Finalmente, Lorenzo se secó, y se vistió como correspondía y él mismo se ocupó de poner su ropa sucia dentro de una bolsa de basura, para que nadie sepa que había perdido la conciencia hasta no controlar su vejiga.Pudo haber sido peor, pensó por un segundo.Su malestar no cedió del todo y su razón no podía entender por qué Edith no estaba en sus brazos.A él no le importó que ella se desnudara noche a noche y que cientos de hombres desearan su cuerpo.Aunque eso no era cierto, porque desde un primer momento, él se sintió incómodo con ese tema y a medida que fue creciendo lo que sentía por la bella stripper, le costaba más ver el espectáculo que ella brindaba y el dolor se apoderaba de él cada noche con más profundidad.Claro que ella pensaba que para Lorenzo había sido un juego o un capricho.Ambos estaban enamorados, desesperados por el otro y los dos en soledad.Claro que Edith parecía más fuerte y más entera que el mismo Lorenzo, pero estaba tan acostumbrada a disimular su dolor q
El empleado del portal de internet, no entendió por qué el productor estaba tan pálido, es que Franco Arjón, sabía perfectamente que esa noticia era falsa, y él había cobrado un dinero extra, eso que muchos llaman coima, para publicar eso.Lo hubiese hecho hasta gratis, ya que el hombre que le brindó esa información, lo amenazó de muerte, todo eso le resultó muy raro, porque el dinero depositado en su cuenta, vino de una cuenta bancaria a nombre de una mujer.Cuando investigó, se quedó un poco más tranquilo, porque el nombre de la cuenta en dónde provenía el dinero, era el de la novia que supuestamente se iba a casar, sólo que según sus contactos, esa pareja estaba rota, ese compromiso no existía, pero él aceptó el dinero, pensando que la novia quería quería presionar al ex novio, en realidad, entre la amenaza del hombre y ese dinero extra, no le importó mucho más.Ahora que surgían nuevas amenazas, no de muerte, sino de una demanda al portal, y de parte del hombre involucrado, Franco
Lorenzo llegó a la clínica en donde se hallaba internada Majo, quería preguntarle cómo se atrevía a seguir viendo a Bernardo, cuando ya se le había advertido que era un asesino.También quería enterarse si ella sabía de algún plan que lo pudiera comprometer aún más.Al llegar, se encontró con varias sorpresas, estaba la policía, aunque eso era sabido, también estaba Oscar Yuri, con varios jefes de la alta esfera, sin dudas era un caso rimbombante.También había algunos medios, que se abalanzaron sobre Lorenzo en cuanto llegó.-Los estoy demandando por difundir noticias falsas.-Eso es infundado, por algo está acá.-Es una cuestión de humanidad.-A nosotros nos llegó un mensaje, diciendo que usted vendría corriendo por su prometida.-¡Ella no es mi prometida!En ese instante apareció, no se supo de donde, la madre de Majo.-¿Cómo te atrevés a decir que no es tu prometida? ¡Salió en todos lados!Pretendió darle un cachetazo, pero un oficial se interpuso.-Señora, yo no tengo una relaci
Orlando estaba preocupado por toda la situación y eso incluía a su hija, que al parecer no iba a dejar tranquilo a Facundo.Entendía que su ímpetu adolescente era el que primaba.Por otro lado, y aunque sabía lo apasionado que era Lorenzo, tenía miedo de que él se enfrente, si tenía la oportunidad, con Bernardo y sin medir las consecuencias, porque lo lógico era que el asesino se centrara en su rival y en este momento, se suponía, que era su socio.-Facundo, es necesario, y espero que entiendas que las consecuencias pueden ser catastróficas, y en cuanto a vos, Lorenzo, espero que te comportes a la altura de las circunstancias.Lorenzo asintió con la cabeza.-Quedate a dormir acá esta noche.Le propuso Orlando a su socio, le pareció lógico que no se esté trasladando.-Sos el blanco de Bernardo, te pido que no seas insensato.-No es necesario.-Lo es, por favor, aún no lo encontraron y no sabemos qué pudo haber planeado.-Bueno, mañana acompaño a Facundo a su casa y…-No se te ocurra, e
