Charlaron sobre Bernardo y se pusieron de acuerdo en proteger a Facundo.Ambos, por distintas razones, apreciaban muchísimo al muchacho.Peter lo consideraba un sobrino, era amigo de sus hijos y lo vio crecer.Lorenzo lo respetaba, por sus agallas, su honestidad y porque era el hijo de la mujer que amaba, por eso y por su forma de ser, le tomó mucho cariño, amén de que pensaba que se iba a convertir en su hijastro, porque el ingeniero daba por descontado que la bella bailarina iba a terminar en sus brazos, como su esposa.Finalmente y luego de haber aclarado todos los temas, se despidieron, aunque Peter supo guardar los secretos que no debían ser contados, al menos por él.Pero se quedó bastante tranquilo, porque se dio cuenta de que Lorenzo amaba realmente a la viuda de su gran amigo Paolo.Lorenzo se dio cuenta de que Peter evitó decirle de qué embajada estaba a cargo Julián Espejo, pero eso era fácil de averiguar.Se lo podría preguntar a Facu o fijarse en algún boletín oficial.Se
Lorenzo hacía bastante tiempo que había entrado, iba a saludar cuando se dio cuenta que Facundo estaba hablando con su madre.No escuchaba lo que decía ella, pero había partes de la conversación, que las adivinaba.No sabía cómo sentirse cuando Facundo nombraba a su padre con tanta admiración y tanto cariño, sin duda Paolo había sido un gran hombre y eso, en parte, le molestaba, es que él quería ocupar su lugar en el corazón de la viuda.Ella lo seguía llorando y nombrando, pese a que con él vivió llantas horas de amor desenfrenado, y hasta pensaron en formar una familia.Recordó que Edith nunca le dijo que había tenido su regla, pero si se fue a Europa y hasta firmó un contrato para estar allí, quién sabe cuánto tiempo, eso quería decir que él no había podido sembrar la semilla del amor en su vientre.Eso también lo puso mal.Lorenzo siguió escuchando callado, sabía que Facundo no se había dado cuenta de su presencia y también escuchó claramente como el muchacho le preguntaba si se
Por la mañana, muy temprano, la señora de limpieza abrió la puerta de la oficina y vio a Lorenzo, recostado en el sillón, con su ropa arrugada, y hasta parecía mojada…Él estaba dormido.El olor que dominaba en esa oficina era difícil de descifrar, porque se mezclaba el alcohol, el tabaco y la mujer no quiso averiguar si también olía a orina.Cerró la puerta con mucho cuidado y mucho miedo de haber sido descubierta.-¿Qué sucede Anita? Tenés que limpiar la oficina del jefe antes de que llegue, que en estos días pasa mucho tiempo acá ¡Está insufrible!Dijo con voz normal.Anita le hizo un gesto, para que se calle la boca.-¿Qué sucede?-¡Él está ahí!-Imposible, no lo vi llegar.Dijo la secretaria mirando la hora en su celular, con miedo de haber visto mal la hora y haber llegado tarde, lo que le faltaba, ya se estaba imaginando los gritos de su jefe.Se paró, pensando si convenía golpear la puerta por si necesitaba algo, o esperar que la llame.-Está adentro.Dijo la pobre mujer, casi
Finalmente, Lorenzo se secó, y se vistió como correspondía y él mismo se ocupó de poner su ropa sucia dentro de una bolsa de basura, para que nadie sepa que había perdido la conciencia hasta no controlar su vejiga.Pudo haber sido peor, pensó por un segundo.Su malestar no cedió del todo y su razón no podía entender por qué Edith no estaba en sus brazos.A él no le importó que ella se desnudara noche a noche y que cientos de hombres desearan su cuerpo.Aunque eso no era cierto, porque desde un primer momento, él se sintió incómodo con ese tema y a medida que fue creciendo lo que sentía por la bella stripper, le costaba más ver el espectáculo que ella brindaba y el dolor se apoderaba de él cada noche con más profundidad.Claro que ella pensaba que para Lorenzo había sido un juego o un capricho.Ambos estaban enamorados, desesperados por el otro y los dos en soledad.Claro que Edith parecía más fuerte y más entera que el mismo Lorenzo, pero estaba tan acostumbrada a disimular su dolor q
