Aaaahhhh. Aquello era desesperante.Selena se estaba agobiando de perder el conocimiento tantas veces en tan poco tiempo. Ni siquiera cuando estudiaba la carrera donde apenas tenía tiempo para dormir había quedado varada en el mundo de la inconciencia tantas veces. Pero desde que había llegado a aquel lugar todo estaba patas para arriba.Y más ahora que su cabeza tenía muchos de los fragmentos perdidos de su pasado. Ese que había estado en las sombras por demasiado tiempo. Comenzando por su nombre.Luna.No era un mal nombre, lo que después de tantos años llamándose Selena, ese no le resultaba familiar y hasta le era un poco incómodo.-¿Te despertaste?- escuchó la voz de alguien entrando por la puerta. Su cuerpo se iluminó por la luz de la ventaba que anunciaba que ya había amanecido hacía rato por lo que había estado inconsciente por bastante tiempo, con razón le dolía el cuerpo de estar acostada.Aparte de eso ahora lo pudo ver realmente como era con toda la luz posible y sin tanto
Selena encontró agradable la sensación de la cola de aquel hombre… lobo, lo que fuese. Se sentía realmente bien al tacto. Su rostro enterrado en ese y oliéndola la dejaba realmente relajada. Creía que, si dormía así todos los días, lo más probable fuese que no tuviera pesadillas. Sería lo más probable.Estaba tan sumida en sus pensamientos que no sintió que la cama se movió hasta que tuvo un brazo alrededor de su cintura que la estrechó contra el costado de Lord y el aliento caliente de este sobre su nuca,Fue entonces que reaccionó.-¿Qué hace?- Intentó girarse pero el agarre de él se lo impidió.-Quédate quieta, solo estoy revisando algo- la voz de él salió grave mientras inspeccionaba su marca en el cuello de ella y definitivamente necesitaba marcarla de nuevo, sobre todo porque dentro de la manada, estaría rodeada de muchos machos y dado que aún no estaban enlazados no quería a ninguno mosqueando alrededor de ella. Tenía que dejar claro que ella era su pareja.Selena tembló ligera
Selena no tuvo más nada que hacer en la habitación que quedarse leyendo el libro.Escapar no era una opción. De seguro de la puerta no pasada.Realmente temía volver a perderse en el bosque y ser perseguida. El miedo aún era latente dentro de ella y le ponía la piel como gallina. Que la llamaran cobarde, jugarse la vida no era cosa de juego.Se había quedado en la cama acostada donde había un olor agradable y enredada entre la colcha de piel se sumió en el libro, tanto que cuando el beta entró para traerle la comida ella se sobresaltó al notar su presencia.-Hola Luna- él le sonrió manteniendo distancia.-Lord no te va a comer- ella notó la cautela de él y la forma en que la llamaba. Corregirlo parecería que sería una pérdida de tiempo total.Él hizo una mueca extraña.-Por muy bien que nos llevemos él y yo no creo que estar cerca de su hembra le agrade mucho. Y no te llamo hembra de forma despectiva. Somos lobos por lo que solemos decirle así a las lobas o mujeres- se corrigió rápido
Selena avanzó en dirección al lago delante de ella siendo detenida por la mano del lobo que le impidió caminar. Ella lo miró por encima del hombro con dudas.-¿Sabes que es este lugar?- él le preguntó dando un paso y poniéndose a su lado- Aquí solíamos venir constantemente. Te gustaba esconderé aquí cuando ocurría algo o querías estar sola.Ella asintió levemente con la cabeza y podría creerle. La atmósfera del lugar era realmente calmada. Podría quedarse allí por horas sumida en aquel ambiente tranquilo y quedarse dormida. Cerró los ojos y se dejó sentir todo a su alrededor. Como la brisa corría, el sonido del agua, de las hojas y de algo cálido rozando sus labios de repente.Lord había notado el cambio en su pareja, la forma en que su cuerpo se estaba relajando y sus párpados se habían cerrado. Él se quedó mirándola por unos cortos segundos y se inclinó para satisfacer lo que hacía rato deseaba hacer. Poner sus labios sobre los de ella. No lo forzó, no los chupó ni lamió, simplement
