Jen Saldaña MiamiEse día ya no vi más a mi amado Jacob, después de la comida me dio mucho sueño y subí a mi recámara con el fin de poder dormir un buen rato. Estaba cerrando los ojos cuando recibí una llamada y era de él, de mi Jacob por lo que me senté en la cama, me acomodé el cabello con las manos y le respondí. Estaba emocionada.–Hola Jacob, ¿Cómo estás mi amor? –Lo saludé cariñosamente – Te extrañé, pensé que nos íbamos a alcanzar a ver.Como no me había llamado, yo no quise presionarlo, él también tenía problemas en su casa con su papá, pues era muy probable que no le haya permitido salir. Con estos dos señores era como hablar con unas piedras.–Hola mi hermosa Jen, también yo pero no sabes lo que se ha armado en mi casa. Llegando de nuestra cita, encontramos la casa convertida en un desastre y eso no ha sido lo peor, lo peor ha sido que fue mi papá quién organizó todo eso.–Entiendo mi amor, no te preocupes. Qué bueno que me llamas, te mando un besote – Le mandé un beso tron
Jen Saldaña Miami–Sí, vamos preparando todo para recibir a Konan y tú me cuentas primero – Nos pusimos a alistar todo – ¿Quién es esta chica tan increíble?Emiliano tenía una sonrisa en los labios, en lo que me contaba de la chica misteriosa, y al parecer le gustaba mucho, algo que a cierta persona no le iba a agradar mucho. Pues Emiliano podía llegar a tener algo con esta chica.–Es una vecina que recién se ha mudado al lado de la casa, dónde desocuparon hace poco ¿Recuerdas? Si hubieras llegado unos minutos antes la hubieras conocido se llama Bethany.Por como decía parecía que esto iba muy en serio, ya la habia traído a conocer su lugar de trabajo. Cosa que no todo el mundo hacía.–Bethany suena a un hermoso nombre y me alegro mucho por ti Emiliano ¿Lo ves? Si nos hubiéramos casado, se te hubiera escapado la oportunidad de conocer a Bethany.Por algo sucedían las cosas, porque él era el que más iba a salir perdiendo, pero me alegraba que las cosas hubieran sucedido como lo habían
Jen Saldaña Miami–No Dulce, no dije eso. Tus dos opciones son: Dile lo que sientes y te arriesgas a que te acepte o no, o la segunda lo que acabas de decir tú misma, no le digas nada y cuando él tome una relación seria con alguien más, no te estés lamentando.A mi prima había que decirle las cosas de manera extremas, de lo contrario nunca reaccionaría, debía avisparse en esto, aquí si me estaba fallando. Porque en otras cosas si tomaba la iniciativa, ahora al parecer, le daba miedo ser directa con Emiliano.–Lo dices como sí tú, ya hubieras resuelto todo con Jacob, Jen y eso no es justo porque ni quieres verlo ni hablar con él y así tienes cara de aconsejarme, que hable con Emiliano.Claro que no le había contado que entre mi Jacob y yo ya no había ningún problema y nunca más nos iba a volver a pasar, por eso se tenían que hablar las cosas, estaba a punto de contarle a Dulce lo que me daba la razón de hablarle así, pues Jacob nos sorprendió.–Hola Dulce, Hola mi hermosa Jen – Jacob
Jacob Smirnoff MiamiMe salí con Dulce de contrabando, por la puerta trasera de la clínica, lo que menos quería era causarle problemas a Jen con su hermano Liam, ni me arriesgaría a que nuevamente ella y yo tuviéramos problemas por su culpa. Nos sentamos a unas calles cerca de la clínica veterinaria. Ella seguía abatida y me pidió consejo.–Jacob, me siento muy mal – Empezó a contarme – He perdido a Emiliano y todo por culpa de la mujer esa con la que lo vi.Dijo muy afligida, pero no había de que preocuparse, no era el único hombre sobre la faz de la tierra, aunque cuando uno estaba enamorado se podía pensar que sí.–Dulce, tienes que calmarte que no ganas nada con ponerte así. Hay más peces en el mar, no quiero presionarte a nada pero mi hermano Boggi ha soñado contigo desde el día que te vió con Jen en la playa.Era lo que me habia contado mi hermano, había quedado flechado por la mexicanita bonita, como él la llamaba. Los dos habíamos caído bajo el embrujo de las Saldaña. Ahora i
