Capítulo 154
Al escucharlo, Esperanza también pensó que las palabras de Dafne tenían sentido. Respondió a regañadientes:

—Entonces, me voy con esas costillas de cerdo con patatas a comer con papá.

Después de despedirse, Rodrigo la llevó. Dafne regresó a casa sola y de repente sintió un vacío en su corazón.

***

Esperanza llegó a la villa en el Residencial Elíseo con el lonchero de Dafne y su gran pato amarillo.

Hans la esperaba sentado a la mesa del comedor, con un montón de platos en la mesa.

—Papá, ¡he regresado!

La voz dulce y alegre de la niña hizo que el corazón de Hans se ablandara un poco.

Ella corrió hacia Hans emocionada, sosteniendo el lonchero en sus manos y compartiendo:

—Papá, mamá hizo algo delicioso. ¿Ya has cenado, papá?

— Aún no, te estaba esperando.

En realidad, ella ya había cenado... Pero no importaba. Lo consideraría como una merienda nocturna.

Hans le preguntó:

—¿Qué es eso?

—Son costillas de cerdo con patatas que mamá hizo, ¡están buenísimas! Papá, las traje especialmente para
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