Lo primero que sintió Luna al abrir los ojos y moverse fue que su cuerpo estaba caliente, sentía mucho calor y había algo pesado sobre ella, para darse cuenta que estaba entre los brazos del alfa que la tenían bien sujeta contra su cuerpo. Tanto que sentía que se iba a asfixiar. Se movió como pudo y separó su cabeza del pecho duro de este tomando un profundo suspiro.Y entonces lo sintió. El fuerte dolor de cabeza que la hizo soltar un gemido. Sus recuerdos eran algo difusos, no recordaba mucho del día anterior, pero su cabeza daba miles de vueltas. Lo que si estaba bien claro que había tomado como si no hubiera un mañana después que Lord la había dejado, solo que la resaca… no era nada agradable.-demonios- maldijo con los dientes apretados cuando sintió una mano que se posó en su nuca masajeando la zona. Eso hizo que al momento el dolor disminuyera.-¿Ya estás despierta?La mujer respondió con un sonido de la garganta y el lobo abrió los ojos lentamente. Luna juró que este se notaba
Luna agitó la mano en la puerta de la clínica mientras la mujer se iba con su mascota en brazos. Le había encontrado algo en la garganta que casi lo estaba asfixiado y después de sacarlo y ponerle un suero para estabilizarlo pudieron irse con buen pronóstico, aun así, le dijo que estuviera en observación. Se alegraba que no hubiera sido algo peor.Entró secándose las manos encontrando que Lord la mirada convertido sentado en el sofá. Sus orbes estaban fijos en los labios de ella.-¿Qué ocurre?-Realmente te gusta lo que haces- alzó una ceja reconociendo este hecho- Tienes una sonrisa en el rostro.Ella asintió y aunque él estaba desnudo, como que la vergüenza ya no era igual como al inicio, así que se dejó caer al lado de él, pronto el lobo puso su brazo en el respaldar detrás de ella y sus dedos tocaron su hombro en una caricia.-La verdad era la única carrera que quería estudiar, y mira que tuve opciones. Pero el bienestar de los animales es algo que siempre me llamó la atención y a
Lord miraba como Luna se movía por todo el cuarto recogiendo cosas de aquí para allá y la llevaba al interior de la mochila que se llevaría. Ya abajo tenía otra con todos los implementos médicos que necesitaba llevarse para casos de emergencia. Como lobos se curaban rápidamente, pero una ayuda en casos extremos no vendría mal.La miraba recostado en el marco de la puerta con solo una toalla alrededor de su cintura que apenas cubría la desnudez de su cuerpo. Y eso lo hacía sentir incómodo. Con la cantidad de veces que había estado sin ropa en aquel cuarto.-Realmente no entiendo que tienen en contra de la desnudez los humanos, es lo más cómodo que hay- dijo como si fuera un tema normal.Ella se quedó quieta y lo miró alzando una ceja.-Más bien, que tienen ustedes en contra que estemos vestidos. En nuestra sociedad ir sin ropa como si le estuvieras diciendo a todo el mundo que quisieras tener sexo. A que si lo imaginas así preferirías que estuviera vestida- le refutó ella.Lord se qued
Luna podía sentir la brutal tensión en el cuerpo del alfa. No había músculo que no estuviera duro, así como las pulsaciones fuertes y rápidas de los latidos de su corazón. Ella no era idiota, sabía que la situación no era fácil. Y ella sabía lo importante que era la manada para el alfa.-Lord, Lord- lo llamó ella sacudiendo el pelaje de su lomo.El lobo la miró sobre su hombro con los ojos consternados.-Sé que lo que te voy a decir no te va a gustar, pero escúchame con atención. Déjame sobre aquella rama- señaló uno de los árboles frondosos que estaban por la zona- Yo me escondo allí sin hacer ruido y cuando termines de poner en orden las cosas en la manada vienes por mí.-No voy a dejarte en medio de la nada- él le gruñó.-no es momento de estar peleando Lord. La manada te necesita y ya yo no soy una niña pequeña, puedo defenderme. Además, voy a estar en alto y en silencio. No debe pasarme nada- ella le decía con todo duro pensando en la mejor solución para todos en ese momento.Lor
