En el momento que Dan entra a la habitación y se encuentra a Keylen durmiendo, no se puede imaginar mejor escena para iniciar la batalla que se libraría aquella noche.
Sin hacer ruido, deja sus cosas a un lado, saca una toalla de la maleta, porque jamás le ha gustado utilizar las de los hoteles, y se mete a la ducha. Mientras el agua le cae por el cuerpo, se imagina la manera menos sangrienta para hablar con ella, pero incluso dormida se ve que va dispuesta a la guerra.
Cuando sale de la ducha, se coloca la toalla en la cintura, sale a la habitación agitando su cabello para quitarle el exceso de agua y Keylen se despierta asustada, pero cuando sus ojos se posan en él, el miedo se convierte en deseo. Eso nunca se le ha escapado de la vista.
-Hola, amor – le dice con la voz ronca, por ese deseo acumulado -.
Pero no es suficiente.
Así que para provocarla un poco más, se quita la toalla, se la colo
Tras despertar sola durante tanto tiempo, abrir los ojos con ese calor pegado a su espalda, solo la hace sonreír. Se queda quieta, porque no quiere romper esa burbuja que por la noche crearon, porque cuando se rompa, seguro no se verán por mucho tiempo más.Dan lleva despierto mucho más que ella y sabe que ella ya no duerme, tenerla así, para él, entre sus brazos y tranquila, es lo que más deseó por esos tres años y ahora no quiere que termine.Pero hay algo que no se puede controlar… así que cuando su amigo se pone duro, listo para la acción, ella sonríe y se remueve un poco, pegando más sus nalgas a esa erección que humedece esa zona se su cuerpo que también extrañaba ser invadida.Sin decir nada, las manos de Dan comienzan a recorrer la silueta de Keylen, al llevar a sus caderas, baja hasta su centro y con una pierna la obliga a
Lo primero que hizo Keylen al llegar a Fall City fue hablar con el señor Rivers, para explicarle que se iría de regreso a Nueva York. El hombre no pudo contener su cara de sorpresa, porque nunca supo de dónde venía la muchacha, pero le deseó toda la suerte del mundo y colocó enseguida un anuncio buscando personal.Cuando Díaz llegó a la casa por la tarde, se la encontró con Daniel en su sillita para comer, mientras ella le daba la comida y revisaba las cámaras, buscando en las grabaciones de los días anteriores algo inusual, además de aquel hombre que se paseó los primero tres días que ella no estuvo.-Hay un corte de imagen, anteayer – le dice ella, dándole un abrazo -. Así que es posible que la casa esté pinchada.-Pero… yo no me di cuenta, no es posible.-Es muy sutil, si lo pasas a velocidad extra ráp
El viaje de Keylen a Nueva York se hizo eterno, en cuanto le cortó la llamada a Márquez y le dijo a Jake que se fuera directo a Nueva York.Ella pudo irse a Los Ángeles de inmediato, pero allí no tenía con quién dejar a Daniel. En cambio, en su ciudad natal, podía hablar con Luz y Gerard para que le ayudaran con esa tarea, mientras ella iba a salvarle el trasero a su esposo…Esa palabra cada vez se le hacía más frecuente en la mente y si al principio le incomodaba, ahora se le hacía extraño que le dijera así sin serlo oficialmente, pero era algo que podían solucionar cuando todo se terminara.Al detenerse el avión en el hangar privado, la puerta se abre, ella baja con su pequeño en brazos y se encuentra a Gerard y a otros hombres esperando por ella.-Keylen, bienvenida a Nueva York – le dice Gerard pidiendo tomar a Daniel ent
