Mackenzie. Boston, 2024, en el trayecto desde el Hotel Hilton Boston Park hasta el Apartamento de lujo de Mackenzie O ´Sullivan. Desde que fui arrojada, literalmente, dentro el asiento posterior de la limusina, por el Vader Bombero, un maldito macarra, troglodita, y seguramente hombre muerto, sin ninguna contemplación, y ante la pasividad de mi personal de seguridad, buenos más bien el personal de seguridad que había contratado mi padre, para protegerme, cosa que de paso no hicieron, más bien se giraron como si nada estuviera sucediendo, decidí que pese a tenerlo cerca, justo a mi lado, al otro lado del asiento del enorme vehículo, no pensaba hablar con él, ni siquiera iba a mirarlo. Bastante tenía yo con rumiar mi ira, para no asesinarlo delante de testigos. No, que va, esperaría a que llegáramos al ático, me quitaría este vestido, que nunca debí ponerme, para una vez cómoda, iniciar mi exterminio del lado oscuro, ni el mejor Jedi tendría el resultado que yo voy a tener, cuando
Mackenzie. Boston, 2024, Apartamento de lujo de Mackenzie O ´Sullivan. - “Tranquila preciosa despacio, hemos esperado mucho para esto, sólo debemos disfrutarlo”- el sonido de su voz en mi oído, del Vader bombero, cuando despegó sus labios de los míos, me hizo abrir los ojos. Estábamos en el salón del ático, en algún momento ese hombre me había alzado entre sus brazos, para sacarme del ascensor y colocarme sentada sobre lo alto del respaldo del enorme sillón del salón, mientras sus labios devoraban los míos, y yo gemía descontrolada, exigiendo su total entrega. Nunca me había sentido así, era algo increíble, mi cuerpo rugía por la cercanía con el suyo, el deseo anulaba mi mente, su tacto, sus labios, eran algo que me daban vida, como el agua para un sediento, me sentía más viva que nunca. La necesidad de tenerlo cerca, de sentirlo, era algo que nunca había sentido por nadie, y esto debió de advertirme de lo que me estaba ocurriendo en realidad, pero eso no lo descubrí hasta muc
Brandon. Boston, 2024, Apartamento de lujo de Mackenzie O ´Sullivan. - “¡Dios mío!¡Eres virgen!”-le dije cuando sentí en su interior esa barrera que me dificultaba invadirla, unido a la tensión que su cuerpo mostraba, me sentía total incrédulo. Llegar a este momento había ido una auténtica odisea, más cuando mi cuerpo estaba ardiendo por ella, hasta ponerme un preservativo había sido como luchar con un dragón, las ansias de entrar en ella, eran casi patológicas, y para colmo esta bruja no ayuda, sus gemidos increíbles y desinhibidos, sus movimiento enloquecedores bajo mi cuerpo, hasta su nublada y fascinante forma de mírame, todo esto hacía que me descontrolara, nunca, ninguna mujer me había hecho esto, yo sabía que en el fondo, todo lo que me estaba pasando, tenía un significado, uno muy peligroso. Intente retirarme de su cuerpo, pero pronto ella me aprisionó, casi provocando que entrara de golpe en su interior, sólo saber que esto le provocaría un dolor
Mackenzie. Boston, 2024, Apartamento de lujo de Mackenzie O ´Sullivan. Poco a poco mis ojos se fueron abriendo, mientras sentía mi cuerpo totalmente entumecido, sabía mucho antes de pensarlo con calma, que era lo que había provocado este dolor muscular, que prácticamente me hacía moverme con cuidado en la cama. Por unos segundos permanecí quieta, sin querer mirar a mi alrededor, sopesando como actuaría a partir de este momento con Brandon. Recordaba muy claramente lo que había pasado la noche anterior, y no me arrepentía de ello. No soy de esas típicas mujeres que, tras perder la virginidad, y dar rienda suelta a su libido desatado, una y otra vez, a la mañana siguiente, se sienten culpables, y le echaban la culpa al hombre, por haberlas seducido. Siempre he pensado que esa actitud es antigua, machista, y desde luego, echa para hacer sentir a la mujer víctima de sus propias decisiones, como si fuera un ser débil que debe ser protegido, porque es incapaz de ver los malos que son
