La vieja loba Linet, sintió una gran pena por la bella joven que lloraba con tanto sentimiento, le insistió de nuevo en tomar la medicina para que se sintiera mejor— ¿Cómo te llamas? dime cariño, ¿cuál es tu nombre? — Me... me llamó Valentina Bianchi, soy arqueóloga, por favor señora no me vayan a vender a la trata de blancas, se lo suplico— Por la diosa, querida, nadie aquí te va a vender a ninguna parte, tu eres especial, siento mucho que estés en contra de tu voluntad en la mansión, pero puedes confiar en que nadie va a hacerte daño, el joven Masherano, no lo permitiría — ¿Quién? ¿el hombre que me trajo con él? señora es él quién me mantiene cautiva aquí ¿cómo puedo sentirme confiada en que no me hará daño?— El joven Masherano no es tan malo como usted creé, él tiene sus motivos para hacer lo que hace, en lo que a usted respecta es un motivo muy especial, no la ha traído para lastimarla, se lo aseguro, ahora tómese los analgésicos, su cuerpo está lastimado, coma algo por favor
El empresario Elías Sotomayor, entró en su costoso Bugatti al camino que daba a la mansión Masherano, le llevo casi diez minutos llegar ahí, contempló los altos árboles y al llegar a la puerta de la residencial una enorme fuente que más bien parecía una abra de arte, se trataba de de cinco lobos, dos adultos y tres cachorros de color negro con ojos azul grisaseo brillantes, la pieza era magnífica y no dudaba que únicaAl ver el enorme y lujoso castillo, la riqueza del hombre palideció, él hasta ese momento se sentía intocable y en un nivel por encima de muchos pero lo que había en esta residencia, todo en ella se veía antiguo con mezcla de lo más innovador y por supuesto demasiado costosodos centinelas robustos pero apuestos que custodiaban la entrada, escoltaron al empresario hasta el despacho— Jefe, aquí está el hombre que pidió verlo — el centinela sabía que cuando había visitas debían llar al alfa por jefe, señor o amo— Déjalo pasar ordenó el Alfa sin quitar un solo momento la m
El Alfa soltó a Valentina, ella cayó a la alfombra blanca que adornaba el piso de fina madera, no se apresuró a levantarse de quedó ahí mientras que el hombre salía de nuevo de la casa— ¿Qué te he hecho para que me trates así? no lo entiendo, ¿por qué me tratas tan mal? La loba Linet entró un poco más tarde con una charola de comida y más medicina, apenas vió a la joven luna, no pudo evitar sentir pena por ella— Querida, aquí te traigo un unos aperitivos, tienes que comer, estás tomando medicina, es por tu bien, si comes yo te traeré una muda de ropa, ¿qué te parece? — ¿Me traerá ropa? — Val, quería darse una ducha y dejar de estar desnuda, aceptó casi de inmediato — está bien, tenemos un trato, la joven sonrió un poco y comenzó a comer los pequeños sandwiches, en realidad estaba muy hambrienta solo que no quería aceptar nada que viniera de su malhumorado secuestradorLinet regresó con ropa interior nueva un vestido que tanteó le quedaría, y un par de zapatos de piso nuevos que ell
La luna que le había tocado al Alfa, le había echo conocer emociones que ni siquiera sabía que existían, un deseo intenso, celos que lo llevaban a desear matar a cada uno de los varones que habitaba la ciudad para que no quedara rastro de un hombre que hubiese tocado a su luna, es lo que venía pensando las últimas horas Many y Lizandro se encerraron en el despacho junto con Paolo, las cosas se habían puesto más difíciles aún después de que el Alfa le robó a la prometida al hombre con el que estaba haciendo negocios, ahora debían replantearse todo Valentina, aunque moría de frío vió la oportunidad de buscar una salida, estaba fuera de la cabaña y al parecer nadie la estaba vigilando, está era su oportunidad de oro, fue caminando sigilosamente tratando de no ser vista hasta llegar a unos de los límites, la barda era alta, pero debido a la contextura de la piedra, ella creyó que podría saltarla, no lo dudo más y comienzo a trepar, en el proceso las heridas que ya tenía le dolían, ademá
