Punto de vista de Camelia:

Me desperté y vi que la cama a mi lado estaba vacía. Me sentí un poco decepcionada.

Todavía estaba desnuda debajo de la colcha, mientras trataba de bajarme de la cama, hice una mueca de dolor. Estaba un poco adolorida. Lucifer me f*llo tantas veces. Pero no fue doloroso. Mi estómago gruñó de hambre. Estaba hambrienta.

Miré alrededor de la enorme habitación y luego mis ojos se dirigieron a la cama. La cama extragrande.

No era la habitación en la que me había alojado aquí. Lucifer debió haberme traído aquí mientras dormía. Era su habitación.

La habitación era enorme, había dos cuadros pegados a la pared. Dos sofás de estilo victoriano y un pequeño minibar. Me froté los ojos para sacar el resto del sueño de mis ojos.

Las sirvientas ya habían movido mi ropa a su armario. Cubriéndome con la colcha, entré a su armario.

Era enorme. Sus trajes, pantalones, camisas, zapatos, relojes, calzoncillos estaban colgados ordenadamente. Había una pequeña parte del