Luna tragó en seco y su cuerpo se paralizó al sentir la mirada de aquellos dos sobre ella. Eso… era un problema y uno muy grande. Se suponía que no la descubrirían, para eso estaba escondida. Tampoco había hecho algún sonido. Acaso…El olor de Lord.El alfa solía rociarla de sus feromonas para marcar terreno alrededor de ella y así dejarle saber a los demás machos que no podían tocarla. Mal momento para la posesividad del lobo, la estaba poniendo en un aprieto.Sus labios se apretaron en una fina línea y casi se olvidó de respirar cuando vio como Klaus se acercaba a la ubicación de ella agarrando la base de su daga en el cinturón. Demonios, qué hacía ahora.Detrás de él el lobo no se movió, aunque sus ojos no se apartaban del lugar donde ella estaba. Luna sentía que su corazón iba a salirse de su pecho. Miedo no era la palabra exacta para describir lo que realmente estaba sintiendo en ese momento.Podría lanzarla algunas de las mochilas, pero correr y ponerse a salvo sería complicado,
Lord pasó sus manos por el cuerpo de su mate limpiando tanto la sangre como la suciedad en el cuerpo de esta recostada contra su pecho y entre sus muslos. Terminó humedeciendo su cabello y corriéndolo hacia atrás para limpiar su rostro que tenía los ojos cerrados. Una vez concluyó la labor de dejarla limpia entrelazó sus dedos con su mano y la llevó a sus labios besando los blancos nudillos.-Estás agotada.Luna le respondió con un sonido proveniente de su garganta.-Nunca he atendido a tantos casos tan complicados seguidos. Además, tus lobos son grandes. No las mascotas pequeñas que suelo atender seguido.Lord bufó.-Igual hiciste un buen trabajo. Todos estaban aliviados cuando los atendiste y sus familias agradecidos. En este tipo de casos hay grandes posibilidades de perder miembros, pero con tu rápida ayuda eso pudo evitarse.-Solo hice mi trabajo- ella se restregó contra él mostrando una leve sonrisa agotada, aunque hizo un sonido de disgusto.-¿Qué ocurre?Ella abrió levemente l
Luna no supo dónde estaba.El lugar le parecía reconocible. Quizás demasiado. Estaba oscuro y la brisa fría golpeaba su piel y bajó la mirada. Sus manos se veían mucho más pequeña de lo que recordaba. Entonces sintió la yerba en sus pies. Estaba descalza y estos también eran más pequeños.Espera, qué era eso. Porqué era más pequeña. Acaso eso era un sueño, acaso eso era un recuerdo. Ella no sabía y se encontró muy confundida. Se pasó las manos por el rostro y efectivamente la textura era diferente.Pero si ella hacía poco estaba en la cama junto a Lord, incluso abrazando su cola. Entonces, cómo es que había llegado allí y sola. El miedo comenzó a alojarse en el interior de ella al igual que los temblores.No seas cobarde Luna. Esto… esto debe ser una ilusión o al menos un sueño, pero era tan real, tan vívido… tan familiar. Cómo si hubiera estado allí antes. Entonces por qué no podía recordar, a menos que…Sus ojos se abrieron. No muy lejos de ella se notaba como el terreno terminaba y
Luna había notado que Lord se estaba comportando un poco extraño sobre todo su temperatura corporal. Esta era bastante alta. Era un lobo y por consiguiente era normal que fuera alta, pero no tanto como cuando lo besó antes y el interior de su boca y su lengua… estaba realmente caliente, parecía que derretiría la de ella.Incluso ahora el alfa solo tenía el pantalón puesto y ni siquiera había tocado la camisa porque alegaba que tenía calor. Había algunas pequeñas gotas de sudor adornando su cuello. Eso sí no era normal pues por lo que había aprendido y su experiencia, los lobos controlaban muy bien su temperatura corporal. Así que cuando se reunió con él después de vestirse le puse la mano sobre la frente poniéndose de puntillas. Maldijo la altura de él. Su seño se frunció ligeramente cuando encontró la piel caliente confirmando sus sospechas.-No me gusta la temperatura- dijo ella como completamente veterinaria que era.Lord le apartó la mano como si no fuera importante y le besó los