«De Alfa amoroso a demonio» Blas se acerca a Fedora cuando regresan al cuarto de su madre ya que el médico le ha dicho que la dejará entrar para estar con ella unos minutos. —Te dejaré sola un par de horas, te quedarás con mi madre y con mi tía, no creo que ese idiota regrese. —Creo lo mismo —se
«¿Tú desapareciste a Yerim?» En el hospital Fedora sonríe mientras un par de enfermeras la ayudan a prepararse para entrar a ver a su madre, está débil aún por su situación, pero el médico le ha dicho que no tiene nada de qué preocuparse, después de todo está en las mejores manos. Se acerca a la c
«Una hermosa historia de amor» Con la certeza de que su madre está completamente sana, Fedora toma la decisión de llevársela con ella al palacio, solicitar una de las casitas que tienen para los empleados con familia y enviar a sus hermanos a la escuelita que la Luna Mirabel patrocina para los hijo
—Mejor no, porque cuando te veas mejor que ahora nuevamente tendría que pensar y prefiero invertir mi tiempo besándote que perdiéndolo en buscar palabras que describan lo hermosa que te ves. ¿Vamos? Fedora se engancha de su brazo y camina con él hacia el salón en donde no sólo está la familia, sino
«¿Ya me puedo desmayar?» Para cuando se despiertan sólo se sonríen al darse cuenta de que están juntos al fin, desnudos y con sus cuerpos entrelazados en una comunión íntima que sólo ellos pueden tener. Blas pronto se deja llevar por ese deseo que se aguantó por tanto tiempo, la deja bajo su cuerpo
«Extra: Jasmine y Blake» Tras la noticia de los cachorros de Blas y Fedora, la celebración no se hizo esperar en la mansión Hamilton. Los meses tras aquello se volvieron una tierna añoranza de las experiencias pasadas y para todos fue mágico el ver al fin a un lobo de la familia ser feliz desde el
«Extra: Astrid y Xavier» Cuando todos se reúnen en la celebración, Xavier y Astrid se toman de la mano, ambos sentados en un pequeño sofá perfecto para ellos. Desde allí ven a todos sus nietos bailar, reírse y disfrutar de la velada. Sus dos hijos ser felices con sus parejas y Astrid deja escapar
«Extra: Ivania y Zane» En una esquina Ivania y Zane miran cómo todos bailan, mientras ellos se dedican a acariciarse y darse amor a su manera. —Tengo hambre, ¿me traerías más pastel? —le pregunta ella batiendo sus pestañas y Zane asiente, pero antes de que se vaya, lo atrae a su cuerpo y lo regaña