En la suite presidencial del hotel, Nieve le devolvió el teléfono móvil al hombre bien vestido y dijo:

—He terminado el teatro. ¿Realmente quieres divorciarte con Celia o solo quieres vengarte un poco?

Aarón arrebató el teléfono con un rostro gélido. Resopló con desdén:

—Si me divorcio, ¿quieres que me case contigo?

Nieve se quedó sin palabras… Este tipo siempre hablaba de esta manera tan sarcástica. Ella alzó ligeramente una ceja y dijo medio en broma:

—Bueno, a mí no me importa casarme con un hombre divorciado.

En casos como el de Aarón, incluso si ha tenido varios matrimonios, habría muchas mujeres dispuestas a lanzarse sobre él. Sin mencionar que su trasfondo familiar es realmente poderoso.

Al escuchar esto, Aarón mostró una sonrisa fría y sombría:

—Pero sí me importa. No tengo el hábito de volver a estar con mis exnovias.

Dicho esto, el hombre abandonó la habitación con el rostro frío con su móvil. Al entrar en el coche, recibió una llamada, pero no era de las personas de la famil