Desde que encontró a Keylen en el Lincoln Park, todo se volvió un caos, pero al menos era uno de esos que te sacan de su zona de confort y te obligan a moverte. Así que era bueno, o al menos eso quiso creer Dan antes de tomar todas las decisiones que tomó a partir de entonces. Comenzó a planificar todo para su regreso a Nueva York, sin embargo las sospechas de que Coussins encontrara a Keylen en Fall City adelantó todo un par de días. En cuanto ella se subió al jet, llamó a su madre y le pidió prestado el jet de la empresa familiar, para viajar a Nueva York a concluir algunas cosas, a recoger otras y dejar órdenes explícitas sobre el regreso de Keylen, porque estaba seguro que en cuanto supiera que él iba a Los Ángeles, ella se iría de inmediato. La necesitaba lejos de California, porque allí de desataría el infierno, segura entre sus amigos, las personas en quienes más confiaba, y también de su gente, que sabía sentían más lealtad por ella que
Luego de un buen regaño y de tener que decirle dónde se estaban hospedando, Dan suspira y mira a Matías.-Llegó brava.-¿Brava? ¡Esa mujer no sé si vino a matar a Coussins o a mí!-Puede ser que un poco a los dos – Matías se ríe y Dan le da una palmada en la nuca -.Llegan al hotel luego de ultimar detalles con los aliados de Los Ángeles, Dan se mete a la ducha, para tratar de despejar dudas y analiza cada paso que van a dar.Tienen que actuar antes de que Coussins, Peter Barrick o como sea que se haga llamar, sepa que están allí.Está tan metido en sus propios pensamientos, que no escucha la puerta abrirse. Solo las manos de una mujer que conoce perfectamente lo traen a la realidad, se gira para quedar frente a ella, la mirada de Keylen es de peligro absoluto, pero no le molestaría morir ahí mismo si es en las manos de su muj
-Vans – responde al fin el hombre -.-Señor Vans… - Keylen baja el arma y le sonríe, pero no esa sonrisa agradable que le gusta a Dan -. ¿Quién lo envió?-Usted lo sabe perfectamente – le escupe con ira -.-Así que nuestro amigo Coussins ya sabe de nosotros – dice ella sonriendo, sin quitar la mirada del hombre -.-Yo no conozco a ningún Coussins – ella saca la fotografía que encontró en el departamento de Rickon y se la muestra -. Ese de ahí… es Barrick.-Así que Rogers es Barrick y… - mira con los ojos desorbitados a Díaz y los dos se quedan sin aire -.Keylen se pone de pie, se queda con las manos apoyadas en las rodillas y Dan se acerca a ella.-Amor, ¿estás bien?-No… no lo estoy – de pronto, algo no le suena bien en todo esto, no puede ser que ese hombre
Keylen rueda los ojos, al tiempo que se gira y desarma a Peter, que no se puede creer lo que está pasando.-¡¿Pero qué demonios…?!-Te dije… esta es la rebelión y tú no eres Dios, así que no puedes hacer nada para evitarla – Keylen pone el arma en el mismo sitio donde él apuntaba, mientras que Dan, Díaz y Vans se acercan a ellos -. ¿Está suelto? – pregunta apuntando con la cabeza a Vans -.-Nos dijo exactamente por dónde atacar y cómo llegar a la casa – le responde Dan encogiéndose de hombros -.-Ahora, denme el placer de matarlo – sisea el hombre, pero Dan lo detiene -.-La dama tiene algunas cuentas que ajustar.Y decir que lo usó como saco de box, es poco.Cada uno de los golpes que Keylen le dio fue sin piedad y nada de lo que podía hacer Peter era suficiente para detenerlos.L
En el momento que Peter sacó su arma dispuesto a dispararle a Keylen sin perder tiempo, Dan la empujó al momento que ella sacaba su arma y le respondía a Peter.Pero fue tarde.Todos reaccionaron tarde.La bala que salió del arma de Peter impactó en el pecho a Dan, mientras que Vans, Díaz y Keylen disparaban al mismo tiempo al hombre que les arruinó la vida. El tiro de gracia fue el de ella, que dio entre los ojos del hombre, solo por atreverse a herir a su hombre.Se lanza a Dan para ver la herida, que debía impactar en el chaleco antibalas, pero se dio cuenta que no lo llevaba…-¡Maldición, Dan! – las lágrimas se le escapan, al tiempo que presiona la herida -. ¡¡Jaaaaaake, ambulancia!!-¡No vamos a llegar, vamos en el helicóptero!-Amor, no me hagas esto… no otra vez, Dan, por favor…-Es-estoy bien &