Lizandro leyó y releyó los resultados de los análisis de su luna, sus ojos brillaron de una manera que nunca antes lo habían hecho, Valentina estaba embarazada de su cachorro, esa era la noticia más maravillosa que había recibido en toda su vida, un cachorro cuánto lo había deseado

La sonrisa no se le borraba del rostro, ahora debía cuidar mucho más de su luna, el Alfa la observaba dormir, ella era tan hermosa, imaginaba a su lobezno con el color del cabello chocolate de su madre, quizás sus avioletados ojos y su carácter obstinado, terco, aventurero

— Valentina, seremos padres, ¿no es maravilloso..? — susurró el lobo cerca de su gran amor — la luna de la manada no despertó más esa noche, durmió profundamente en los brazos de su Alfa, él la atrajo a su cuerpo, besaba la coronilla de su frente de vez en vez, se sentía el lobo más afortunado de la tierra

Tenía entre sus brazos a su hermosa mujer, ella lo amaba y el la adoraba con devoción, ahora ella estaba preñada de su cachorro, las n