Jacob Smirnoff Miami–Hola Jacob – Me saludó Emiliano – Mira las radiografías, para que puedas entender de lo que estamos hablando.–Sí, muchas gracias. Les daré un vistazo.Emiliano me dio las radiografías de Konan y yo, pude ver que en efecto, el can estaba muy mal, pues si no se le operaba pronto, podía quedar inmóvil de sus patas traseras. Sería una cirugía muy delicada, vería si contaban con el equipo necesario. Fuimos al quirófano y estaban los implementos necesarios, con eso era más que suficiente, para realizar una cirugía con éxito.–Jen mi amor, lamento que te enteraras así de mi profesión, tenemos mucho que hablar y me disculpo por no habértelo contado antes pero sí tu hermano y su esposa acceden a que yo opere a este hermoso peludito, con gusto lo hago, pero necesitaré que Emiliano y tú me asistan en la cirugía.Después de revisar todos los implementos, estábamos casi listos para realizarle la cirugía a Konan, si era necesario trasladarlo después a nuestra clínica, vería
Jen SaldañaMiamiDurante toda la operación, Jake, estuvo concentrado, pedía el material quirúrgico y realizaba con precisión cada corte y cada puntada, como un maestro, estaba asombrada de su manera de poner cada cosa en su sitio. Lo amaba cada vez más era todo un profesional en lo que hacía. Cuidando hasta el más mínimo detalle, colocando los tornillos para unir los huesos, era todo un arte, con razón nunca la hubiéramos podido realizar Emiliano y yo.Emiliano se encargaba de medir los signos vitales de Konan, y suministraba el medicamento que evitaría que Konan sintiera mucho dolor cuando se le pasara la anestesia, ya estaban preparadas las vendas y la campana que se le colocarían, eso evitaba que se estuviera lastimando la herida. Después de dos largas horas de cirugía, por fin la dábamos por terminada, checamos de nuevo que los niveles estuvieran dentro de lo establecido y terminamos.–Eso ha sido todo, muchachos, ahora que Konan salga de la anestesia, deberá permanecer veinticua
Jacob Smirnoff MiamiEse día después de la cirugía de Konan, yo me fui a mi casa un rato y me dispuse a descansar un momento y me dormí, hasta que la llamada de Dulce, me despertó, pensé que ya se había echado para atrás.–Jacob querido amigo, ya te estoy esperando para que me acompañes a lo de Emiliano – Dulce sonaba emocionada – Estoy vestida para matar y espero que me dé un sí, esta noche.Esa voz me agradaba, pues era lo que tenía que hacer, no decaerse ante nada, esto tenía que salir bien, estaba empleando una buena producción, todo de primera, de lo mejor para que Emiliano no se pudiera resistir.–Siendo así voy para allá Dulce, te envío la ubicación para que te vayas yendo al restaurante con Emiliano, la reservación está hecha a tu nombre, pueden pedir lo que gusten y yo en un rato llego, pasaré primero a ver como sigue Konan y a mi hermosa prometida a la clínica, mientras ustedes van platicando – Le propuse – ¿Te parece bien, la idea?Por lo menos cuando yo la estaba preparan
Jacob Smirnoff MiamiLe di unos besos a mi querida Jen, porque no sabía cuánto tiempo me iba a demorar, no quería irme, pero ya le había hecho esa promesa a Dulce y no la podía dejar plantada, además si ahora ella no daba ese primer paso, jamás lo haría.–Está bien mi amor, ve con cuidado. Mientras Boggi y yo, platicamos.La dejaba en buenas manos, Boggi era un buen conversador y tenían mucho en común, por eso sentía que se llevarían de maravilla.–Si Jake, ve con Dulce, yo me quedaré aquí hablando de ti con tu novia. – Sonrió.Me imaginaba que de eso se trataría, Jen iba a querer indagar todo sobre mí, y no me preocupaba lo que Boggi le quisiera decir, él era muy correcto y no creo que le dijera algo que yo ya sé.–En un rato, regreso. – Les informé.Me despedí de ambos y salí de la clínica, me subí al auto y al llegar al restaurante, no veía ni a Dulce ni a Emiliano, por ningún lado, la iba a llamar a su celular, cuando la vi sentada, en la mesa reservada, sola y llorando. No dudé