—Es bueno verte de pies otra vez, —Leo lo abraza con fuerza mientras que inhala su olor, siente paz en su corazón por ver a su hermano en completamente bien.
—Nunca pensé me quisieras tanto, —el alfa rueda sus ojos para separarse de este y cruzar sus brazos con expresión seria.
—Eres como un callo en el culo, pero nunca permitiría que te pasara algo, —sentencia a lo que Fernando sonríe.
—Gracias.
—No tienes por qué darla, eres mi hermano. —Asiente y echa una mirada a los cachorros que vienen corriendo hasta llegar a Fer.
Lo abrazan, Fer se siente a gusto y feliz de estar de vuelta.
—Revoltosos, ¿Quién es el nuevo? —Mira a Valentino que se mantiene alejado de la familia.
—Larga historia, —comenta Donato olfateando a Fer ya que huele como ellos. —Eres un león.
Fer lo mira sorprendido y luego le echa una mirada a su hermano.
—Debemos hablar.
Fer asiente a lo que dice Leo y todos le dan su espacio dejándolos
—Debes ser más rápido, —suelta Leo después de haber dado un puñetazo a Fer que lo mira enfadado. —No tengo experiencia, —le recuerda a lo que su hermano rueda los ojos. —Esto es igual a las veces que peleamos en el gimnasio, usa las mismas técnicas y solo recordar que ahora tienes una increíble fuerza sobrenatural, —sugiere a lo que este asiente. Sube la guardia y observa a su oponente, Leo lanza el primer golpe y esta vez su hermano lo logra esquivar pero también lo hala del brazo para encajar su rodilla en su estómago y luego teclearlo haciéndolo caer, sonríe. —Bien hecho, —comenta el alfa aceptando la ayuda para levantarse del suelo. —Los chicos la llevan bien, —mira a los gemelos pelear con Valentino que se defiende de sus oponentes. —Son buenos, —le pasa una toalla y una botella de agua, se acercan a los chicos que se detienen. —Tienes buenos movimientos Valentinos, —halaga Leo a lo que el lobo asiente agradecido. —Mi padr
Observo los alrededores como solicito Eliecer y no veo nada nuevo, miro a los dos leones que me acompañan y ordeno que regresemos, ya que faltan aproximadamente dos horas para el nuevo amanecer. Después de que me convertí en león me siento más activo, con más energía y sobre todo con mucha fuerza, no he querido tener sexo con Tamara y eso me tiene frustrado. Cuando intente estar con ella utilice mucha fuerza y deje una marca en su brazo, me asuste y salí de la casa. Ahora la evito saliendo a hacer rondas nocturnas, sé que Tamara no me tiene miedo pero yo sí. Mi mayor temor es salirme de control y lastimarla, no me lo perdonaría, prefiero alejarme, camino hasta la parte trasera de la casa y observo a Leo llegar junto a los cachorros, regreso a mi forma humana para tomar una bata y cubrir mi desnudes. Saludo a mis sobrinos que se ven agotados y luego a mi hermano que se va a su habitación y yo a la mía donde Tamara yace dormida en la cama, suspiro. Entro al bañ
Kara deja salir un suspiro cuando logra terminar de arreglar el cabello de su hija, no entiende porque quiere estar bien peinada todos los días, pero tampoco le molesta arreglarla.—Mamma, ¿crees que Valentino se fije en mí cuando sea grande? —La loba se queda quieta sorprendida por lo que ha dicho su hija, nunca se esperó que algo como esto saliera de la boca de su pequeña Kiara.—¿No estás muy pequeña para eso?—Por eso dije cuando sea grande, sé que soy una niña, —la mira a través del espejo con una sonrisa y sus mejillas roja.—Bueno, ya para ese entonces Valentino será un hombre mayor para ti, —Kiara la mira desanimada por sus palabras, —Pero igual serás hermosa y cualquier chico te cortejara.—Pero yo quiero que sea Valentino, —reprocha.—El destino es el único que sabe, peq
