Punto de vista de ElizabethQuedé espantada al escuchar aquella discusión, hablaban sobre cómo acabar con la vida de una persona como si fuera lo más común del mundo.Observo a Alfred dando directivas, lo veía y no quería creer, pero sus órdenes habían sido muy en serio y eso me pareció horrible. No pude resistirlo un rato más y decido retirarme. Una lágrima cae sobre mi mejilla, me siento aterrada, cómo es posible que sea tan insensible, desalmado. -¿Mi Luna, quiere que le prepare algo para comer?, preguntó Carmen, llamando mi atención, negué con la cabeza.Lo único que quería hacer era salir de aquí, con el corazón apretado, seco mis lágrimas y marchó hacía el auto.-¿A DÓNDE CREES QUE VAS?, escuchó decir es Alfred. Tomó aire para poder enfrentarlo.-¡Lo siento!, nunca debí venir, respondí en un tono seco.-ENTRA A LA CASA AHORA, ordenó. -Debo irme, Alfred, insistí.-NO ME HAGAS REPETIRLO, ELIZABETH, me dijo, apretó los ojos tratando de consolarme porque sé que no dejará que me v
-¡Yo soy quien toma las decisiones Elizabeth!.-Te equivocas, Alfred, tu puedes ser el rey aquí. Pero no puedes obligarme a que me quede, y yo elijo irme. -¡No permitiré que te vayas!.-Solo tiene dos opciones, o me dejas que me vaya o me matas. No estaré aquí en contra de mi voluntad. Le dije poniéndome firme, porque no pienso someterme.Un hermosa sonrisa se dibujo en su rostro, aún así no lo entiendo.-Eres tan hermosa Elizabeth.-¿Has escuchado lo que te dije?, le pregunté con el ceño fruncido, porque siento que se esta burlando de mí.-Escuche cada palabra. -¿Y que es lo que te hace gracia?-No hay un ser en la tierra que me haya hablado como tú y que aún conserve su cabeza, yo lo mire confundida.-Eso es por qué eres la Luna de esta manada.-Me iré Alfred, jamás podré ser lo que esperas.-¿Estas segura que es lo que quieres?, me preguntó, ¿acaso me dejará ir?, yo asentí.Hizo una pausa, camino por la habitación con las manos en los bolsillos y se quedó observando desde la venta
Pov ElizabethComenzamos a empacar nuestras cosas, mi tía y mi madre se han encargado de conseguir una casa en el centro de Irlanda, estamos a una hora de aquí y eso es bueno.Me había acostumbrado a tener a los hombres de Alfred custodiando mi puerta y no verlos se me hace muy extraño.Espero que alejarme pueda ayudar a calmar a este frágil corazón que agoniza desde que decidí dejarlo. Lamento no haber tomado esta decisión hace tiempo, quizás no me hubiese dolido tanto. Sabia desde un inicio que esta relación no podría ser posible, ni siquiera es humano como podría considerarlo.Subimos las cajas al camión de mudanza junto al chófer, Abril aún espera a Andrés, intentó distraerla para que deje de pensar en él, porque estoy segura que no sobrevivió.¡Maldita seas Alfred!, me enoja el simple echo de recordar sus palabras, no puedo creer que sea tan cruel.-Lo llame cientos de veces, y me da el contestador. Seguro que su jefe no lo deja venir, comentó ella.-Es muy probable.-Pero cuando
NarradorHabían pasado tres día que no sabía nada de Elizabeth, luchaba con su lobo para no salir corriendo detrás de ella, borro todo tipo de contacto, para no caer en tentación. Su parte racional le decía que era lo correcto, de esa manera la mantendría a salvo. Había muchas cosas que no podía contarle porque sabría que sería muy difícil para ella.En la penumbra de su habitación, sin nadie que pudiera atestiguar, el enorme lobo negro lloró. Sufría en silencio por quererla, eso era algo que no podia negar. Sé había enamorado de una humana, de su luna, pero estar con ella era difícil.Los humanos eran seres muy primitivos, como unos niños. La reacción de Elizabeth, quién sería la reina de la manada era poco racional, y él necesitaba que su compañera fuera fuerte, pero con ella todo era diferente. Elizabeth era como una delicada flor, y él era un hombre lobo, jamás podría ser la pareja que ambos esperan. Habia echo un gran esfuerzo para que ella lo aceptará, pero al fin y al cabo no l
