Aurora.El alfa se despidió de todos antes de retirarse de la velada junto con Libeyka y su pequeño hijo, a quien tenía cargado en sus brazos. Ordenó que la fiesta continuara en el palacio con todos los invitados que quisieran quedarse. Yo salí con Gabriel al exterior del palacio a buscar el auto, fuimos detrás del alfa como parte de su familia, él llevaba En sus brazos su pequeño hijo, Draco así se llama, El pequeño está tapado con una manta, debe estar dormido, me habría gustado conocerlo, a pesar de que él es hijo de mis dos enemigos, pero solo por el hecho de que es el hermano es mi hijo y que por sus venas corre la misma sangre, levanta mi curiosidad de conocerlo, quisiera ver su rostro y hacerme una idea de cómo es la apariencia de mi hijo, cómo tendrá sus ojos, su cabello, o a quién se parece más, si a Daren o a mí. Gabriel no me ha soltado la mano mientras se está despidiendo de ellos; observó como Daren se marcha junto a ella, con su esposa y con su hijo, parecen la pareja
Aurora.Me puse un lindo conjunto de diseñador color negro, la blusa cae de mi hombro izquierdo, este quedó expuesto mientas que el otro estaba tapado con la tela de la manga. Me veo un estilo jovial y relajado, lo ideal para una noche de fiesta en una casa llena de invitados que son de mi edad, allí no habría formalismos como en el palacio. Usé un maquillaje más sencillo y amarré mi cabello en una cola baja, la dejé un poco floja y algunos mechones sueltos a ambos lados de mi rostro.Ya estaba casi lista cuando oí que sonó el timbre, me puse algunas joyas, el mayordomo me avisó que Calíope estaba esperando por mí en la sala. Tomé mi bolso y bajé de una vez, él sonrió cuando me vió llegar, me miró de arriba abajo, yo también sonreí como si estuviera muy feliz.—Llegaste rápido. —le dije.—Vine en cuanto me llamaste.—¡Qué atento! —Por supuesto, hay que ser atento con las damas. —¿Entonces vamos?—Después de usted, señora Meyer.Salí de la casa, él me abrió la puerta de su auto, cu
Daren. Fui a buscar a Libeyka, toqué un par de veces para no interrumpirla, pero ella no contestó, entonces volví a tocar. —Libeyka, Libeyka. No respondió, decidí entrar, yo odiaba que ella entrara a mi habitación sin antes llamar, y por ello me había limitado a tocar la puerta, porque habíamos quedado en respetar al otro, aunque él respeto no existía entre los dos. La llamé un par de veces más, pero ella no contestó, entré a la sala de baño, la luz estaba apagada, solo había tres velas negras encendidas y el incensario. Libeyka estaba metida en el jacuzzi con su cabeza recostada y tenía en la mano una copa de vino. —¿Qué desea el alfa que ha interrumpido hasta mis aposentos? —Pensé en lo que dijiste hace rato. Dejó la copa a un lado y enderezó su espalda y habló con sarcasmo. —¡Eso sí que es un milagro de los dioses, que mi marido piense o medite en las cosas que le digo! —No vengo en son de más peleas. Se levantó y salió del jacuzzi, pasó junto a mi con su cuerpo
Libeyka levantó su mano despacio, tocó mi rostro y se quedó mirándome fijamente, yo también me quedé mirándola a lo ojos, esos ojos que no amo y no anhelo mirar, porque son como mirar a cualquier mujer y no a mi pareja o mi esposa; estoy herido por dentro, soy un alfa con un corazón errante que jamás va a encontrar el sosiego, mi lobo jamás será alimentado con el néctar del verdadero amor, el que solo Aurora podía darme.Recuerdo sus dulces labios, sus lindos ojos que me miraban mientras en su rostro tenía una expresión tierna. Todos estos años la he buscado en otros cuerpos, en otros labios, en otras caras, pero nada puede saciar mis anhelos de tenerla, ni siquiera recibo el mínimo consuelo, tengo sed de mi mate, mi lobo aúlla por ella.Por un momento tuve la fantasía de que Luna Meyer es la mujer que he estado buscando todo este tiempo, consideré la posibilidad de convertirla en la sustituta de mi mate y hacer de cuenta que tenía a Aurora a mi lado. Pero la conocí más de cerca y sé