—No tiene nada de qué preocuparse, sus bebés están perfecto, —anuncia mirando en la pantalla con una sonrisa.—¿Bebés? —Cuestiona asombrado Fer mirando a la mujer que frunce su ceño y asiente.—¿No lo siente?—Soy nuevo, mi querido hermano se empeña en no enseñarme mucho de este tipo de cosas, —masculla con sarcasmo lo de ‘‘querido hermano’’La señora asiente con una pequeña sonrisa.—Es porque le quita sentido el ser un león. Lo mejor es que todo le llegue por sorpresa, —anuncia a lo que Fer rueda los ojos.—¿Entonces no hay nada malo con mis bebés? —Tamara la observa ansiosa.—Así es. Las crías de leones suelen ser fuerte y por lo tanto solo deberá tomar algunas vitaminas y por supuesto alimentarse bien, —le entrega
Dos meses pasan y todo se mantiene en calma, Tamara como excusa le cuenta a su padre que estaba desde hace tiempo embarazada y que solo faltaban varias semanas para dar a luz a sus bebés pero como sabemos todo esto es falso, ya que lo que realmente sucede es que los embarazos producto de león suele ser cortos y ella no es la excepción.Su vientre se inflo bastante en esos meses que transcurrieron y el sexo de sus criaturas fue revelado, Leo se encargó de enviar a la médica de su manada para que cuide de sus sobrinos, no quiere que por nada del mundo algo salga mal durante el parto de la esposa de su hermano.—Hey, ¿Qué haces? —Cuestiona adormilado Fer cuando siente a su esposa pasear su mano por su cuerpo.—Quiero estar contigo, —masculla sentada en forma de indio en la cama, Fer abre uno de sus ojos y observa que la luz del nuevo amanecer se filtra por las cortinas.—Sabes que
—Tío, —Enzo saluda a Fer con un corto abrazo y este se alegra de que su sobrino allá llegado.—¿Por qué no ha venido Donato?—Tiene práctica de la escuela, —anuncia caminando hacia la mansión junto a Fer donde se encuentran con Tamara en el sofá, Enzo se acerca y le da dos besos en la mejilla para fijar su mirada en su abultado vientre.—Anda toca, —este la mira dudoso pero no se contiene de estirar su mano y tocarle el vientre sintiendo como sus primos se mueven ante su contacto. Acaricia por varios minutos hasta que llega Dominicko quien lo saluda eufórico.Los hijos de Leo para Dominicko son como sus nietos, a pesar de que este no contrajo nupcias con su hija, lo sigue queriendo igual.—¿Cómo está tu familia? —Cuestiona Dominicko con una sonrisa.—Bien, esperan el momento del nacimiento para venir, —anuncia.—Es bueno saberlo, tal vez nos montemos una parrillada y una pequeña fiesta entre familia, —Fernando asiente a gusto con la idea.
—Padre ¿no creo que sea correcto que entremos a ese territorio? —Astrid mira con preocupación a Alejandro, este mira a su hija y lleva su mano hasta su mejilla.—Tranquila, solo vamos a hablar. Estén tranquilos, —pide caminando junto a sus hijos a la mansión donde enseguida dos lobos aparecen frente a ellos, Alejandro eleva sus manos para que sepan que no pasa nada y que no viene a atacarlo.Los lobos se miran entre ellos y uno toma su forma humana quedando desnudo, eso sorprende a la joven vampiresa que enseguida gira su rostro a otro lado, Astrid puede tener casi cien años y ver hombres en pelotas es algo que normalmente no le sucede al menos que ingrese sin permiso a la habitación de Sam.—¿Qué buscan aquí? —Cuestiona arrugando su nariz por el olor que emana desde ellos.—Venimos a hablar con el señor Marchetti, —comunica, el hombre que
—Duele, —Tamara solloza sintiendo el horrible dolor que es traer dos pequeños al mundo.—Tranquila amor. Todo va a salir bien, —Fer acaricia su cabello tratando de calmarla de esa manera, Tamara grita cuando una nueva contracción llega, —¿Dónde está la médica? —Cuestiona con su ceño fruncido.—Aquí, —anuncia ingresando a la habitación, —Necesito espacio, —Fer se coloca a un lado dejándole espacio mientras que la mujer revisa a Tamara. —Estos pequeños ya están listos para llegar, tranquila.La médica pide varias cosas para preparar el parto que se realizará en la mansión. Cuando la mujer tiene todo a mano, pide a Tamara que puje porque su primogénito está listo, grita sintiendo que se partirá en dos al momento de su hijo abandonar su interior llenando la habitación co