El empleado del portal de internet, no entendió por qué el productor estaba tan pálido, es que Franco Arjón, sabía perfectamente que esa noticia era falsa, y él había cobrado un dinero extra, eso que muchos llaman coima, para publicar eso.Lo hubiese hecho hasta gratis, ya que el hombre que le brindó esa información, lo amenazó de muerte, todo eso le resultó muy raro, porque el dinero depositado en su cuenta, vino de una cuenta bancaria a nombre de una mujer.Cuando investigó, se quedó un poco más tranquilo, porque el nombre de la cuenta en dónde provenía el dinero, era el de la novia que supuestamente se iba a casar, sólo que según sus contactos, esa pareja estaba rota, ese compromiso no existía, pero él aceptó el dinero, pensando que la novia quería quería presionar al ex novio, en realidad, entre la amenaza del hombre y ese dinero extra, no le importó mucho más.Ahora que surgían nuevas amenazas, no de muerte, sino de una demanda al portal, y de parte del hombre involucrado, Franco
Lorenzo llegó a la clínica en donde se hallaba internada Majo, quería preguntarle cómo se atrevía a seguir viendo a Bernardo, cuando ya se le había advertido que era un asesino.También quería enterarse si ella sabía de algún plan que lo pudiera comprometer aún más.Al llegar, se encontró con varias sorpresas, estaba la policía, aunque eso era sabido, también estaba Oscar Yuri, con varios jefes de la alta esfera, sin dudas era un caso rimbombante.También había algunos medios, que se abalanzaron sobre Lorenzo en cuanto llegó.-Los estoy demandando por difundir noticias falsas.-Eso es infundado, por algo está acá.-Es una cuestión de humanidad.-A nosotros nos llegó un mensaje, diciendo que usted vendría corriendo por su prometida.-¡Ella no es mi prometida!En ese instante apareció, no se supo de donde, la madre de Majo.-¿Cómo te atrevés a decir que no es tu prometida? ¡Salió en todos lados!Pretendió darle un cachetazo, pero un oficial se interpuso.-Señora, yo no tengo una relaci
Orlando estaba preocupado por toda la situación y eso incluía a su hija, que al parecer no iba a dejar tranquilo a Facundo.Entendía que su ímpetu adolescente era el que primaba.Por otro lado, y aunque sabía lo apasionado que era Lorenzo, tenía miedo de que él se enfrente, si tenía la oportunidad, con Bernardo y sin medir las consecuencias, porque lo lógico era que el asesino se centrara en su rival y en este momento, se suponía, que era su socio.-Facundo, es necesario, y espero que entiendas que las consecuencias pueden ser catastróficas, y en cuanto a vos, Lorenzo, espero que te comportes a la altura de las circunstancias.Lorenzo asintió con la cabeza.-Quedate a dormir acá esta noche.Le propuso Orlando a su socio, le pareció lógico que no se esté trasladando.-Sos el blanco de Bernardo, te pido que no seas insensato.-No es necesario.-Lo es, por favor, aún no lo encontraron y no sabemos qué pudo haber planeado.-Bueno, mañana acompaño a Facundo a su casa y…-No se te ocurra, e
Llegó Orlando, con su hija más grande, que en cuanto escuchó que su padre iba hasta la casa de Facundo, no desperdició la oportunidad para verlo.Ludmila quería saber más sobre Facundo, le había molestado enterarse de que él vivía solo, pensaba que todas las noches se la pasaba acompañado por distintas mujeres.Se imaginaba un departamento pequeño, en donde la música sonaba hasta altas horas de la madrugada.Al llegar a esa mansión, se sorprendió bastante y al enterarse de que un domingo a la mañana había amanecido sin una compañía femenina a su lado, su humor cambió totalmente.Estaba contenta.El que tenía ganas de sacudir a su amigo, era Orlando, ya no sabía qué hacer para que Lorenz, entienda, que tenía que cambiar su actitud.-Me mostrás tu casa…Dijo la adolescente.-Sí, claro.Facundo pensó que los dos socios tenían que hablar.-Mostrame tu habitación.Dijo la adolescente, en cuanto se alejaron un poco. -Ludmila… yo…-¿Tenés a alguna chica escondida?-¡No!-Entonces, demostral