El sol estaba entrando por el gran ventanal, el jardín daba a los habitantes del castillo una vista hermosa, incluso el bosque que de noche era tan frío y oscuro, ahora reverdecía el paisaje, era invierno pero para los lobos las bajas temperaturas no eran problema, solo había una persona en la mansión a la que le afectaba y ahora mismo estaba luchando por su vida precisamente por el crudo inviernoCon un botiquín de primeros auxilios profesional, un hombre desnudo que se encontraba sentado en una silla, terminaba de suturar la pierna herida de Valentina, Lizandro Masherano en su mil quinientos años de edad había estudiado incontables carreras y aprendido oficios que muchos no podían llevar a imaginar, era doctor y de los mejores en cirujía, el mismo estaba atendiendo a su luna Cerca de las seis de la mañana, el lobo había logrado que con su extremo calor corporal, Valentina se recuperará, ella poco a poco dejó de estar violeta y su piel volvió a tener la tibieza de siempre, le inyectó
Lizandro Masherano bajó vestido de forma casual, con solamente un pantalón gris de vestir y una camisa negra, ese día lo dedicaría a compartir con su luna, solo debía terminar unos pendientes en el despacho, sus hermanos lo estaban buscando desde temprano, al parecer les urgía hablar con él — Por fin apareces Lizandro, el castillo se cae y tu de luna de miel — Paolo Masherano, le reclamaba a su hermano mayor— Estaba ocupado, Paolo, ¿qué ustedes no son suficientes para resolver cualquier cosa que se presente? ¿para que me están buscando?— Para avisarte que Elías Sotomayor logró escapar por la madrugada, no sabemos si fue él solo o si obtuvo ayuda, alguien hackeó nuestro sistema y las cámaras quedaron en negro— !Me lleva la chingada, Paolo, tu eres el que se encarga de la seguridad! ahora ese imbécil se ha escapado, arregla eso de inmediato, estando la situación tan mal no podemos darnos el lujo de de también fallar en el sistema, !vé! — Paolo Masherano no perdió tiempo y se retiró a
— No tengo problema por eso, estoy en edad casadera desde hace... mucho tiempo, ahora tienes que comer, tu cuerpo sigue todavía bastante débil, no quiero que se me acuse de matarte de hambre tambiénEl Alfa levantó sin problema la espalda de Valentina y puso debajo unas almohadas para que quedara sentada pero sin hacer esfuerzo— Abre la boca — pidió el hombre que tenía el tenedor en la mano con un trozo de fruta— No, yo... puedo hacerlo sola— Que abras la boca, yo te voy a alimentar, no es una pregunta, ¿qué no dices que todo lo que te pasa es mi culpa? entonces déjame compensaré un pocoA Valentina no le quedó más remedio que obedecer al dominante hombre, probó cada bocado, estaba bastante hambrienta, cuando terminó el lobo retiró la bandeja y fijó su mirada en el punto que su luna mirabaElla veía por la ventana, había caído nieve y estaba la mayor parte cubierta de ella, el blanco paisaje parecía mágico, estaba tan hermoso ahí afuera que le provocaba salir a pasear por el jardín
Valentina se preguntaba por qué ese hombre tan intimidante estaba tan molesto por qué ella se iba a casar, ella no le debía fidelidad, ni tenía que evitar tener una relación solo por él, pero lo que si sabía era que en su corazón se estaba metiendo como un mar bravío y avasallante ese atractivo hombrePor la noche, después de terminar todos sus pendientes, el Alfa subió a su habitación, Valentina leía uno de los interesantes libros que él le envió con su nana Linet, era un libro escrito que nunca salió publicado, contenía información de tribus y clanes pasados que ciertas personas con mucho poder no querían que el mundo se enterara, supuso que le agradaría leerlo ya que era arqueologa, el Alfa poseía incontables reliquias como esa en su bibliotecaLa mujercita levantó la mirada al ver qué apenas entró el hombre a la habitación, fue quitándose pieza por pieza el traje gris que llevaba puesto, se quitó los zapatos y por último la camisa quedando solo en boxer— ¡¿Pero que haces?! ¿qué h