Aurora.Calíope regresó con dos copas, sonrió y me entregó una.—Ojalá que te guste este vino, aunque el que producen en tus tierras lo supera prodigiosamente.—Estoy segura de que este también es un buen vino, vale la pena probar el que se produce en otras regiones, sin docentes, Pero eso no significa que sean de menor rango.—Es cierto, me agrada que pienses así, ¿Brindamos?—¿Por qué razón quieres brindar?—Por la amistad naciente.—Me parece bien.Brindamos y bebimos un sorbo, luego le dije:—¿Te gustan los selfies?—Si, claro, ¿quieres que nos tomemos una foto?—Si, para subirla a instagram, si no tienes una novia celosa claro.—No te preocupes, no tengo novia, estoy soltero. ¿El embajador no se enoja si ve que subiste la foto con alguien más?—No te preocupes por el embajador, es un hombre muy seguro de sí mismo, no le teme a una infidelidad, sabe muy bien que él es mi dueño.—Es una lastima que tengas dueño.—Supongo que lo dices en broma. Omitió su respuesta, alzó el celular
Daren.Mi mundo interno se convirtió en un caos cuando revisé mi Ig y vi una foto que Calíope publicó, en ella estaba nada más y nada menos que con Luna Meyer, en cuanto mis ojos visualizaron aquella imagen, endurecí mi expresión y se me tensó todo mi rostro, observé la sonrisa que ambos tenían, ella tan cerca de él, como si fueran una pareja.“¿Qué pretendes Calíope? Sabes que ella se parece a Aurora. Luna no es para ti, primero te mato.”Sentí celos, celos de que esté con él esta noche en esa maldita fiesta y no aquí conmigo.De nuevo me levanté de la cama, miré a Libeyka, estaba tan dormida que no se daría cuenta de que la dejé durmiendo sola, porque está vez salí de la habitación y me fui a mi estudio, allí dejé el celular sobre mi escritorio, busqué un cigarrillo y me serví una copa de coñac, bebí al menos tres para calmarme y me fumé el cigarrillo.En vez de estar en calma, mis pensamientos se movían en mi mente como distintos vientos huracanados que se encuentran en algún punto
Estaba casi rendida, el fuego de la pasión había despertado, este maldito villano sabe cómo demonios provocarme.—¡Detente!Dije con una voz casi jadeante, pero él hizo caso omiso a mis flanqueantes palabras, en cambio levantó su otra mano la deslizó por mi cuello hacia mi rostro, ví su tatuaje, el que cubre su mano, es un mándala que representa el linaje de sus ancestros, el poder y las batallas vencidas. Sostuvo mi cuello, luego metió sus dedos en mi boca y con la otra mano me sujetó de la cintura, me jaló bruscamente y pegó nuestros cuerpos, yo empujé su pecho pero no pude volverme apartar ni un centímetro, mi cuerpo tampoco estaba contribuyendo, mi olfato capturó el aroma de su aliento, tan varonil y tentador para un hembra que ha contenido el celo por años. He tomado la píldora que inhibe el celo, aunque tampoco estoy en la fecha más hormonal de mi cuerpo, aún así Daren es capaz de despertar mi deseo de ser amaba, más que amada tengo ganas de que me debore con sus deliciosos lab
♥️♥️♥️Cuando acabamos, él se bajó de mí y se tiró a un lado de la cama, oí como respiraba con agitación.Tomé una sábana, cubrí mi cuerpo y me senté a la orilla de la cama, de pronto me invadió una horrible sensación, sentí arrepentimiento por lo que acababa de hacer, una vez más fuí un tonta, a Autora se le olvidó que es Luna Meyer, una más había caído en sus redes. Sentí odio por lo que soy por dentro, aún sigo siendo una loba débil, en todos éstos años no he podido dejar de amarlo… debí morir de verdad. Los ojos se me aguaron de la impotencia que sentía en mi contra, pero debía ocultarlo.Me levanté de la cama.—¿A dónde vas?—Al baño. Me agarró de la cintura y me detuvo.—Ven, no te vayas, quédate a mi lado.Pensé rápidamente en cómo responder, la tonta Aurora obedeceria y se acostaría como cachorra a su lado, pero Luna Meyer que construí solo está aquí por el sexo y no suele confundir las cosas.Puse una sonrisa cínica y volteé a mirarlo como a un perro despreciable.—Si estás