Sentado en su oficina, Timoteo observa con una sonrisa complacida la entrevista que Avilés está dando, ver el rostro mojado por las lagrimas del hombre que refleja una amarga angustia que incluso a él llega a conmoverlo un poco. Sin duda, está dando la imagen que esperaba, incluso en este momento ya ha de ser tendencia en las redes, y no pasara mucho para que se hagan escuchar con protestas en la calle.
—Con esto te mantendremos distraído para que no hagas otra jugada, tendrás que encargarte de lidiar con la presión de esto —murmura el empresario que si bien sabe que se está metiendo en una batalla peligrosa, no está dispuesto a echarse atrás.—¿Hola? ¿Puedo? —pregunta Julieta asomándose tímidamente, aun teniendo ciertas dudas sobre si debería haber ido hasta allí.—Claro, cariño, pasa. No es—Sé que puede sonar algo cliché, pero debes pensar que él ahora se encuentra mejor, sin problemas ni preocupaciones, gozando de la paz y el silencio —comenta Fernando sentado junto a su sobrino en la parte trasera del vehículo que los traslada hacia el hogar de su hermano en donde están velando el cuerpo.—Supongo que es algo que a él le agradaría, siempre ha dicho que había buscando esa casa apartada del ajetreo de la ciudad para poder disfrutar de la tranquilidad y silencio, si dependía de él quería que lo enterráramos en el patio de la casa —murmura Timoteo mirando a través de la ventanilla sin poder evitar sentir un nudo en la garganta.—La verdad es que siempre fue algo reacio a estar en lugares con demasiada gente o demasiados ruidoso, tenía una personalidad algo solitaria, si bien al momento de tratar un negocio parecí
Julieta se detiene frente a la vidriera de una tienda de artículos de bebé, contemplando con una dulce sonrisa los pequeños conjuntitos de varios colores. Por instinto se lleva la mano a su vientre imaginando el momento en el que tenga a esa pequeña criatura entre sus brazos, segura de que en ese momento se sentirá la persona mas feliz del mundo, incluso a pesar de las dudas y los inconvenientes que está pasando.—¿Qué serás, cariño? —murmura la modelo paseando la mirada entre un conjunto rosa y uno celeste, la verdad es que no se inclina hacia ninguna de las dos opciones, ha oído que los niños resultan más sencillo, pero la idea de tener una princesa resulta muy tentadora también.—¿Ya eligiendo ropa para el bebé? ¡No te atrevas a comprar algo hasta que yo te haga el primer regalo! Es mi debe como madrina —protesta M
—Cariño, comer un poco, ha sido un día largo y no te he visto probar ni un solo bocado en todo el día —reclama Rebeca mirando a su hijo que aun tiene el plato de ensalada y una feta de jamón tal y como se lo han servido. —No tengo apetito, aún tengo el estomago cerrado —murmura Timoteo sin mucho animo mirando a los otros presentes sentados en a la mesa, los cuales ninguno parece haber comido demasiado. —Sé que todos aun estamos superando esto, pero que luego te desmayes por no estar alimentándote como es debido no ayudará en nada —plantea la mujer que si bien comprende su dolor, no justifica que se mantenga sin comer. —Danos algo de tiempo, mamá. Para mañana seguramente comenzaremos a comer un poco, la verdad que en este momento no deseo más que ir a acostarme —intercede una hermosa muchacha de cabello castaño debajo de cuyos ojos se marcan las ojeras que siquiera el maquillaje ha sido capaz de cubrir. —Está bien, pueden levantarse de
—Así que vienes a la empresa, y ni siquiera pasas a saludar a tu amigo por su oficina, no me digas que tu esposa ya te ha dominado y no quiere que estés cerca de mí —protesta Daniel entrando en la oficina de su amigo con una expresión de molestia.—No quería molestarte, supongo que habrás estado muy ocupado durante mi ausencia —responde Ariel echándose hacia atrás en su sillón para prepararse para esa charla que seguramente será larga y tendida.—Por tu piel veo que has estado bastante bajo el sol, me preguntó si fue tratando de escapar de tu esposa o paseando junto a ella —murmura el amigo tomando asiento frente a su compañero con una mirada interrogante ya que no ha tenido noticias de él.—Me fui de luna de miel, así que no debería ser una sorpresa que me la haya pasado junto a mi esposa, ¿N
