Jasmine va caminando de la mano de Blake mientras se dirigen hacia la cabaña que él ocupó al inicio como un simple esclavo. Ve como sus hijos y Oscar corren felices hacia el lugar, después de arduo trabajo, Blake ha terminado de dejarla como esperaba tenerla y en cuanto entran, los niños se quedan m
—Sí, te lo doy… sí quiero ser tu esposa. Blake deja un beso en su vientre, en donde su hijo se remueve y luego se pone de pie para abrazarla y besarla. La conduce hasta una suave cama dispuesta en el suelo, rodeada de pétalos en donde ella cierra los ojos sintiendo la suavidad que le envuelve. —¿E
Cómo cosa realmente curiosa, ante las palabras de Alexa y como si lo hubiesen pensado, planeado y hasta ensayado muchas veces, quienes son los primeros en reaccionar y moverse son los gemelos quienes se ponen por delante de Oscar y lo protegen con sus pequeños cuerpos, llevándolo hacia atrás y alejá
—Sé que mi mujer sin transformarse es una mujer terrible, pero Alexa sí podrá hacerlo y cuando dejamos salir a nuestro lobo también lo hace toda nuestra fuerza. No puedo permitir que Jasmine corra ese peligro, en tal caso, debería hacerlo yo, que soy su hermano. —No —dice Jasmine con firmeza y mirá
La familia completa se acerca corriendo para celebrar el hecho de que Jasmine haya defendido con fiereza el ser la madre de Oscar, sin embargo, todo se detienen en cuanto Blake la toma entre sus brazos y grita angustiado. —¡¡Necesito que preparen todo, mi cachorro ya viene!! Todos comienzan a move
Cuando al fin se quedan solos y Astrid consigue sacar a Javier de la habitación, Blake cierra la puerta y se mete a la cama junto a ellos. Acaricia los hermosos cabellos de su pequeña, que son de un castaño claro que la hacen ver realmente hermosa. —No puedo creer que nos saliera una niña tan linda
Murack corre detrás del rastro que su cachorro ha dejado, el que casi es imperceptible por el olor que emana el propio doctor. Así que si en algún momento tuvo la duda de que este se lo había llevado, con eso le queda claro que el hombre es quien se ha robado a su hijo. “Te juro, Zane, que en cuant
Cuando Sandro, el padre de Zane, piensa que ya lo ha dejado atrás, sonríe con satisfacción y mira el semblante de su nieto. Aunque no le gusta para nada que no se parezca mucho a él más que en el cabello y en los ojos, siente la satisfacción de que al menos tendrá un heredero para mantener dentro de