Noah.-

Es como si todo se detuviera de repente y un nudo se forma en mi estómago paralizándome por completo, siento que el aire se vuelve espeso, como si estuviera respirando a través de una gruesa niebla, no sé qué hacer primero si respirar o intentar sopesar las palabras que acaba de decir el médico mis pensamientos se agolpan en mi cabeza con las imágenes de Dominic, sus ojos, su sonrisa, sus abrazos, su voz como si estuvieran luchando por encontrar un camino claro, sin resistirlo mis piernas pierden fuerza y como si me hubieran arrebatado el suelo bajo mis pies caigo de rodillas volteando al suelo la silla que en la que me apoyaba.

— ¿Estás seguro? –Pregunté sin mirar a Elliot.

— Lo lamento mucho sé que no es la mejor manera de enterarse de algo así, pero debías saber la verdad.

La verdad, la verdad me repito de nuevo un lagrima escapa deslizándose por mi mejilla ¿Cómo Ella pudo? ¡Maldita mujer!

— Noah –La voz de Emma me hizo reaccionar y caer en cuenta de la realidad que estaba an