Jen SmirnoffMiamiJacob iba demasiado nervioso en el camino, temblaba de miedo y de nervios y yo, no podía dejar que sufriera, pero tampoco podía silenciar a Mijaíl, mientras reprendía a su hijo. Jake no se había portado para nada bien con Peter y puso en peligro, no solo la relación de Sasha con él, también la relación de su padre con su socio y ahora, tenía que ir a asumir esas consecuencias, tomé su mano, dándole mi apoyo.–Lo sé papá – Apenas pudo decir Jacob – Es que, me dolió ver ahí a Sasha, en brazos de ese hombre que se ve muy mayor para ella.Ya le había dicho que no podía poner en evidencia a su hermana, no importa lo que habían hecho, era una cuestión delicada que no se podía tomar a la ligera, no podía exhibirla de esa manera delante de su propio padre.–Peter, es de tu edad Jacob y, además, él me pidió permiso de manera muy apropiada para verse con Sasha, debiste llamarme para decirme las cosas y no hacer lo que has hecho. Sí su padre cancela nuestros negocios, no podré
Jen SmirnoffMiami–Peter, mi vida – Sasha se levantó y se dieron un beso ella y Peter, delante de todos nosotros – Te he extrañado mucho y ya quería verte.–Y yo a ti, mi amor.–Déjense de cosas y a lo que hemos venido – Jake rompió el silencio – Lo siento mucho señor Hamilton, por lo que le dije a Peter, pero está usted viendo frente a sus propios ojos, la causa y el motivo de mi molestia. Su hijo, no respeta a mi hermana, no respeta a mi padre, no me respeta a mí y lo que es peor, tampoco lo respeta a usted, con eso le digo todo.Jake estaba enfadado, por más que yo le había dicho que debía permanecer tranquilo, esto que acabamos de ver lo enojó más de la cuenta y en cierto punto tenía razón porque Peter, había besado a Sasha, como si los dos estuvieran solos aunque un beso demostrará que la quería, debían hacerlo en privado.Peter soltó a Sasha y caminó hasta quedar frente a frente con Jake, no sé porque mi esposo no se quedó callado mejor, hasta que Mijaíl o el señor Hamilton, me
Jacob SmirnoffMiamiTras las discusión que ya se iba a empezar a formar entre mi padre y yo, al escuchar las palabras del señor Hamilton, me di perfectamente cuenta que esto ya no iba a tener arreglo, si mi padre no nos defendía, ya no había caso que siguiéramos aquí, ni Jen ni yo.–Nosotros nos retiramos, lo siento papá, nosotros no nos vamos a quedar a que nos sigan humillando, estas personas no son ni serán nunca de mi agrado.Dicho esto, tomé a mi esposa de la mano y nos fuimos caminando hacia la puerta de salida, ya lo que seguía era cuestión de mi padre, si quería seguir rogándole a esos patanes, no me gustaba para nada su sumisión, si era por la sociedad, se podía buscar a otros nuevos socios, habían más personas en el mundo de los negocios.Cuándo nos habíamos acercado Jen y yo a la salida de la casa de los Hamilton, escuché hablar con el señor Hamilton, era lo que tenía que haber hecho.– No te preocupes, Bruce, nosotros vamos a resolver ese problema, buscaremos a un nuevo s
Jacob SmirnoffMiamiLo cierto era que yo estaba asumiendo mi culpa, lo que me correspondía, pero tampoco iba a agachar la cabeza, nuestra madre, no nos había enseñado eso, nos enseñó que teníamos que enfrentar nuestras responsabilidades, tuviéramos la razón o no. –Sí, pero…Sasha, empezó a decir y nuestro pare la calló, ella por ningún motivo quería terminar la discusión y si Jen, ya había dado su opinión debía respetarla.–Ya estuvo, Sasha, ya no te dije que no quiero hablar más de eso.Mantuve mi postura y todos guardamos silencio, el auto iba bajo una tensión palpable, yo lo que más deseaba era llegar a casa de mis padres y como ya lo había dicho, esto no iba a tener solución ahora y quién sabe para cuando la tendría. Yo ya no le veía ninguna razón para que nos quedáramos, no estábamos para aguantar las caras de mi papá.En cuanto, mi padre frenó, yo abría la puerta trasera y ayudé a Jen, a salir, llevaba prisa nada me iba a detener, mi objetivo estaba claro–Gracias, Mijaíl – Di