NarradorElizabeth sabía que el día de hoy sería el atentado contra el presidente, eso la ponía muy nerviosa. Llamo a Greace para solicitar su ayuda, con el único fin de que no llegue a cumplir su misión. La loba estaba sorprendida por la llamada de ella, aún así, para mantenerla alejada de Alfred, accedió a ayudarla. Después de todo, era para poder ver hablar con la vampiresa, un hecho que no sería nada sencillo.Rapsody se encontraba en gran palacio donde Alfred acababa de mudarse, no podía arriesgarse a traerla, y sacar a la vampiresa era imposible. Le explicó el asunto a Elizabeth, la única opción era que ella viniera en persona, aunque Alfred lo descubriría.Le dijo que encontraría una solución y luego la llamaba. Elizabeth estaba desesperada, por qué nada había salido como esperaba y Greace se dirigiría hacia dónde esta el presidente.-Voy para allá, dijo sin pensar, eso molestó a Greace, busco cientos de excusas pero Elizabeth no desistió de su idea.-De acuerdo, dijo con can
NarradorHabía sido muy duro despedir a su mejor amiga de esa manera, una mezcla de emociones invadían su Corazón, no era fácil verla a su lado.Rapsody le pidió que tomara distancia de ella hasta que pueda saciar su sed. Hicieron una parada en una casa, ambas descendieron del coche.-Este es mi refugio, confesó la vampiresa, luego de eso se dirigió hacia una heladera conservaba varios Sachet de sangre.Elizabeth la miraba con gran asombro, no podía expresar en palabras todo lo que sentía. Estaba feliz de tenerla frente a ella, pero lamentaba mucho todo lo que había perdido al convertirse en lo que era.Hizo un recorrido por el lugar, le llamo la atención ver muchas armas, el lugar a simple vista parecía acogedor hasta que decidió atravesar una de las puertas.-¿Qué es esto?, sé preguntó, luego siento escalofríos en todo su cuerpo al escuchar la voz de Rapsody.-El laboratorio es de mi marido.-¿De qué estás hablando? -Hay muchas cosas que no sabes Eli, y será mejor que quede así.-¿
-¿Sabes algo de Grace?-No, pero imagino que en este momento debe estar susurrándole al oído a el jefe.-Tengo el presentimiento de que no es así, Zack -¿Por qué lo dices, Alfred?-Debo irme, cualquier movimiento fuera de lo provisto, me llamas.-¿A dónde irá, señor?-Donde mis sentidos me lleven, respondió el Marqués antes de partir.Subió a su coche, su lobo le advertía sobre algo, aunque no tenía claro que era, se dejó llevar. Tomó el teléfono para poder comunicarse con algunos de los hombres que estaban a la espera de Grace."Señor, todo va de acuerdo al plan", fue la respuesta que recibió de sus hombres, todos pronunciaron las mismas palabras, eso solo podría ser obra de un vampiro.Hizo dos preguntas más antes de idear un nuevo plan, pero en ese momento, pudo notar a que se debía su sospecha, alguien los había engañado.Muy molesto llamó a Zack, no tenía otra alternativa, debía levar a cabo el plan B.se estacionó a una distancia considerable, mientras se acercaba hacia el luga
Narrador Parado frente a las enormes puertas, el gran alfa esperaba impaciente la confirmación de sus hombres para poder ingresar. Maldecía por lo bajo por encontrarse en esa situación, no entendía qué hacía Elizabeth allí. Cómo era posible que esa mujer logrará quebrantar tanto su mente.Desde la primer día que se encontró frente a ella perdió el enfoque y eso le hizo cometer muchos errores. Después de todo Greace tenía razón, esa humana no le traería nada bueno, recordó sus palabras.Desde la partida de Elizabeth, muchas cosas habían cambiado para mejor. Sé había prometido centrarse solo en sus objetivos, era lo mejor que podía hacer y eso lo hacía sentir bien.Las puertas se entreabrieron, no lo pensó dos veces e ingreso al lugar, nadie podría imaginar lo que sucedería.Rapsody escoltaba a Elizabeth, pero de un segundo a otro fue aprisionada sin que su compañera lo notara, y ellasiguió avanzando.El plan de Greace había sido seducirlo, luego a solas en su habitación se encargaría