— Yo te voy a ayudar pero tengo mis condiciones, si aceptas a tu madre y a ti no les faltará nada mientras nuestro acuerdo dure, dime si estás de acuerdo para decirte lo que harán

Evangelina sabía que las finanzas de la familia no andaba del todo bien, su tío las manejaba y se quedaba con las ganancias, no tenía otra opción, además el esposo de Valentina tenía fama de ser un multimillonario

— Está bien, acepto, ¿dime qué quieres de nosotras?

— Las trasladaré s una mansión de mi propiedad, allí se quedarán por un tiempo, no les faltará dinero, solo que no tendrán permitido salir sin mi autorización

— ¿Quieres que estemos encerradas? ¿por qué?

— Solo saldrán acompañadas de mis hombres, procurarán que no sean muy vistas por el lugar por el lugar, además y lo más importante, no volverás a buscar a Valentina, ella no tiene ninguna obligación de ayudarte después de que la traicionaste como su sangre, ve con tu madre y háganme saber que fue lo que decidieron, la mucama te guiará hacia la sal