Casey parpadea abandonando el llanto rápidamente, ¿Por qué esa chica le decía eso? ¿Qué le estaba ocultando? Sabía algo que ella no.—¿Cómo puedes estar tan segura?—Ninguna de las que han traído aquí ha venido vestida de la manera en la que tú estás, eso me hace pensar que…—¡¿Qué?!La pelinegra se arrima hacia ella con un brillo de esperanza en la mirada, Serena no quería engañarla o ilusionarla, pero algo le decía que esa chica era de una familia muy poderosa, el problema radica en… ¿Sería conveniente darle toda esa información?, si Otto se enteraba de lo que estaba haciendo seguramente le daría un castigo de porquería, por ser la más antigua en aquel lugar su trato especial se había ido a la mierda.Según el bastardo ese, las viejas ya no eran el atractivo principal. Y eso, que solo tenía 26 años, era un maldito, que esperaba que muriera muy pronto de la peor manera posible.—Escucha, no quiero que te ilusiones mucho. Únicamente, es una teoría mía. Pero creo que, puede ser que sea
—No puedo creer que esto esté pasando, como es posible que mi hija fue secuestrada —Se decía una y otra vez Rafael sentado detrás de su escritorio mientras se sostenía la cabeza con ambas manos.—Señor Monroe, haremos todo lo posible para encontrar a su hija, ya nuestros hombres están en busca de pistas para encontrarla —El detective le decía a Rafael para intentar calmarlo.—Necesito que la encuentren, no me importa lo que tengan que hacer, pero quiero que traigan a mi hija con vida.—Ya estamos trabajando en ello.—No dejen de trabajar ni un solo día —Ordena el viejo levantando la mirada de su miseria.—Lo haremos, no se preocupe.Pero él ya estaba más que preocupado por el bienestar de su hija, no tenía idea de donde pudiera estar metida, o quien la tenía en sus garras. La desesperación lo estaba carcomiendo, en ese momento, recordó cuando estaba en la casa de Genaro, recibió una llamada de un oficial de policía informándole que habían encontrado el coche de Casey en mitad de la ví
—Como vuelvas a responderme de esa manera, te juro que te arrepentirás Serena.—Yo no te sirvo a ti, Erika así que no me jodas con tus mamadas. Porque no te vas a chingar a otra parte —Deposita el vaso bruscamente sobre la barra para luego darse la vuelta dejándola sola con su rabieta.La rubia podía dársela de la manda más, pero Serena no se iba a dejar pisotear por esa idiota. Para el estilo de vida que llevaba cuando no estaba encerrada, no le permitía dejarse de nadie. Por esa razón era la que más golpes y castigos recibía, ser la sumisa no figuraba en sus planes.Al llegar a la mesa de aquel hombre, de inmediato, este se pone en pie con una sonrisa abierta en los labios. Con aquel fino traje, y su potente aroma a perfume caro, la morena pensó que le daba asco, sospechaba que alguien más estaría esperándolo en casa, mientras que él estaba allí follándose a las chicas secuestradas de aquel lugar.—Hola belleza, esta noche serás toda mía —La toma del codo haciéndole saber que hicier
En eso observo como aquel monumento de hombre se desprendió del saco y camisa, dejando al descubierto un destacado pecho carente de vellos. Sus brazos eran tan fuertes que estaba segura de que si la abrazaba con fuerza bruta la quebraría, seguido de eso ella prestó atención de cómo se quitó los pantalones en conjunto con el bóxer. mascullo para sus adentros, Estaba muy bien dotado, y aunque ella no fuese una virgen, la hizo sentir como tal. Sus piernas temblaron un poco en cuanto él comenzó a bajar sus bragas con suma delicadeza. Unos segundos después, abrió tanto sus muslos que llego a sentir algo de vergüenza ante la fiera mirada de él.Ella pestañea y levanta la vista clavándola en aquellos ojos dorados ante ella, lo ve sonreír y sintió miedo.—Me llamo Mark —Ella abre los ojos por mero desconcierto, ninguna de las chicas se sabía el nombre de los hombres con los que se acostaban. No era necesario que lo supieran, seg
