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Capítulo 7 Su memoria…

Narra Jessi Black

Jueves 24, diciembre, 2026.

Miro la computadora esperando que Ryan termine de investigar en su laptop con los pies en mi escritorio, después de que Wen dijera que había perdido su memoria en un accidente. El rubio baja sus pies del escritorio y suspira mirándome después de media hora en silencio.

— Hace 5 años en la ciudad de Berna, Suiza, en la autopista 46, hubo un accidente en el cual salieron tres muertos y un herido… y ese herido es nada más que Wendy, aunque en la noticia no dijo los nombres de las personas, el accidente sucedió exactamente el día en que había aterrizado el avión… así que, pudo haber muerto también porque terrible accidente fue…

Sigue hablando pero mi mente está en otra parte. Ryan mueve su mano frente a mi cara llamando mi atención.

— Tierra llamando a Black — lo miro esperando que siga hablando — ¿Para qué me hiciste investigarla? — pregunta con curiosidad poniendo sus codos en el escritorio.

— No es asunto tuyo — me levanto de mi silla apagando la pc — Nos vemos en la noche — me despido saliendo de la oficina, Valentina se levanta de su escritorio entregándome una bolsa con el traje que usar en la cena de noche viejo de hoy.

03:02 p.m.

Entro al jardín de los Moon encontrándome con la rubia saliendo de su casa, me mira y sin pensarlo mucho me acerco.

— Nos vamos a casar — digo sin filtro haciendo que se congele en su lugar, empieza a caminar pasando por un lado de mí haciendo que camino con ella.

— Solo porque un papel dice que estamos comprometidos no significa que nos tenemos que casar — ataca molesta saliendo de su shock.

— La empresa está por caer, al igual que la de tu padre, si no nos casamos para fortalecer las empresas los enemigos nos atacaran y los inversionistas se irán, nos denunciaran y caeremos en banca rota terminando así en la cárcel por fraudes, los inversionistas han estado esperando esta unión desde hace más de 10 años, Wendy — rueda los ojos y sé que se pondrá en modo infantil, puede que haya perdido su memoria pero hay unos hábitos que no lo ha olvidado.

— ¿Y? Yo trabajo en una empresa, tengo mi propio dinero y no necesito caer con ese barco — niego a su comentario.

— Wen, creo que no estas entendiendo, tu padre no piensa darle la empresa a tu hermano ya que la empresa es tuya, pero creo que no lo sabías — frunzo el ceño — Hace 6 años que escuche a tu padre hablar con un abogado en donde decía que la empresa te pertenece, al parecer hay otro documento, si tu padre le da la empresa a William, sería el fin de los Moon y los Black ya que nosotros tenemos un 10 por cierto en esa empresa, aunque nadie lo sabe — se sienta en la banca procesando lo que acabo de soltar.

— Bien, tendré que ingresar al despacho — la miro sin entender lo que dice.

— Dudo que ese documento este ahí, tu padre no se arriesgaría así — niega mirándome a los ojos.

— No voy por eso nada más, debo encontrar algo de esa Wendy Sun — asiento, también tengo curiosidad por esa mujer, he intentado investigarla por mi cuenta pero no hayo nada, se levanta pero la detengo.

— ¿Entonces? — pregunto esperando una respuesta.

— No me voy a casar contigo — responde haciendo que la mire con seriedad, no he esperado 5 años para esta respuesta.

— Esta noche es noche vieja, así que prepárate — hablo sin más yéndome de ahí, entro a mi casa en donde veo unas que otras cajas, pronto venderé esta casa llena de recuerdos que ya no necesito más, entro al despacho de mi padre lleno de documentos, álbumes y libros de contabilidad.

Empiezo abrir cajón por cajón hasta encontrar una cajita de terciopelo rojo viendo el anillo de compromiso que dejó mi madre antes de morir en un cajón con contraseña, la abro poniendo el digito de aniversario de mis padres.

— No tengo tiempo para comprar un anillo de compromiso, madre, así que tomare el tuyo prestado — salgo del despacho encontrándome con Vanesa, la viuda de mi padre, me mira sonriente acercándose a mí. — Será mejor que me regreses las llaves de la casa, Vanesa — ordeno sin humor.

— Ay, cielo, te he estado llamando por varios días y ni me respondes, en serio que me preocupas — ruedo los ojos caminando a la cocina — Pensé que podríamos ir juntos a la cena de noche vieja, ya sabes, como madre e hijo — me detengo a medio abrir la puerta de la nevera para mirarla a la cara.

— Mi madre está muerta y es la única que tengo y tendré en mi vida, así que deja de decir estupideces, Vanesa — abro la puerta escuchando un suspiro.

— Vale, si no me quieres ver como tu madre, mírame como una mujer, ¿no crees? — me río sin gracia tomando una botella de agua.

— Siento decirle que nunca fuiste mi tipo, así que deja las llaves y lárgate — me miró sacando las llaves y se va sin antes mirarme a la cara.

— Cuídate, pequeño Black — se va, escucho el portazo que da y respiro relajado.

08:40 p.m.

Estaciono el Ferrari frente a las puertas del hotel en donde se celebra la cena en el que casi todo el mundo está invitado, me bajo y le abro la puerta a Wen quien deslumbra con su vestido verde oscuro que combina con sus hermosos ojos.

Entramos al salón en donde están todos sentados en sus mesas, siento que Wen se tensa por las miradas puestas en ella y lo sé, tiene algo de pánico escénico y siento que me va a odiar cuando la llame a la tarima.

Todo pasa de manera rápida, yo llamándola a la tarima, las cámaras encendidas proyectando lo que está pasando a millones de personas, yo arrodillándome ante ella y mostrando el anillo para preguntar lo que no ensaye, su mirada entrando en pánico que solo puede mover la cabeza de forma automática.

Lo sé, acabo de utilizar la prensión social y ahora nos encontramos en el carro en donde ella me grita si estoy loco o no.

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