La luna que le había tocado al Alfa, le había echo conocer emociones que ni siquiera sabía que existían, un deseo intenso, celos que lo llevaban a desear matar a cada uno de los varones que habitaba la ciudad para que no quedara rastro de un hombre que hubiese tocado a su luna, es lo que venía pensando las últimas horas Many y Lizandro se encerraron en el despacho junto con Paolo, las cosas se habían puesto más difíciles aún después de que el Alfa le robó a la prometida al hombre con el que estaba haciendo negocios, ahora debían replantearse todo Valentina, aunque moría de frío vió la oportunidad de buscar una salida, estaba fuera de la cabaña y al parecer nadie la estaba vigilando, está era su oportunidad de oro, fue caminando sigilosamente tratando de no ser vista hasta llegar a unos de los límites, la barda era alta, pero debido a la contextura de la piedra, ella creyó que podría saltarla, no lo dudo más y comienzo a trepar, en el proceso las heridas que ya tenía le dolían, ademá
El sol estaba entrando por el gran ventanal, el jardín daba a los habitantes del castillo una vista hermosa, incluso el bosque que de noche era tan frío y oscuro, ahora reverdecía el paisaje, era invierno pero para los lobos las bajas temperaturas no eran problema, solo había una persona en la mansión a la que le afectaba y ahora mismo estaba luchando por su vida precisamente por el crudo inviernoCon un botiquín de primeros auxilios profesional, un hombre desnudo que se encontraba sentado en una silla, terminaba de suturar la pierna herida de Valentina, Lizandro Masherano en su mil quinientos años de edad había estudiado incontables carreras y aprendido oficios que muchos no podían llevar a imaginar, era doctor y de los mejores en cirujía, el mismo estaba atendiendo a su luna Cerca de las seis de la mañana, el lobo había logrado que con su extremo calor corporal, Valentina se recuperará, ella poco a poco dejó de estar violeta y su piel volvió a tener la tibieza de siempre, le inyectó
Lizandro Masherano bajó vestido de forma casual, con solamente un pantalón gris de vestir y una camisa negra, ese día lo dedicaría a compartir con su luna, solo debía terminar unos pendientes en el despacho, sus hermanos lo estaban buscando desde temprano, al parecer les urgía hablar con él — Por fin apareces Lizandro, el castillo se cae y tu de luna de miel — Paolo Masherano, le reclamaba a su hermano mayor— Estaba ocupado, Paolo, ¿qué ustedes no son suficientes para resolver cualquier cosa que se presente? ¿para que me están buscando?— Para avisarte que Elías Sotomayor logró escapar por la madrugada, no sabemos si fue él solo o si obtuvo ayuda, alguien hackeó nuestro sistema y las cámaras quedaron en negro— !Me lleva la chingada, Paolo, tu eres el que se encarga de la seguridad! ahora ese imbécil se ha escapado, arregla eso de inmediato, estando la situación tan mal no podemos darnos el lujo de de también fallar en el sistema, !vé! — Paolo Masherano no perdió tiempo y se retiró a
— No tengo problema por eso, estoy en edad casadera desde hace... mucho tiempo, ahora tienes que comer, tu cuerpo sigue todavía bastante débil, no quiero que se me acuse de matarte de hambre tambiénEl Alfa levantó sin problema la espalda de Valentina y puso debajo unas almohadas para que quedara sentada pero sin hacer esfuerzo— Abre la boca — pidió el hombre que tenía el tenedor en la mano con un trozo de fruta— No, yo... puedo hacerlo sola— Que abras la boca, yo te voy a alimentar, no es una pregunta, ¿qué no dices que todo lo que te pasa es mi culpa? entonces déjame compensaré un pocoA Valentina no le quedó más remedio que obedecer al dominante hombre, probó cada bocado, estaba bastante hambrienta, cuando terminó el lobo retiró la bandeja y fijó su mirada en el punto que su luna mirabaElla veía por la ventana, había caído nieve y estaba la mayor parte cubierta de ella, el blanco paisaje parecía mágico, estaba tan hermoso ahí afuera que le provocaba salir a pasear por el jardín
