—¿Entonces ahora son novios?
—Lo sé, somos muy complicados.
—Ufff... Ya me había dado cuenta de eso —hice una mueca y rió—. Bueno, al menos parece que ahora no me odia... tanto.
—Dice que intentará llevarse bien contigo, y creo que de verdad lo está intentando —pasé mis manos por su cabello para peinarlo un poco
—¿Y por qué no le caigo bien?
—Supongo que no le caes tan bien porque cree que yo te gusto —me encogí de hombros. Ladeó un poco su cabeza—. Es una estupidez, lo sé.
—¿Por qué sería una estupidez que me gustases? —alzó una ceja. Me alejé de él con una sonrisa nerviosa—. Yo no lo encuentro raro. Eres linda, buena persona y tienes buen sentido del humor. ¿De verdad crees que sería algo tan estúpido?
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—Esa mujer no entiende nada —me subí enojado el pantalón y me puse de pie. Alyssa seguía en el suelo con su ceño fruncido-¿—. No bajes, si Shay te ve hará lo que sea para que todos sepan lo nuestro.—¿Y me quedo acá como idiota?—Bueno, lo digo por ti. Eres tú la que no quiere contar lo nuestro —estiré mi mano para ponerla de pie, pero me esfumó con la mirada. Se levantó sin mi ayuda y se sentó en la cama con mala cara—. No te preocupes de nada, Shay me está pidiendo dinero o que vuelva a darle trabajo.—¿Cree que eres su sugar daddy o algo así? —bufó—. ¿Tanto le cuesta ir a buscar trabajo a otro lugar?—Supuestamente lo ha hecho, pero no le ha ido bien.—¡Por supuesto! Les debe estar dando una mala impresión para que no le den el trabajo y
Ayer, después de haber llegado a mi casa, subí a mi habitación y me puse a imaginar lo fantástico que sería vivir sola. Podría salir sin tener que decirles a mis padres dónde iré ya qué hora llegaré, quedarme con Mikkel de vez en cuando y bueno, muchas cosas más. —¿Cómo te fue? —Joshua me preguntó cuando llegue hacia él. Intenté ocultar cualquier expresión que delatara lo mal que me había ido.—Bien —sonreí sin ganas—. ¿Te molesta si me voy? Sé que te había dicho que te ir&iacutCapítulo 30: El amor es un campo de batalla
—Hola, Alyssa —Kasia nos abrió la puerta con una gran sonrisa.Mikkel llevó su mano a mi espalda y yo me removí para que no me tocara.
Abrí mis ojos y sonreí al ver a Mikkel durmiendo con su mano entrelazada a la mía. Estábamos completamente desnudos, así que podía ver los rasguños que tenía en la espalda y brazos.Que agresiva, Alyssa...
—Eres la mujer chantajes —miré a Chyler con los ojos entrecerrados y rió—. Primero Mikkel te chantajea con contarle a tu padre que trabajas acá y ahora Philip Hummel está a punto de filtrar tu video si no vas a su casa. Por dios, tu vida es como una telenovela.—Chyler, est
—¿Qué flores le gustan a Chyler?Miré por el espejo a Andreus, quien estaba apoyado en el marco de la puerta. Alcé mi ceja y me di vuelta para mirarlo a la cara.
—¿Cómo te fue con él? Llegó raro, pero tal vez es porque se siente incómodo con mis primas.—Me fue bien, pero me encontré con tres clientes del nightclub y peor aún, los más viejos. Me saludaron y sé que eso se debió haber visto extraño. Que tres sesentones te saluden en distintos momentos con beso en la mejilla no es muy común.—Mierda, ¿c