante íntimo y romántico. Los dos acariciando el cuerpo del otro con suavidad, no había necesidad de nada más, seguían saciados, y Heath no estaba completamente curado de lo que sea que tuviera. Así que solo se dedicaron a limpiar al otro, con suavidad y tal vez muchos besos. Heath incluso se ofreció a lavar su cabello, lo que fue tan relajante que lo próximo que quería hacer era meterse a la cama y descansar por horas junto al calor del cuerpo del oso.

Le ayudó a vestirse, y también lo hizo él antes de salir del baño. Lo dejó poner el brazo sobre sus hombros y caminaron lentamente, sin prisas hasta llegar a la cocina.

Eric estaba sentado, comiendo un emparedado de mantequilla de maní mientras Logan y Dominic le hacían preguntas. El ciervo se veía bastante cómodo, a decir verdad y a diferencia de lo que pensó. Y los dos osos lo veían con curiosidad. Le hizo preguntarse si ellos habían pasado tiempo con otros shifters, o solo pasaron tiempo entre sí.

"Heath, éste es Eric." Señaló al ciervo. "Eric, él es Heath, mi pareja."

"Es bueno ver que estás mejor," Heath dijo.

"Digo lo mismo," Eric sonrió a él. "Chase me habló de ti."

Heath lo miró y sonrió. Luego se giró hacia los demás con un ceño fruncido. "¿En dónde está Ryder?"

"No sabemos," Dominic contestó. "Su celular está apagado."

"Se fue anoche. Y sea donde sea en que esté, no quiere que lo sepamos." Logan suspiró, pasándose una mano por la cara. "Solo hay un lugar en el que pienso que podría estar..."

"¿Crees que fue allí?" Heath preguntó.

Chase miró entre ellos. "¿A dónde?"

"Con su familia," Dom murmuró con vista fija en la mesa.

¿Familia? No tenía idea de por qué pensó que Ryder no tenía familia, pero el oso se veía tan imponente y fuerte que la idea de pensar en ello... jamás pasó por su cabeza.

"¿Y por qué no querría que sepan que está allá?"

Heath sacudió la cabeza. "Jamás dice nada sobre ellos. Lo único que sabemos es que ellos lo echaron."

"Nunca regresó, nunca dio una explicación, así que tampoco tenemos idea de dónde están," Logan continuó.

Antes de poder preguntar algo más, sintió su celular vibrar dentro de su pantalón. Era Graham. Maldijo entre dientes, se había olvidado por completo de él.

"Chase, estoy en el estacionamiento de..." Se detuvo un momento. "Midnight Pleasure, un restaurante al parecer."

"Te envío la dirección en un momento."

Su hermano terminó la llamada y él se apresuró a enviar la dirección de su casa. Se giró cuando sintió un toque sobre su codo. Heath lo miraba confundido. "¿Qué sucede?"

"Tengo que irme. Mi hermano acaba de llegar al pueblo," dijo. Suspiró pasándose una mano por el cabello antes de mirarlo. Sonrió suavemente. "Me alegra verte parado por ti mismo. Tu piel está normal, tus ojos ya no son dorados tampoco." Deslizó los brazos alrededor de la cintura del oso y lo abrazó con fuerza, respirando el aroma sobre la camiseta. "Estoy feliz.”

"También yo," murmuró Heath sobre su cabeza, sus brazos le rodearon el cuello. "Gracias por estar a mi lado, Chase." Le dio un beso en la frente y olió su cabello.

"Volveré tan pronto como pueda." Quería enterrarse en el ancho pecho de Heath y dormir por siempre, pero tenía que regresar. "Come algo, por favor. Y bebe montones de agua."

"Lo haré." Se separaron un poco, todavía sosteniendo al otro. "Promete que descansarás un poco." El oso le dio una mirada seria.

Rodó los ojos. "Lo haré."

"Te llevo," Logan dijo detrás de ellos, meciendo las llaves en su mano.