Selena sentía como la lengua del lobo recorría su cuello lamiendo su piel justo donde su vena latía desenfrenada. Su cuerpo estaba caliente y palpitaba en cada zona que era tocada por él, era como aquella noche, el placer opacaba cualquier miedo que pudiera tener ante la nueva experiencia.El cabello del lobo rozaba su piel y la hacía estremecerse, las piernas de ella ahora alrededor de la cintura mientras la cargaba por los muslos se apretaban intentando no caerse, aunque sabía que él no la dejaría. Sus brazos se apretaban alrededor de su cuello para más seguridad lo que le daba toda la libertad a la boca de el de lamerla y besarla como quería.Aun así y del fuego que la recorría y más importante que recordar su pasado, Selena tenía en la mente su futuro, ese que en algún momento había tenido planificado y que ahora parecía un grano de arena en una playa. Lord había aparecido para desencajar todo.Había planeado ser una buena veterinaria, tener una casa propia, un esposo y una famili
Ah, ahora si podía decir que se estaba volviendo loca, bueno… después de llegar casi a un pueblo fantasma, tener a un lobo de mascota, sobrevivir a una persecución de un lobo salvaje, despertar en una manada de lobos y que el alfa de este le dijera que era su pareja y fuera el hombre con quien casi se revuelta hacía poco… como que podía decir que ya no era casi. Solo que en ese momento no podía pensar en ello, mucho menos por lo que se rozaba entre sus muslos y lo que besaba su espalda. Ella que hasta el momento tenía poca experiencia en temas sexuales ahora se encontraba doblada en la orilla de aquel lago, con el agua a mitad de los muslos, el pecho sobre la yerba y la ropa regada a un lado. Las manos de Lord se habían movido tan rápido sobre su cuerpo que antes que se diera cuenta estaba sin ellas, ahora esas mismas manos estaban sobre su cintura que aguantaba para mantenerla en su lugar tras las embestidas que el daba detrás de ella. La cadera del alfa chocaba contra sus nalgas do
Como que Lord estaba acostumbrado a la desnudez o al menos quitarse la ropa constantemente. Lo había hecho en el estanque y ahora delante de ella sin ropa miraba la que tenía que ponerse con una expresión incómoda. Luna juraba que lo había escuchado protestar. Era comprensible, era un lobo. Fue entonces que se preguntó cuántas veces él la había visto así cuando estaba en su casa. Ella solía salir del baño muchas veces sin nada o simplemente en ropa interior y se cambiaba delante de él. -Al menos debías haber tenido la decencia de no mirarme tan fijamente cuando me cambiaba delante de ti- sin darse cuenta sus pensamientos salieron por sus labios. Lord alzó la cabeza y enfocó sus orbes en ella. -¿Qué? Ahora te molesta que te haya devorado con la vista todas esas veces. Créeme que eso fue lo menos impactante que hice- su forma de decirlo serio estremeció cada vello del cuerpo de Luna que despegó la mirada de él y se centró en sus prendas, aunque aún podía sentir como este la miraba.
Luna miraba impresionada los alrededores mientras Lord la llevaba por el medio de la manada con sus dedos entrelazados. Era increíble que lo que había visto durante el día había cambiado en solo pocas horas. Había más color, varias linternas, antorchas y fogatas encendidas que le daba una atmósfera diferente al entorno, los miembros de la manada tenían vestidos de color rojo muy intenso y adornos en dorado, solo los de ellos se diferenciaban y se imaginó el porqué. El olor de la carne siendo asada y el alcohol rellenaba toda la estancia y hacía la boca agua. Y entre todo, las sonrisas era lo que más predominaba. Había incluso niños corriendo detrás de pequeños cachorros de lobos que varias veces se les cruzaron por delante, así como hombres, mujeres. Así como lobos junto con su pareja transformada sentada en encima de ellos. Era simplemente una escena de una novela de romance. Y Luna sentía que aquella escena no era la primera vez que la había visto. Había pequeños detalles en su me