Valentina se preguntaba por qué ese hombre tan intimidante estaba tan molesto por qué ella se iba a casar, ella no le debía fidelidad, ni tenía que evitar tener una relación solo por él, pero lo que si sabía era que en su corazón se estaba metiendo como un mar bravío y avasallante ese atractivo hombrePor la noche, después de terminar todos sus pendientes, el Alfa subió a su habitación, Valentina leía uno de los interesantes libros que él le envió con su nana Linet, era un libro escrito que nunca salió publicado, contenía información de tribus y clanes pasados que ciertas personas con mucho poder no querían que el mundo se enterara, supuso que le agradaría leerlo ya que era arqueologa, el Alfa poseía incontables reliquias como esa en su bibliotecaLa mujercita levantó la mirada al ver qué apenas entró el hombre a la habitación, fue quitándose pieza por pieza el traje gris que llevaba puesto, se quitó los zapatos y por último la camisa quedando solo en boxer— ¡¿Pero que haces?! ¿qué h
El Alfa , había lanzado su propuesta así sin más, ese era el gran defecto o quizás cualidad de Lizandro, era directo, no le gustaba andarse por las ramas, Valentina se sonrojó y escupió el jugo de naranja en el rostro del hombre, el lobo salto del sillón y se comenzó a limpiar el líquido helado— lo siento, lo siento, no fue mi intención, es que dices muchas cosas, no sé que pensar de ti, primero te pones celoso de que me fuera a casar y te sientes ofendido, después me reclamas por un vídeo que no debería ser de tu incumbencia y... ahora quieres que yo... crie bebés con una pareja, ¿me trajiste para casarme con alguien? — Valentina tenía sus avioletados ojos acuosos, ella sentía algo por ese hombre pero si él la había traído para alguien más entonces retomaría su intento de huir— Ahhh — Lizandro se tallo los ojos con dos dedos, movía la cabeza de un lado a otro en negación, su luna lo había malentendido de nuevo, traerla para entregársela a otro lobo, eso simplemente era lo más absurd
Los días pasaban y casa noche el Alfa y Valentina compartían la cama haciéndose así el vínculo más fuerte, en los ojos de Valentina solo estaban los ojos azul grisaseos de Lizandro, atrás había quedado lo que creyó sentir por Elías Sotomayor, el Alfa se había propuesto ganarse el corazón de su luna y lo había logradoValentina ya no había intentado escaparse, no estaba convencida de que secuestrarla hubiese sido la mejor forma de empezar un cortejo pero era lo que había, Lizandro no era el rey de la paciencia La pierna fue sanando de forma que a la joven arqueologa la sorprendió muchísimo, ella no sabía que el Alfa lamía sus heridas para que con su saliva se cuerpo se curara más rápido Esa mediodía el comedor estaba ya ocupado por los hermanos Masherano, los tres estaban impecablemente vestidos, cada quien era extremadamente apuesto a su manera, Valentina llegó a acompañarlos a la mesa, había enviado comprar a a una de las mucamas un traje de su profesiónElla vestía un shorts y una
El Alfa se levantó de la cama después de disfrutar de tener a su luna dormida en su pecho, trajo del baño una toalla para limpiarla, de paso él fue a tomar una ducha, mientras el agua corría por su marcado cuerpo, la sangre de su miembro se desvanecíaSu luna era virgen, la había hecho mujer por primera vez, se había quitado de encima los agonizantes celos que sentía al imaginarla en los brazos de otro hombre, Valentina le había dado la noche más especial de toda su vida, ella no sabía la enorme satisfacción que le daba al lobo haber sido él quién le mostrara los placeres del sexo, ser él el primero en llevarla al clímax y acariciar todo su cuerpoA la mañana siguiente, Valentina se despertó al mediodía, la nana Linet tenía la orden de avisarle al alfa apenas su luna llamara o bajara a buscar comida, sabía que iba a estar hambrienta, además quería verla y saber que pensaba de la noche que habían tenidoEl frágil cuerpo de la bella joven, estaba bastante dolorido, ella buscó con la mir