«Ya lo veremos» Si Blaine alguna vez se imaginó que estaría en una situación como esta, pues le hizo mucha falta imaginar más. No se ha separado de Nita ni una sola vez en tres días, ella no ha abierto los ojos para nada y eso lo está matando, la incertidumbre no es algo que él pueda manejar. —Oye
«El castigo a los traidores» Reponerse es su única tarea por ahora, así que todos dejan tranquila a Nita sólo que ya no en el cuarto del escolta, sino que en la habitación de Blaine en el castillo, porque quiere atenderla en todo momento. Mientras él se dedica en cuerpo y alma a ella, por el otro
«Sin resistencia» Jasmine nunca les enseñó a sus hijos a sentir esa sed de venganza ni mucho menos sentir placer por quitar una vida, pero Blaine ha crecido con muchos ejemplos, de lo bueno y también de lo malo, por lo que sabe lo que puede suceder si le das la más mínima ventaja a quienes te hacen
«Si la pierdes, te olvidas de mí» Nita aprende bien y rápido cada cosa que se le enseña, aunque para algunos no pasa desapercibido el hecho de que sea un poquito más lenta y tenga menos fuerza que las lobas de su edad, pero todos están convencidos de que es porque nunca tuvo instrucción. —¡Vamos,
«No somos nada» Cuando Nita se levanta dos días después siente que le duele todo, pero quedarse en cama sin hacer nada no es opción para ella, por lo que aprovecha que Blaine no está y se va la ducha. Tiene la sensación de que el agua tibia le da un respiro al dolor que la apalea y no puede dejar
«Un compromiso» Cuando Nita al fin se siente mejor, ya sale de la cama, pero con la advertencia de Astrid de no hacer ninguna locura, porque su cuerpo aún está algo débil. Y tras cinco días en la cama, lo último que desea es hacer algo estúpido que la mande allí de nuevo porque no le gusta estar si
«Te amo» Nita regresa al entrenamiento, pero a partir de ahora tiene prohibido el combate tanto por su suegra como por su tóxico. Los días se le pasan volando y cuando abre los ojos, lo primero que se encuentra es la sonrisa de Blaine que sostiene una bandeja con comida y un regalo enorme. —Feliz
«La desconfianza» Cuando entran en la cabaña, Blaine no baja a Nita hasta llegar a la ducha, en donde no deja de besarla mientras el agua cae sobre los dos y le va quitando la ropa lentamente. En cierto punto, ella no puede más con esa sensación que le quema y hace lo mismo con Blaine, cuyos ojos a