Carolina entra en el apartamento de Ariel llevando unas bolsas de compras, aunque claro que ahora es su apartamento, o por el momento al menos. Ya que considera que deberían comenzar a buscar un lugar más apropiado a su status, pero por ahora tratará de soportarlo, no quiere comenzar con los cambios bruscos de golpe, sino que lo hará mediante un proceso gradual. Sobre todo siendo que su esposo la ha recibido tan amorosamente, algo que sin ninguna duda no esperaba que fuese a suceder, o al menos no en el inicio.—¿Cariño? ¿Ya estás en casa? Pasé por el restaurante chino y traje cerdo agridulce, sé que te va a encantar —anuncia la mujer agudizando el oído para ver si recibe respuesta.—Sí, llegué hace un rato —responde el empresario sentado en el sillón de la sala con un vaso de whisky en la mano.—Oh, ¿Un t
Fernando lee con los labios fruncidos los artículos que hacen eco de la ultima entrevista de Avilés, lo cual no solo ha reavivado la imagen negativa de los Steinberg, sino que ha movido a alguna ONG y movimientos ambientales a comenzar marchas en contra suya, incluso hasta llega a hablarse de la intervención de la UNICEF ya que se ha el Fiscal ha denunciado que su propia hija fue victima de la contaminación. A ese paso las cosas se van a salir de su control, como una bola de nieve que solo seguirá creciendo hasta derribarlo por completo, sobre todo ante la aparición de entes tan poderosos que serán capaces de desenterrar la verdad incluso a pesar de su intenta de cubrirla bajo cenizas. —¡Supongo que estarás leyendo las noticias, no debe ser raro para ti que tu nombre aparezca en varias portadas, solo que esta vez no es para besarte los pies! —exclama Álvarez, el candidato a gobernador entrando en la oficina con tanta confianza como si fuese la suya propia. —Q
Julieta esboza una media sonrisa al sentir el aroma del pollo a la mostaza que tiene al horno, junto con las papas a la provenzal que está preparando para brindarle una cena digna a Timoteo. Sabe que él está acostumbrado a cenar en los mejores restaurantes, pero espera que sea capaz de disfrutar de esa comida a la que ella le ha dedicado tanto empeño. Brindar una buena comida antes de dar una noticia no muy agradable es algo que ha aprendido de su madre, ella siempre ha sostenido que todo suena mucho menos grave cuando se tiene el estomago lleno, y espera que tenga razón. —Aunque ella nunca tuvo que usar esa estrategia para tener que decirle a papá que estaba embarazada de otro hombre —murmura la modelo nerviosamente mientras pica el ajo y el perejil. El sonido del timbre resonando en el apartamento logran que la mujer sienta que su corazón se detenga por un segundo, siente tanto nerviosismo que hasta desea fingir que no se encuentra, dejar eso para otro mome
—Así que vas a ser padre, pero no por parte de tu esposa, sino de Julieta, es decir de la mujer a la que verdaderamente amas. Dios mío, amigo, o alguien allí arriba se divierte complicándote o la vida, o simplemente es una señal de que al dar ese Sí en esa boda te equivocaste olímpicamente —exclama Daniel con un tono de voz burlón caminando junto a su amigo por el shopping, en busca de quién sabe qué. —Siempre es todo un gusto ser capaz de robarte sonrisas, lo único que sé es que tengo a Julieta embarazada, una esposa histérica, a los medios que Dios sabe que idioteces van a inventar, y eso que aún mi padre por alguna razón no se ha aparecido con su discurso de cuidar la imagen de la familia —protesta Ariel deteniéndose frente a una tienda de artículos de bebes. —No seas tan aguafiestas, hasta podrías vender tu historia de vida para una telenovela. Pero ya en serio, en parte me alegra que esto haya sucedido, porque quiere decir que Julieta aún seguirá siendo