Absolutamente nadie podía creer que la diosa luna le había dado de pareja destinada a uno de los lobos Masherano, creían que debía haber un error, no lo asimilaban por más que Many se los aseguraba

— ¡Eso no puede ser verdad, exijo que me devuelvan a Anastasia, nunca se ha visto que las vampiras y los lobos se emparejen, ese lobo lo que quiere es seducir a mi chica y ha llegado demasiado lejos para justificarse!

— Ya me cansaste, ¿quieres que te demuestre que lo que digo es verdad? Paolo, detener a mi mate, que no se te vaya a ir por qué te cuelgo

— No, no, yo no quiero tocar a la chica, mucho menos si es tu mate — Many sabía que podía confiar en su hermano Paolo, la dejo en sus brazos y de dirigió al híbrido

— Ahora sí, ya tengo las manos desocupadas, esa mujer es mía y si tienes algún problema con eso, vamos a arreglarlo ahora mismo

— ¡Devuelmela, ella no puede ser nada tuyo! no creí que los lobos Masherano fueran tan mentirosos y con poco honor, estás mintiendo para llevártela

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