Inicio / Hombre-lobo / El Alfa despiadado y su conejo / Capítulo 4. Igual de amargo que el chocolate.
Capítulo 4. Igual de amargo que el chocolate.

"Aquí, solitario y abandonado

Aquí, aullando a la luna

Así que esperaré en silencio, silencio, silencio.

Hay huellas en la nieve, las seguiré adonde quiera que vayas.

Seré el lobo solitario, te seguiré adonde quiera que vayas..."

The Rasmus- Silver Night

La habitación está inundada con un olor a fluidos, sudor y perfume caro, es tan grande y vacía que solo puedo escuchar el eco de la cama rechinando con cada embestida, mezclada con sus jadeos y mi llanto. 

En cada intento que hago para moverme para liberarme, me doy cuenta de que es imposible, este hombre me supera en todo, el peso de su cuerpo me impide hasta respirar, mis músculos duelen, siento que estoy en el punto de la resignación porque no puedo hacer nada. 

Siempre pensé que la primera vez que estuviera con alguien seria la cosa más romántica del mundo, con flores, velas y que sería con una persona que amasé con el alma, desafortunadamente para mí no fue ni será así. Nada tiene sentido, es como si esto fuera solo una horrible pesadilla que en cualquier momento va a terminar. 

De repente las embestidas se detienen, y un ronco gemido inunda la habitación, suena tonto, pero en este momento le agradecí a dios o a lo que sea que exista en este universo porque no termino dentro de mí. 

-Esta será tu habitación de ahora en adelante, vuelvo en un rato, así que evítame la pena de salir a cazarte a estas horas de la noche Conejita- Se levanta de la cama y comienza a recoger la ropa del piso a medida que va poniéndosela-

Mi mente y mi cuerpo están en jaque, no puedo pensar en nada más que el vacío, solo podía contar de uno en uno cada vez que sus manos tocaban sin delicadeza mi cada rincón de mi cuerpo, se sentía como si le molestara hacerlo, pero tampoco se detenía. 

-Aunque quieras correr o escapar sabes que es un caso perdido, cada parte de ti me pertenece ahora- dice riendo mientras acomoda su chamarra- Deberías estar feliz, porque no te castigue como debería haberlo hecho.

No puedo evitar tomar las sabanas y cubrirme con ellas mientras abrazo mis piernas, en cuestión de segundo él se acerca, toma mi barbilla con fuerza y mis cejas se fruncen al instante. 

-Jamás olvidaré esos ojos conejita, así que jamás olvides los míos- susurra antes de darme un seco beso en los labios y salir de la habitación.

Con la poca energía que me queda, me levanto de la cama y empiezo a recoger mi ropa o lo que queda de ella. No puedo evitar pensar en que haré, tengo que salir de aquí.

Abro el enorme closet y encuentro ropa para mujer de todo tipo, así que tomo un pantalón deportivo y una sudadera.

Una vez vestida, trato de abrir la puerta, pero está cerrada con llave, ese maldito me encerró. Me siento en el suelo resignada, mientras grito y lloro de rabia, hasta que me viene la imagen de mi abuelo a la cabeza... "Cuando perdíamos la llave de la bodega usábamos un pasador para abrir el seguro". Como pude fui corriendo a registrar todo el closet, saqué todo lo que tenía a la vista hasta que encontré con broche con la punta muy parecida a las que usábamos.

Doblo la punta y en menos de dos minutos logro abrir la puerta, una pequeña esperanza inunda mi corazón, así que sin dudarlo salgo corriendo de este asqueroso lugar. 

(***)

No sé cuánto tiempo he estado corriendo por este bosque, tampoco me importa, preferiría mil veces ser atacada y morir en manos de algún animal salvaje que regresar a ese lugar, suspiro y me pongo en mente que mi pase de salida es buscar ayuda.

A pesar del ruido natural que llena el bosque, un gruñido llena todo el bosque como un eco, y me saca me hace brincar del susto, sé que debo seguir corriendo, mi vida depende eso, de repente mi pierna izquierda se atora con una rama, y por la velocidad a la que venía corriendo, me gana el peso y caigo en seco al suelo...

(***)

-No puedes seguir haciendo esto Demian, sabes que todo está mal, ella no te ha hecho nada y no se merece esto- escucho a alguien gritar y trato de abrir los ojos.

-Cállate Eymi éste no es tu asunto, ¿crees que me alegra el hecho de que una m*****a humana sea mi otra mitad? Lo justo es que ella sufra como yo lo estoy haciendo en este momento, asi que espero que te quede claro que el único que decide sobre ella soy yo.

- ¿Qué paa sa? - apenas sale como un susurro, la cabeza me mata de dolor. 

- ¿Dios cómo estás Noah? Llevas una semana sin despertar estaba desesperada- dice mientras toma mi mano y llora.

Trato de enfocar la vista a Eymi cuando volteo y lo veo, no puedo hablar, pero mis lágrimas no dejan de salir, me atrapó...

-Es hora que te vayas Eymi, mi conejita y yo tenemos que hablar sobre su castigo- dice mientras se para del sillón de cuero y abre la puerta de la habitación para que ella salga. 

Por favor Demian déjame quedarme con ella, no puede estar sola, mírala – dice Eymi casi rogando.

-Creo que he sido muy claro contigo, y te repito, que mi última palabra es no, deja de jugar con mi paciencia Myli- Antes de que dijera algo más, ella me da un beso en la frente y sale de la habitación dejándome sola con él.