La rubia suelta a Casey groseramente y termina por alejarse un poco de ella al ver a Otto aproximarse a ambas. Erika inclina la cabeza cuando el hombre se planta ante ella liberando ese aroma a tabaco y alcohol.—¿Qué crees que estás haciendo? —Pregunta con tono solemne.—Solo conversábamos.—Te quiero lejos de esta chica, ¿te queda claro?—¿Por qué? —Levanta la mirada —. ¿Acaso ahora es tu favorita? A ninguna de las nuevas las has puesto a fregar platos, ¿Por qué a ella sí?De pronto la cocina se llenó por el sonido proveniente de una poderosa cachetada que recibió Erika, Otto la había golpeado tan fuerte que Casey retrocedió un paso por tal violencia… la rubia levanta el rostro dejando ver como un fino hilo de sangre se colaba por el borde de sus labios.—Si te atreves a hablarme de esa manera una vez más, te juro que te va a ir mucho peor. Ahora lárgate de aquí, afuera hay clientes a los que atender.Ella asiente rápidamente para salir corriendo de la cocina, Casey la ve partir y e
—Debes bailar de esta manera, si no tomas el tubo con fuerza caerás en el suelo —Una vez más Serena le repite a Casey —. No es tan difícil como se ve, solo necesitas practicar.—No puedo hacer eso, ¿Qué clase de baile tan vulgar es este? —Casey objeto desde el suelo, esa mañana las despertaron muy temprano para que ensayaran, y resulto que a la pelinegra le tocaba también practicar.—El que evitara que te golpeen, créeme niña, será mejor que te aprendas este simple baile por lo menos que te sirva para empezar.—Hagas lo que hagas, esta estúpida nunca aprenderá nuestro ritmo. Se ve tan insípida que dudo que haga algo provechoso en la tarima —Erika apareció de la nada con su típico tono despectivo.—Porque no te vas a molestar a otra, o mejor aún, vas y te tragas a una serpiente —Contesta Serena cabreada.—¿También es tu protegida? ¿Recibirás palizas por esta puta?—Al menos ella si las vale —La morena observo a la rubia de pie a cabeza.Erika frunce el ceño al sentirse menospreciada, e
—Serena —Casey murmuró cabizbaja.—Escucha… —Era un poco difícil hablar con ella cuando no sabía su nombre —. No te preocupes, quizás tu familia te encuentre mucho antes de que él venga. Por favor, no pierdas la esperanza. Debes mantenerte…—No, las esperanzas no existen en este lugar. Esto es el infierno mismo.Casey descendió de la tarima mostrando en su rostro desánimo y perturbación, Serena pudo comprenderla a la perfección. No era fácil de aceptar que muy pronto un completo extraño posiblemente te compraría para hacer contigo quien sabe qué cosa. De momento la dejaría un rato a solas, necesitaba un poco de tiempo y espacio para que procesara lo que estaba por pasar.[…]No lo creía, aun le era difícil de admitir que sería comprada por un horrible hombre. No aceptaba que su vida terminara de esa manera, vendida a un desconocido. Necesitaba recobrar la memoria, saber sobre su vida, era injusto que todo acabara sin que ella supiera nada sobre su familia. Bueno, si es que tenía algun
—Casey, ¿estás bien? —Pregunta, la morena observando su palidez.—Me resulta tan familiar ese nombre.—¿Has podido recordar algo?—No —Contesta meneando la cabeza —. Sigo sin recordar nada, solo que, presiento que ya había escuchado ese nombre antes.—Pues, la verdad es que, opino que puede ser tu verdadero nombre —Le responde la morena mirando hacía la puerta —. Otto no nos asigna nombres, por lo general todas usamos nuestros mismos nombres de pila. Pero sin mencionar el apellido.—¿Crees que es mi nombre real? —La pelinegra pregunta un poco esperanzada.Serena no quería emocionar a la muchacha, pero quizás no se estuviera equivocando con eso. De momento tendría que llamarla Casey, era un bonito nombre.—Es lindo nombre, ¿no lo crees? —Le sonríe. —Si.—Entonces, te llamaremos Casey —Serena palmea el hombro de la joven —. Ahora, vamos a ver cómo te van con eso pasos en la tarima.[…]Una semana después, las chicas se preparaban para el show de esa noche. Todas amontonadas en un peque