Jen SmirnoffMiamiHabían pasado los días, y Jake, solo se limitaba a llevar a las niñas a casa de sus padres cuando le tocaba ir, pero no tenía ningún tipo de contacto ni con Mijaíl, ni con Sasha, la comunicación se había fracturado desde aquel día que llegamos a la casa de los Hamilton.Ekaterina, me pidió que le contara como había estado el asunto en la isla, que quería escuchar la impresión que yo tuve de eso y si la reacción de Jake, estaba de acuerdo a lo que él había observado y yo no tuve más que decirle la verdad. No tenía por qué cubrir a nadie. Y no era porque me fuera a poner de lado de alguno de los dos.–Jen, yo sé que en estos momentos no quieres que se toque el tema, pues Jake, me ha dicho que él tampoco quiere hablar de eso.Mi suegra estaba demasiado afectada por lo sucedido, ya que ni Mijaíl ni Jake, iban a dar su brazo o torcer. Y era que ya no se habia reunido la familia completa como lo hacían antes de eso.–Te voy a ser sincera Ekaterina, aquí la cuestión se sal
Jen SmirnoffMiamiYo estaba de acuerdo en que Ekaterina, los obligara a estar en una reunión como las que siempre había hecho, porque yo también estaba cansada de ver la cara de mi esposo, pues sabía que él y su padre tenían una relación muy afectuosa.–Muy bien suegra yo me tomaré la libertad de decirle a Jake, que tenía que venir a la reunión que vas a convocar, porque es su deber como hijo estar presente en un evento que tú estabas organizando.Quería volver a ver a los hermanos, abrazándose besándose, haciéndose bromas como siempre pasaba cuando los tres estaban juntos, eso ya se estaba perdiendo por la terquedad de los tres, no solamente de mi esposo, también mi suegro y cuñada, habían tomado esa actitud.–No quería llegar hasta este punto y tú lo sabes bien Jen, pero ya estuvo bueno, de que ellos vivieran peleados cómo perros y gatos que ni siquiera se podían ver a la cara.Ekaterina, siempre trataba de mantener a la familia unida y como ya sus dos hijos mayores se habían ido d
Jacob SmirnoffMiamiSalí de la cirugía, y se me había hecho muy pesada, lo catalogaba a que no me había estado concentrando como era debido, pues ya se acercaba otro fin de semana y mi ánimo está por los suelos, no les puedo quitar a mis niñas su visita a los abuelos, y yo quería ver como mi padre se emocionaba al verlas, también eran su adoración.–Hola chicos, ¿no ha regresado Jen? me dijo que iba por unas compras antes de que entrara yo a la cirugía.Dulce, Bethany y Emiliano, estaban sentados en el comedor, ya era la hora de la comida y mi esposa aun no llegaba, no me imaginaba, qué era lo que había ido a comprar, pues no hacía poco nos aseguramos de que no faltara nada en la casa.–Me acaba de llamar, Jacob, dice que ya está por llegar, que trae la comida para todos, que no te preocupes – Dijo Dulce.Entonces eso era lo que había ido a comprar, me daba gusto que se haya preocupado por nosotros, pues tampoco los chicos habían traído comida, tal vez desde antes se habían puesto de
Jacob SmirnoffMiamiNos regresamos a la mesa Emiliano y yo, mientras ellas se ocupaban de los platillos que había traído Jen, estaba seguro que eso lo había mandado mi madre,–Tenemos que esperar a que llegue Boggi, le dije que me trajera a mi precioso bebé, lo extraño mucho.Dulce, estaba teniendo un embarazo muy sensible, no se quería separar por mucho tiempo de su hijo, era algo que me había llamado mucho la atención, pues entre mis padres y los de ella, se encargaban de cuidar de mi sobrino, pero ella todos los días pedía que se lo trajeran unas horas.–Claro que sí prima, traje lo que me pediste para mi sobrino y de lo que traigo, alcanza para todos y creo que hasta va sobrar, ya saben el que quiera se lo puede llevar para cenar.Era demasiada comida para solo seis personas, pero bueno, yo no era que comiera poco, ni siquiera Jen era de poco comer, aquí más deberíamos pensar si iba a quedar algo.–Gracias, Jen, aunque tengo demasiada hambre, voy a esperar a mi esposo, lo saqué d