Llegó Orlando, con su hija más grande, que en cuanto escuchó que su padre iba hasta la casa de Facundo, no desperdició la oportunidad para verlo.Ludmila quería saber más sobre Facundo, le había molestado enterarse de que él vivía solo, pensaba que todas las noches se la pasaba acompañado por distintas mujeres.Se imaginaba un departamento pequeño, en donde la música sonaba hasta altas horas de la madrugada.Al llegar a esa mansión, se sorprendió bastante y al enterarse de que un domingo a la mañana había amanecido sin una compañía femenina a su lado, su humor cambió totalmente.Estaba contenta.El que tenía ganas de sacudir a su amigo, era Orlando, ya no sabía qué hacer para que Lorenz, entienda, que tenía que cambiar su actitud.-Me mostrás tu casa…Dijo la adolescente.-Sí, claro.Facundo pensó que los dos socios tenían que hablar.-Mostrame tu habitación.Dijo la adolescente, en cuanto se alejaron un poco. -Ludmila… yo…-¿Tenés a alguna chica escondida?-¡No!-Entonces, demostral
A ese evento también estaba invitado Leonardo, ya que su familia materna, tenía un parentesco con la madre de la reina.La reina y Leonardo, eran primos en cuarto grado.La cercanía era relativa.Cuando eran pequeños, muchas veces se encontraban en la casa de una tía abuela, y de adultos, cada tanto hablaban por teléfono, y aunque no se veían seguido, se tenían gran estima.Por eso, Leonardo no se sorprendió cuando recibió la invitación, y se apresuró a confirmar su asistencia.Nunca pensó en encontrarse con Edith y con Julián Espejo en ese evento, no relacionó al embajador, con la fiesta que brindaba su prima, es que aunque fue todo un acontecimiento cuando su prima se casó, con Edmundo Monterdh de Los Corrales Yurth, y en ese momento no recordaba cuántos apellidos más tenía el príncipe de ese país, Leonardo no era consciente de que su bella y querida prima, era la reina de un país Europeo, aunque los reyes modernos no tenían el poder real que antaño supieron tener, no dejaba de ser
Edith, al escuchar las palabras de su amigo, instintivamente, miró a Leonardo, era el único del grupo que no sabía sobre su embarazo y era el único que le podría contar a Lorenzo.Peter aprovechó la situación, quería ayudar a Edith, y Lorenzo, aunque le parecía un don Juan y bastante inmaduro para su edad, era un buen hombre, y él suponía que iba a dejar de lado su vida de mujeriego, ya que le había jurado que amaba a la viuda de Paolo, a lo mejor era meterse en donde no lo llamaban, pero tampoco le importaba demasiado quedar como un metiche.Entendía que estaba trabajando de Cupido, pero creía que esos dos necesitaban un empujón para estar juntos.Edith era sumamente orgullosa, a Peter, personalmente, le había molestado demasiado cuando ella no quiso aceptar su ayuda económica y le molestó aún más, cuando se enteró que ella estaba trabajando de stripper.En un punto, consideraba a Edith, un poco caprichosa, aunque su esposa le decía que no era capricho, que era una mujer fuerte, que
Edith estaba contrariada, no entendía por qué todos se empeñaban en decir que Lorenzo la amaba.Ella no estaba bien antes de conocer a Lorenzo, pero desde que lo conoció, su vida sufrió muchos cambios.No veía la hora de que se terminara esa noche.Eran las últimas piezas que se tocaban, ya le habían cantado el feliz cumpleaños a la reina.La viuda estaba agotada, no sólo por la hora, ya era entrada la madrugada, sino porque pasó una noche bastante estresada.¿Leonardo sabía que ella estaba embarazada?¿Su pancita se notaba más de lo que pensaba?Julián le pidió que bailaran y Edith no se pudo negar.En medio de la pista, el embajador se acercó a su oído.-Perdón.Dijo, sin que Edith entendiera porqué.Unos segundos después, él la besó, no lo hizo con pasión, ni fue un beso de lengua, pero fue prolongado, para que la mayoría de las personas que se hallaban allí, los vieran.Era eso lo que Julián estaba buscando cuando llegó al evento con la madre de Facundo.El que estaba incómodo, er