-Parece que te fascina jugar, te di una orden e hiciste lo opuesto. Pensé que había sido claro contigo Conejita. Solo lo diré una vez más, no habrá segundas oportunidades, puedes intentar escapar las veces que quieras, pero ten por seguro que siempre te encontraré- es lo único que dice antes de salir de la habitación...

(***)

Ya me cansé de llorar, estoy perdida en mis pensamientos cuando escucho la puerta abrirse y me pongo alerta.

-Buenas tardes señora Noah, mi nombre es Anabell y desde hoy seré su mucama personal, el señor ordenó que la ayudara a arreglarse para la fiesta de hoy- se acerca y pone en la mesa dos cajas blancas, no me importa lo que diga esta chica, solo quiero salir de aquí y sé que ese evento podría ser mi última salida.

Después de tres horas, me paro frente al espejo, no lo niego es un vestido hermoso de color rosa pastel, con mangas y encaje. Pero esto no cambia todo lo que él me ha hecho. Esta es la primera vez que conozco que es el odio, por primera vez puede decir que mi odio tiene nombre y se llama Demian.

(***)

-Deja de verme con esos ojos Conejita, no me disgusta, por el contrario, me excita el hecho de saber que ahora ocupo todo el día tus pensamientos- dice Demian con la pierna cruzada en el asiento de cuero mientras me ve directamente a los ojos.

Solo volteo la cara, no quiero ni respirar el mismo aire que él, pero estamos en el mismo coche. Los minutos parecen una eternidad y cuando por fin deja de moverse el auto, la puerta se abre y el sonido de la gente hablando y el flash de la cámara sonar atonta mis oídos.

-Bien Conejita, es hora que comience el juego- dice riendo mientras sale del auto y me extiende la mano. La ignoro y salgo como puedo. En segundos estamos rodeados por reporteros y no dejan de tomar fotografías

-Señor Volkan, ¿Dónde conoció a su prometida?, ¿es verdad que el proyecto se está financiando solo para que su futura esposa este ocupada? – miles de preguntas llueven y no sé a dónde mirar- ¿Qué paso con la modelo rusa Ivanka Muslov? ¿la compañía va a dividir sus activos con la boda?

-Hoy es un día muy importe para los dos, así que agradecería que no atosiguen a mi prometida con esas preguntas, sin embargo, agradezco que estén aquí y sean parte de nuestra felicidad, ¿no es así amor? - volteo a verlo, pero toma mi mano y me da un beso en los nudillos, los reporteros se alborotan más, pero en segundos llegan unos hombres de negro para abrir paso y Demian casi me arrastra hasta entrar al enorme salón.

(***)

-Muchas felicidades hijo, estoy feliz por ti- dice un hombre mayor vestido con un traje de gala negro y a lado de él hay una chica que no debe pasar los 30 años.

-Estamos muy feliz por ti cariño, realmente pensé que jamás la ibas a encontrar. Sé que no debo meterme en asuntos familiares ya que no soy tu madre, pero le había propuesto que buscaras esposa pronto- dice riendo mientras le toca el brazo- sería una lástima que siguieras solo, ser una sangre pura es difícil- la cara de Demian se mantiene relajada con todo lo que esa mujer dijo, pero sus ojos reflejan todo lo contrario.

-Tienes razón Sophia, eso es asunto familiar, así que déjame decir que aunque mi tío te haya escogido como remplazo, no te hace ser parte de la familia- me quedo muda, porque veo otra vez esa sonrisa escalofriante cuando le susurra al oído a esa mujer.

La mujer cambia totalmente su semblante y se acerca al hombre mayor. Demian toma mi mano y me hace caminar así el centro del salón, a medida que avanza, todos los invitados hacen una especie de reverencia y le dicen “Alpha”. ¿En qué demonios me he metido? pienso cuando veo a Eymi y a Marcus a lo lejos.

-Gracias a todos ustedes por venir, la sobrevivencia de nuestra especie se ha logrado con el apoyo de cada familia que integra el Consejo, se que hemos pasado un sinfín de contratiempos y pérdidas tratando de controlar a los Quattor, pero hoy es un día de fiesta que nos va a garantizar la sobrevivencia.- De repente se acerca a mí y me toma de la cintura, como si estuviera marcando su propiedad.- Su nombre es Noah Cirian y ahora se ha convertido de mi luna, así que como su Alpha les ordeno que le tengan la misma obediencia que a ..- antes de terminar de hablar un grito distrae a todos los oyentes.

-No, puedes hacerme eso, yo era tu luna, tú me dijiste que lo seria, ¡no puedes cambiarme por una humana tan frágil y estúpida como ella! - veo a una rubia hincada en el piso llorando como si la estuvieran torturando. -

-Ivanka, no juegues con mi paciencia- dice Demian en un tono neutro cuando dos personas con ropa muy elegante se acercan a tratar de parar a la mujer.

-Señor por favor perdónela, ella bebió mucho no sabe lo que dice. - La voz del hombre de mediana edad es de miedo.

-Solo por esta vez lo pasare por alto ya que tu intercediste por tu hija, pero dime Sebastián ¿Cuál es el castigo por ir en contra de las decisiones del alpha? - dice de forma sarcástica y casi riendo.

-La muerte...- hace una reverencia y saca a la chica del salón.

A pesar de haber presenciado una escena de película, ninguno de los presentes en la sala dijo o cuchicheo algo del tema, es como si no hubiese pasado nada, ¿Qué es Demian, porque esta gente le dice alpha? pero lo más importante ¿Por qué tengo que estar yo aquí? Fueron lasp reguntas que resonaron en mi cabeza todo del camino. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo