| Neylan | Me observo en el espejo, elegí un vestido bastante suelto, la tela es bonita, aunque no es de mi estilo o agrado absoluto, pero es cómodo y oculta lo que deseo, esta última semana decidí no salir mucho, mi abdomen se abulto demasiado en estas tres semanas, no aparenta el tamaña de una barriga de ocho o nueve meses, pero si una de seis meses o eso pienso yo, no es como si haya vista a muchas embarazadas en mi vida, creo que mi madre es la única con la que tuve tanto contacto. Hablando de ella hace más de dos semanas que le conté, me sentí mal ya que ella empezó a llorar y quería regresarse de inmediato, se culpó a sí misma por no tener la confianza de decírselo antes y eso que ella no sabe que papa ya lo sabía, si se entera le hace la ley del hielo por meses, creo que es la primera vez que adoro a mi padre, sabía que no estaba en condiciones de decírselo, tampoco deseaba estropear su matrimonio el cual pende de un hilo, a pesar de que mi padre se haya jubilado no significa
| Neylan | Observo la multitud, porque en realidad los es, creo que hay cincuenta personas con sus ojos fijos en mí, a diferencia de lo que siempre pienso Kurt no es el centro de atención en momentos como estos, los ojos de todos ellos están fijos en mí, prefiero disparar y poner mi vida en juego que estar siendo inspeccionada por cada persona presente aquí, suerte que mis manos estén aferradas a los brazos de Kurt los cuales me abrazan, él está detrás de mí, puedo sentir como mueve su cabeza de un lado a otro buscando una posible amenaza mientras espera que yo comience el discurso, tomo una respiración profunda para calmar mis latidos y las náuseas que esta situación me provoca. — Seguro se preguntaran por qué están aquí — comienzo hablando con un tono sereno, pero firme, no estoy gritando, no hay necesidad — no se preocupen, no es algo malo, al contrario creo que sera motivo de gozo para todo el clan, pero antes de eso me gustaría recordarles lo que seguro Kurt ya les dijo, recibir
| Kurt | Camino de regreso, tardo más de lo esperado hacer que ellos hicieran el juramento o tal vez es la desesperación que siento por llegar a casa la cual me hace sentir cada segundo como si fuera una hora, es horrible sentir como tu compañero sufre, para otros puede parecer una estupidez, un simple berrinche, pero yo sé que no es eso, esta empezando a sentir lo que yo sentí cada vez que se presentaba el pensamiento, ese horrible recordatorio de que ella era humana, de que no sentía lo mismo, con la misma intensidad, de que ella era de otro mundo, un mundo donde las parejas se cansan de sus compañeros, se traicionan, se dejan cuando las cosas se ponen difíciles, no es como si en mi mundo no sucediera, pero pasa tan poco que es extraño ver a compañeros separados o traicionados. Ingreso a la casa, lo primero que mis ojos captan es el bulto en el mueble, me arrodillo en frente de ella, su rostro esta un poco rojo, no me imagino el tiempo que debió estar llorando, mi puma chilla, él q
| Neylan | — Hoy es el tercer día Marcus, quiero que vuelvan a entrenar y que tú los dirijas— él asiente — sera la primera vez que entrenan con los miembros del clan, para no arriesgarnos sera con un puñado de guerreros, quiero todo listo en un par de horas. — Si, Líder — me doy media vuelta, pero él me detiene agarrando la manga de mi camisa de forma suave. — Líder... — en sus ojos se ve la duda e incluso la desesperación— ¿Sabe cuándo el Alfa me devolverá mi título? Dudo en decirlo, ayer Kurt menciono algo de eso, pero no quiero darle falsas esperanzas, es su mejor amigo, me atrevería a decir que el único, no hay nadie que lo conozca mejor que Kurt, por eso no interferiré en lo que él decida.— No lo sé, lo siento — agarro su mano y la aprieto. Me duele ver a Marcus así, se ve mejor que antes, pero aun siento que no se a recuperado por completo y Kurt comento que eso solo pasara cuando encuentre a su compañera. Él pide permiso para retirarse y yo se lo concedo. Camino hasta la
| Neylan |Me remuevo en mi nido al escuchar como tocan la puerta, no sé quién puede ser. Me estiro mientras bostezo, no me quiero levantar, cuando lo intento espero unos segundos para pasar el pequeño mareo e incomodidad en mi vientre, cuando cambio de posición al estar dormida o mucho tiempo acostada paso esto.— ¡YA VOY! — un pequeño gruñido se me escapa, pero los toques a la puerta por fin se detienen.Cuando logro salir de mi nido camino apresurada, pero cuando abro la puerta frunzo el ceño al ver a Peter sostener el brazo de Miel tratando de sacarla de nuestro porche.— Líder ella ya se iba — dice volteando su rostro hacia mí, cuando hace una reverencia Miel aprovecha para zafarse de su agarre, intenta acercarse a mí, pero es detenida de inmediato.— ¡Eso no es cierto... — Miel se calla al escuchar el potente gruñido de Peter.— ¿Qué pasa, Peter? — nunca lo había visto reaccionar de forma agresiva con otras personas.— Solo estoy cumpliendo órdenes, lo siento — él mantiene la cab
| Kurt |Gruño al ver como otra vez el aparato parecido a un micrófono se mueve sobre la piel del abdomen de mi gatita, nunca pensé que una maquina me hiciera sentir rabia y celos y ya van dos veces, ese maldito aparato a tocado más veces su abdomen que yo y por más tiempo.— Eres un exagerado — dice Albert, yo solo lo ignoro.— Si sigues frunciendo el ceño te saldrán arrugas — dice mi gatita sin dejar de mirar la pantalla que muestra el interior de su utero donde esta nuestra cría.Yo quiero decirle que no me importa, que solo quiero que la doctora termine de tocarla con esa máquina, pero obviamente no puedo hablar ya que no deja de mirar hacia la pantalla, sin embargo, ella está feliz de ver a nuestra cría otra vez, yo no puedo arruinarle el momento solo por estos celos incontrolables que son causados por el embarazo, al estar ella vulnerable me pone en modo alerta con cualquiera que la toque, incluso si es un objeto.— Aquí esta su cría — la doctora señala la pantalla con su mano li
| Kurt |Me quedo petrificado en el marco de la puerta, mis ojos visualizan con facilidad a mi gatita, tiene un lindo vestido ceñido a su cuerpo de color naranja, gruño cuando al notar que su pancita se marca demasiado, eso es mío, nadie debería tener el placer de verlo. — Lamento haberte engañado, pero era por una buena causa— dice Marcus entrando a su casa, yo aún estoy en el marco de la puerta. — ¿Tú sabias de esto? — me comunico por la lengua de señas. — Por supuesto, es mi casa — dice y sin más se mete en medio de la gente y lo pierdo de vista. — ¿No te gusto? — dejo de buscarlo con la mirada al escuchar a mi gatita, no sé en qué momento se colocó en frente de mí. La abrazo con cuidado de no aplastar su pancita mientras coloco mi cabeza encima de la suya, su olor me embriaga, tuvo suerte de que estaba pensando en el nuevo proyecto y que la casa de Marcus tenga el hechizo para no dejar salir ruido ni olores, si no me hubiera dado cuenta, con cuidado rompo el abrazo que yo mism
| Neylan |Apenas entro al baño cierro la puerta detrás de mí, me quito el vestido y me cambio de ropa interior, no quería arriesgarme a que él me viera, saco la bolsa que escondí en la ropa sucia, fue parte del regalo de Eli hacia su hermano, yo iba a escogerlo igual, pero creo que ella lo conoce mejor que yo, me causa algo de remordimiento, pero sé que es mi culpa no conocer los deseos lujuriosos de mi propio esposo, debo dejar el pudor y la vergüenza que me causa hablar abiertamente de eso, ambos somos adultos, parejas de por vida, tarde a o temprano debemos tener esa conversación. Cuando ya esto vestida me miro al espejo, creo que antes me veía mejor, no debí de haber comido mientras cocinaba los bocadillos, si guardé reposo por una hora exacta, pero sigo hinchada, paso mis manos por mí abdomen al sentir una pequeña molestia. — Ahora no bebe, debe darle un regalo a tu papi — suplico haciendo una mueca. Hoy se ha estado moviendo más de lo normal, creo que me da codazos o patas,