Más tarde esa noche...

Casa de Aaron.

Ares.

Había decidido dar por terminado este sufrimiento innecesario para todos. Había decidido que ya estaba bueno de ser compasivo con la persona que me puso en esta situación. Aaron lo entendía a la perfección por qué ya lo había hablado con él esta tarde.

Mi decisión era una sola y no iba a dar marcha atrás.

Charlotte no entendía qué sucedía, ya que la había lanzado no sé cuántas veces a las paredes de la casa de Aaron. No le di la oportunidad de hablar, solo la ataqué al momento que la vi.

Mi lobo y yo por primera vez en mucho tiempo estábamos de acuerdo en quererla ver desaparecer.

—¡Claramente te dije que todo era un malentendido! —gruñí—. ¡Debiste dejar de rondar a mi mate cuando te lo pedí amablemente!

—¡¿Qué mierdas hice ahora?! ¡He cumplido mi palabra porque he estado recibiendo mi castigo encerrada! —respondía con dificultad.

—¡Leah me dijo que le mostraste los sueños dónde Jay muere! —la vuelvo a tomar por una de sus alas y la lanzo co