Jen SaldañaMiamiDulce le sonrió, eso era perfecto, ya tenía el señor Mijaíl, el perdón de mi prima, con esto ya no había marcha atrás, Boggi le iba a hacer caso a su novia. Pues me daba cuenta de que cómo dijo Dulce, todo se consultaban, me gustaba su comunicación, pero que no exagerara, porque viéndolo bien, este par era dado a engrandecer pequeños malos entendidos.El ejemplo más claro, lo tuve delante de mis narices, cuando ocurrió lo de Emiliano, que tanto fue su berrinche y su coraje, que no le duró nada cuando se conocieron ella y Boggi y el pobre Emiliano, pasó a ser parte de su lista de temas olvidados, porque en todo este tiempo no ha salido en ninguna conversación.–Está bien, señor Mijaíl, yo como le he dicho a su hijo Jacob y a mi prima, que no soy rencorosa – Dulce le volvió a sonreír – Quiero lo mejor para mí y para Boggi y me alegra saber, que usted ha considerado el aceptarme como la novia de su hijo.Mi prima siempre estaba de buen humor, era lo que me gustaba de el
Jacob Smirnoff MiamiMi padre y yo nos quedamos un poco preocupados viendo como Jen y Dulce, hablaban con Boggi. No podía evitar sentirme nervioso, porque conocía a Boggi y esperaba en el fondo de mí, que su terquedad cediera y que accediera a hablar con mi padre, porque no quería que esto fuera a complicarse demasiado. Mi padre estaba más nervioso que yo, todavía.–Jacob, siento que el necio de Boggi no va a querer hablar conmigo – Se lamentaba – Yo tuve la culpa, por cómo he sido con él.Ya no se podía retroceder el tiempo, ahora lo que más urgía era enmendar los errores de ahora y evitar que se siguieran sucediendo.–No te lamentes ya, papá – Lo tranquilicé – Dulce logrará que Boggi entre en razón y si no ella, también está Jen para abogar por ti.–He sido un ser horrible con esas dos mujeres, ellas son muy buenas personas, hijo y ahora veo claramente mi error.Don Pancho y Don Porfirio, llegaron a donde estábamos nosotros con bebidas en mano. Le dieron una a mi padre y empezaron
Jacob Smirnoff Miami–Dejen de estar destilando tanta miel – Me burlé de ellos – Que, les tengo un poco de envidia.–Yo también – Dijo mi amada Jen – A ustedes ha sido más fácil que los acepten, en cambio, Jake y yo, nos la vimos más difícil.–Eso no importa mi Jen, yo por ti estaba dispuesto a luchar hasta dónde fuera necesario, pues te amo más que a mi vida.–Yo también te amo a ti, Jacob Smirnoff – Jen me llenó de besos.Estábamos felices y enamorados mi hermano con Dulce, y yo con mi hermosa Jen, cada uno con la mujer de nuestras vidas, cuando salió mi padre por mí y por Boggi, teníamos que ir a ver de qué se trataba.–Jacob, Bogart, tenemos que irnos todos los caballeros a una misión de vida o muerte – Mi papá ya estaba un poco ebrio – Iremos todos los hombres a que yo, recupere a su madre.–Nosotras queremos ir – Declaró Dulce – ¿Por qué solo tienen que ir los hombres, eso es injusto?Por qué nos sacaban de esto, nosotras también queríamos ir a apoyar a nuestros hombres y tambi
Jen SaldañaMiamiEse día después de que mi papá y mi tío Porfirio vinieran de regreso de casa de mi amado Jake, recibí una llamada de él pidiéndome a mí y a mi prima Dulce que nos alistáramos pues nos estarían esperando Mijaíl y Ekaterina en su casa y Jake y Boggi iban a pasar por nosotras. Al parecer todo había quedado bien entre Mijaíl y Ekaterina. Me daba gusto por mi amado Jake, que sus padres hubieran resuelto todas sus diferencias.–Dulce, tenemos que apurarnos y cambiarnos – Le dije a mi prima – Ya no tardan en llegar Boggi y Jake por nosotras para ir a casa de los Smirnoff.–Claro prima, me apuro y nos vamos. – Me contestó emocionada.Estuvimos listas en unos minutos, solo nos dimos una leve arreglada y en cuanto llegaron nuestros amados hombres por nosotras, nos subimos al auto con ellos y nos fuimos, pero no venían solos. Los acompañaba su hermana Sasha a la que apenas conocimos en ese momento. Era una chica que parecía ser muy linda y agradable, fuimos platicando con ella