Brandon. Boston, 2024, Parque de Bomberos del distrito doce, en ese momento. Llevaba toda la mañana esperando la llamada de esa Lunática que me tenía robado el sentido, hasta mis compañeros, en especial el jefe Allen se habían dado cuenta de que estaba algo ido. - “¿Qué pasa BM? ¿Otra vez problemas con la CEO? Pensé que, desde que os habías ido a vivir juntos, eso estaba solucionado”- dijo Levín Allen con una sonrisa. Yo ni lo miré, estaba más ocupado revisando mi teléfono para saber si en algún despiste lo había dejado sin volumen, y esa traviesa Afrodita me había llamado, y yo no lo había oído. - “No te responderá, lleva toda la mañana fuera de cobertura, si hasta estamos desenado que suene la alarma, aunque sea para un simulacro, para que este estúpido vuelva a su cuerpo.”- dijo Louis mi mejor amigo, y bombero de mi equipo. - “¡Cállate, gilipollas! y vete a revisar los equipos.”- le dije con desagrado, al ver que el volumen estaba bien, y que aún no había recibido ninguna
Mackenzie. Boston, 2024, Oficina de la CEO Mackenzie O ‘Sullivan, Torre O ´Sullivan, hace cuatro horas. Nada más entrar en el salón de recepción de presidencia, vi a mi asistente Carlos, atendiendo, mientras le ofrecía un café, a una bombera con el uniforme de gala, con unos ojos verdes increíbles, desde luego, era una mujer muy atractiva. - “CEO, le presento a la bombera de primera Daniele Pinkerton, justo a un grupo de expertos del grupo de investigación de los bomberos, se ha encargado de analizar, y buscar pistas del incendio que sucedió en el hotel InterContinental Boston IHG. Por lo visto han encontrado nuevas pistas importantes para limitar quien han sido los autores.”- me dijo Carlos señalándome a la atractiva y profesional bombero. Yo me acerqué a ella, y le extendí la mano a modo de saludo respetuoso, agradeciéndole el gesto de venir a mi oficina para ponernos en antecedentes e informarnos. - “Hola encantada, soy Mackenzie O ´Sullivan…”- comencé a decirle, mientras l
Mackenzie. Boston, 2024, Oficina de la CEO Mackenzie O ‘Sullivan, Torre O ´Sullivan, hace tres horas. - “¿Esto lo sabe el Vader… digo Brandon?”- pregunté nerviosa, ya que tenía miedo de que el me ocultara nada, aunque fuera sólo por protegerme, algo que era muy normal en él, habíamos llegado a un acuerdo. - “Aún no, de hecho, iba pasarme hoy por el parque, para hablarlo con él, personalmente.”- me dijo. - “Te a acompaño.”- dije de forma impulsiva, con demasiada velocidad para mi parecer, ella, simplemente, me miró con una sonrisa divertida en los labios. - “Esta bien, te recojo en dos horas, tengo dos parques, que visitar aún y…”- yo la interrumpí. -“No mejor, te paso, yo a recoger, avísame donde estas, y yo voy a buscarte, mientras le indicaré a Carlos que trate de encontrar a la primera persona, tenemos registros de visitantes y las grabaciones, que se guardan, debe de ser de un tiempo antes del incendio, si aún lo llevaba encima, y no lo entregó al control de seguridad, cu
Mackenzie. Boston, 2024, Parque de Bomberos del distrito doce, en ese momento. Mucho antes de aparcar frente al parque de bomberos, supe que estaba pasando algo, un enorme grupo de bomberos, y algunos vecinos se reunían en la gran explana delantera del parque, mientras miraban a un lugar específico de la explanada, donde un grupo de bomberos se acumulaban gritando, unos jaleando, y otros tratando de parar, lo que fuera que estuviera pasando allí. - “¡Malditos gilipollas, machitos con casco! Ya la están montando otra vez ¡Malditos adolescentes!”- el comentario de Daniele mientras miraba al grupo de bomberos que no dejaba ver lo que estaba pasando en realidad, me hizo mirarla. - “¿Qué está ocurriendo?”- pregunté mientras la seguía, mientras ella iba directa al grupo de bomberos. - “Demasiada testosterona inútil, sin usar en algo productivo”- me dijo cuando al llegar al grupo, por uno de los huecos entre el gentío, vimos a un Vader Bombero peleándose a puñetazos y agarrones con