Daren.

Después del banquete me retiré con un grupo de sujetos privilegiados de la manada, nos dirigimos hacia otro salón, el cual estaba diseñado para la recreación, para que el alfa se divierta o haga fiestas privadas. Creí que haría uso de este lugar más adelante, pero de repente Luna Meyer bailará para todos esta misma noche.

En este salón no hay sillas, solo alfombras y cojines grandes y pequeños, todos nos sentamos cómodamente, enseguida nos sirvieron más vino. Miro a Gabriel, él está sentado lejos de mí, conversando con sus amigos, yo estoy aquí y cerca de mí están mis amigos de siempre, les pedí que se quedarán conmigo, esta noche los quiero a todos cerca. También Libeyka está a mi lado, ella no podía guardarse sus pensamientos o sus celos y me habló delante de mis amigos.

—Supongo que debes estar muy feliz porque esa bruja bailará para todos.

—La emocionada deberías ser tú, ya que fuiste la que insistió en ese absurdo baile se realizara. —Se rio.

—¡¿Yo?! Fue Gabriel el que inv