Jacob SmirnoffMiamiYa que nos habíamos despedido de mis padres, nos fuimos a dejar a las chicas a sus respectivas casas, buen también a Boggi, en casa de Don Porfirio, porque no se iba a quedar conmigo después de todo. Él seguía de necio que se quería quedar con Dulce. Y ya nuestros padres no interfirieron, porque tenían que respetar su decisión.–Jen, preciosa, ya me gustaría que nos fuéramos a vivir al departamento. – Era mi sueño.Ya así tendríamos nuestro lugar, para nosotros solos, y así no estar yendo y viniendo de un lado para otro, la traería todos los días a la clínica o le compraría un auto para que ella se moviera por la ciudad, sin ningún problema y sin tener que usar la bicicleta, porque eso les podía hacer daño a nuestros bebés.–Yo igual amor, necesitamos dormir todas las noches en tus brazos. – Dijo con un puchero.Yo sabía que nuestro bebitos, iban a estar bien protegidos por los dos, eran el fruto de nuestro amor, por lo consiguiente los tendríamos muy consentidos,
Jacob Smirnoff MiamiLlegado el fin de semana, todo estaba en orden en la casa de mis padres. Desde muy temprano, llegaron casi al amanecer los proveedores y las personas que iban a montar una carpa para hacer de la fiesta de mi compromiso con Jen, algo hermoso y espectacular. Porque esto tenía que ser algo inolvidable, que todo el mundo recordara el día que nos comprometimos Jen y yo.Al levantarme, desayuné con mi familia y apenas tuve tiempo después de llamar a mi hermosa Jen, a la que no pude ver durante todo el día, hasta que llegó la noche. Porque nos habíamos enfrascado mi familia y yo en la organización y supervisión de la gran fiesta.–Hermanito, te ves guapísimo – Me halagó Sasha – Espero que no estés muy nervioso de pedirle hoy a Jen, que se case contigo.No me sentía nervioso, solo quería que ya estuviera aquí mi preciosa mujer, deseaba que llegara ese día soñado en lo que nos diríamos frente a todo el mundo cuanto era que nos amábamos y cuando diríamos el sí.–Tú estás m
Jacob Smirnoff MiamiEl tiempo había pasado tan rápido que ya estábamos preparando todo para la boda, que sería también en casa de mis padres, el jardín estaba siendo remodelado, así que en los siguientes dos días debían estar instaladas todas las decoraciones, se había rentado un conjunto de juegos infantiles, porque toda la familia de Jen, se iban a venir a la boda desde México, con todos los niños incluidos.Luego de que ya habíamos llevado todos los documentos a certificar, Jen y yo nos pasamos al departamento, todos estos días habían sido de mucho estrés y yo no quería que ella se me fuera a poner mal, así que Melanie y Don Pancho nos habían acompañado a hacer todos los trámites y ellos después de eso se fueron a su casa.–Jake, amor, tengo antojo de algo, pero no sé de qué. – Los antojos de Jen eran muy raros casi todas las veces. – Quiero algo fresco, como una limonada o un agua de coco, o los dos.No me podía imaginar cómo sería esa combinación, pero tenía los ingredientes, y
Jen Saldaña MiamiHoy es el día más feliz de mi vida, por fin nos vamos a casar Jake y yo, y no sentía ese ataque de pánico como decían que se sentía, al contrario podía saltar de pura felicidad. Escuchaba todo el revoloteo en el jardín de la casa de mis suegros, toda la familia había llegado a ayudar con los últimos detalles.Entre mis primas y mis cuñadas me habían ayudado a poner el vestido, me maquillaron y peinaron, ya saben, Luz Mary, era experta en todo eso y el maquillaje qué me hizo, era tan sutil y a la vez tan deslumbrante que todas habíamos quedado encantadas, las cinco eran mis damas de honor y claro Sasha también estaba incluida.De parte de Jake su padrino era, Boggi y los acompañantes de mis cuñadas eran mi hermano Ethan, mi hermano Liam y mi prima Lupita, había traído a un chico muy bien portado que se veía que la quería y lo más gracioso del mundo era que el chico a pesar de tener mucho dinero, se veía su humildad y a Sacha la acompañaría uno de sus primos.Tocaron