Eric le sonrió y levantó el pulgar desde donde estaba. El pequeño ciervo estaría bien aquí. Pero aun así... "Cuida de Eric, por favor. No estoy seguro de que ellos dos hagan un buen trabajo."

Heath asintió. "Me encargaré de que ninguno lo moleste."

Se impulsó en la punta de sus pies y lo besó. Heath sostuvo su rostro y le dio un largo y profundo beso que lo dejó viendo estrellas. "No estás haciendo me que vaya más fácil," se quejó, frotando la mejilla en la mano de Heath.

Heath lo empujó hacia afuera de la casa, sosteniendo sus caderas, su boca cerca de su oído. "Juro que la próxima vez estaré en mejores condiciones y podremos probar cuánto te gustan mis colmillos." Se estremeció al sentir el roce suave sobre su nuca. "Y te marcaré, justo aquí." Presionó sus colmillos entre el hombro y cuello, haciéndolo jadear. Luego le dio un suave beso. "Te enviaré un mensaje."

Logan pasó al lado de ambos bufando.

Subieron a la camioneta y regresaron al centro del pueblo en silencio. Logan cantaba suavemente la canción country y él estaba sumido en sus pensamientos. Vio el sedán Audi de su hermano desde lejos, con ese color plata ridículamente brillante. Escuchó al oso silbar a su lado. "Tu hermano tiene buen gusto," dijo.

Pensó que Logan se iría de inmediato, pero él de hecho bajó de la camioneta también.

No era temprano, ya la noche estaba comenzando a llegar y las lámparas de la calle estaban encendidas. Graham bajó del auto, y como cada vez, Chase suspiró sabiendo que él era el menos guapo de la familia. Sus hermanos, aparte de ser inteligentes, eran tan guapos como modelos de revista, con sus ojos azules afilados y cabello negro, como él, y eran más altos. Elegantes y bien vestidos, ni un mechón de cabello fuera de lugar.

"Chase," dijo su hermano caminando hacia él para darle un largo abrazo. Lo envolvió y suspiró. Ellos tal vez no eran muy cercanos, pero seguía siendo su hermano mayor. Luego sintió cómo él se tensó. "¿Quién es ese tipo? Parece peligroso."

Se separó y le dio un golpe en el hombro. "No juzgues. Él es un amigo."

"Se ve bastante intimidante."

"No tienes ni idea..." murmuró, girándose hacia su casa. Se giró hacia Logan antes de abrir la puerta. "Muchas gracias. Si pasa algo, pueden enviarme un mensaje."

Él asintió. "Lo haremos."

"No sabía que este pueblo tiene seguridad," Graham dijo.

Logan y él se giraron a la dirección que Graham señaló.

"No tenemos," contestó frunciendo el ceño mientras veía a los hombres vestidos de negro, altos e intimidantes como la m****a, se veían como asesinos, no como seguridad. Tenían ojos duros mirando alrededor, y tenían pistolas en sus cinturones. "¿Quiénes son?" preguntó a Logan.

"No tengo idea." El oso los miraba fijamente, con la mandíbula apretada y la misma mirada desconfiada que él tenía. Cuando los hombres miraron en su dirección, dijeron algo entre ellos y continuaron su camino. "Pero no me gusta esto."

"¿Qué está pasando?" su hermano preguntó detrás de él.

Logan le dio una mirada que dijo que no podía decir nada. "Ha habido caza ilegal. Solo problemas," le dijo. Graham asintió, creyéndolo aparentemente.

"Cierra todas las ventanas y pon seguro a las puertas. No me dan buena espina."

Logan se quedó un momento más, mirando alrededor antes de irse, diciendo que tenía que poner a Heath al tanto de todo.

Cerró todo mientras dejaba a Graham instalarse, recogiendo el desastre que Eric dejó también.

Una vez ambos terminaron en el sofá, se giró hacia su hermano.

"Bien, ¿qué sucedió?

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