En la iglesia, Elías estaba realmente furioso, el matrimonio que había planeado durante tanto tiempo que le daría estabilidad a los ojos de políticos y empresarios se le había venido abajo, pero su mayor rabia era saber que a la mujer que había considerado ingenua y pura, se había estado burlando de él como si fuera cualquier imbécil— Elías, no te pongas así, que Valentina nos descubriera teniendo sexo y que se cancelara la boda fue lo mejor, nosotros nos amamos, ella es una mujer promiscua que solo se había estado burlando de ti — la astuta Evangelina le estaba poniendo el dedo en la herida a propósito al CEO para que se enfuereciera más en contra de su hermanastra, ella le decía esas palabras al empresario delante de todos los invitados, está era su oportunidad de oro para atraparlo y no la iba a desaprovechar— ¡Es una maldita zorra que me supo ver la cara, pero te juro que apenas la tenga de vuelta la voy a hacer pagar, nadie me hace una ofensa cómo está y se va tan tranquilament
El espectáculo no podía ser más erótico y sensual a la vez, la hermosa novia corría pasando la fuente hacia el bosque, su vestido y su cabello ondeaban con el frío viento, sus movimientos tenían atrapado al poderoso Alfa, todos sus sentidos se avivaron, sus instintos, su deseo, todo estaba dirigido hacía ella, pero también su rabia y furia por no haberlo esperado, por qué el no sería el único hombre que la tocaría y por haber dado su virtud a quien sabe quién siendo que ella era de él y no tenía ese derecho que se tomó— ¡Vuelve acá, Valentina Bianchi! te lo advierto, si me haces ir tras de ti lo vas a lamentar — el Alfa rechinó sus dientes y colmillos— ¡No, no voy a volver, voy a escapar de ti, maldito psicópata! — la mujer no pensaba obedecer la severa órden del desconocido hombre, no se rendiría sin luchar, corrió con todas las energías que pudo, se adentró en el bosque sin importarle que las ramas lastimaran sus brazos, y que sus pies entaconados fueran cortados por las espinas
Las Chocolatosas espesas y largas pestañas de Valentina, comenzaban a removerse, al abrir los ojos lo primero que vió fue sus desnudez debajo del edredón y al desconocido hombre a su lado dormido¡¡Ahhhhh!! ¡¡Auxilio!! !¡¿qué me hiciste, Degenerado?!!La mujercita gritaba y le caía a golpes con el puño cerrado en el pecho al Alfa, Lizandro al sentir el toque y escuchar los gritos se despertó— ¡¿Qué carajos creés que haces?! nadie te ha hecho nada mujer, ¿de que hablas? — el lobo la detuvo por las muñecas para que no siguiera golpeándolo, ella era tan molesta que le daban ganas de ahorcarla— ¡No me mientas! ¡mírame, estoy completamente desnuda! ni siquiera tengo mis bragas, ¿quién me desvistió? ¿quién me vió desnuda? ¡responde!— ¡Yoooo! ¡fui yo el que te desvistió! ¡pero fue para curar tus heridas, por que después de que se te ocurrió adentrarte al bosque y correr con tacones, la maleza, las espinas y tu caída en el pozo te dejaron bastantes heridas! ¡deberías agradecerme que no te
La vieja loba Linet, sintió una gran pena por la bella joven que lloraba con tanto sentimiento, le insistió de nuevo en tomar la medicina para que se sintiera mejor— ¿Cómo te llamas? dime cariño, ¿cuál es tu nombre? — Me... me llamó Valentina Bianchi, soy arqueóloga, por favor señora no me vayan a vender a la trata de blancas, se lo suplico— Por la diosa, querida, nadie aquí te va a vender a ninguna parte, tu eres especial, siento mucho que estés en contra de tu voluntad en la mansión, pero puedes confiar en que nadie va a hacerte daño, el joven Masherano, no lo permitiría — ¿Quién? ¿el hombre que me trajo con él? señora es él quién me mantiene cautiva aquí ¿cómo puedo sentirme confiada en que no me hará daño?— El joven Masherano no es tan malo como usted creé, él tiene sus motivos para hacer lo que hace, en lo que a usted respecta es un motivo muy especial, no la ha traído para lastimarla, se lo aseguro, ahora tómese los analgésicos, su cuerpo está lastimado, coma algo por favor
El empresario Elías Sotomayor, entró en su costoso Bugatti al camino que daba a la mansión Masherano, le llevo casi diez minutos llegar ahí, contempló los altos árboles y al llegar a la puerta de la residencial una enorme fuente que más bien parecía una abra de arte, se trataba de de cinco lobos, dos adultos y tres cachorros de color negro con ojos azul grisaseo brillantes, la pieza era magnífica y no dudaba que únicaAl ver el enorme y lujoso castillo, la riqueza del hombre palideció, él hasta ese momento se sentía intocable y en un nivel por encima de muchos pero lo que había en esta residencia, todo en ella se veía antiguo con mezcla de lo más innovador y por supuesto demasiado costosodos centinelas robustos pero apuestos que custodiaban la entrada, escoltaron al empresario hasta el despacho— Jefe, aquí está el hombre que pidió verlo — el centinela sabía que cuando había visitas debían llar al alfa por jefe, señor o amo— Déjalo pasar ordenó el Alfa sin quitar un solo momento la m
El Alfa soltó a Valentina, ella cayó a la alfombra blanca que adornaba el piso de fina madera, no se apresuró a levantarse de quedó ahí mientras que el hombre salía de nuevo de la casa— ¿Qué te he hecho para que me trates así? no lo entiendo, ¿por qué me tratas tan mal? La loba Linet entró un poco más tarde con una charola de comida y más medicina, apenas vió a la joven luna, no pudo evitar sentir pena por ella— Querida, aquí te traigo un unos aperitivos, tienes que comer, estás tomando medicina, es por tu bien, si comes yo te traeré una muda de ropa, ¿qué te parece? — ¿Me traerá ropa? — Val, quería darse una ducha y dejar de estar desnuda, aceptó casi de inmediato — está bien, tenemos un trato, la joven sonrió un poco y comenzó a comer los pequeños sandwiches, en realidad estaba muy hambrienta solo que no quería aceptar nada que viniera de su malhumorado secuestradorLinet regresó con ropa interior nueva un vestido que tanteó le quedaría, y un par de zapatos de piso nuevos que ell
La luna que le había tocado al Alfa, le había echo conocer emociones que ni siquiera sabía que existían, un deseo intenso, celos que lo llevaban a desear matar a cada uno de los varones que habitaba la ciudad para que no quedara rastro de un hombre que hubiese tocado a su luna, es lo que venía pensando las últimas horas Many y Lizandro se encerraron en el despacho junto con Paolo, las cosas se habían puesto más difíciles aún después de que el Alfa le robó a la prometida al hombre con el que estaba haciendo negocios, ahora debían replantearse todo Valentina, aunque moría de frío vió la oportunidad de buscar una salida, estaba fuera de la cabaña y al parecer nadie la estaba vigilando, está era su oportunidad de oro, fue caminando sigilosamente tratando de no ser vista hasta llegar a unos de los límites, la barda era alta, pero debido a la contextura de la piedra, ella creyó que podría saltarla, no lo dudo más y comienzo a trepar, en el proceso las heridas que ya tenía le dolían, ademá
El sol estaba entrando por el gran ventanal, el jardín daba a los habitantes del castillo una vista hermosa, incluso el bosque que de noche era tan frío y oscuro, ahora reverdecía el paisaje, era invierno pero para los lobos las bajas temperaturas no eran problema, solo había una persona en la mansión a la que le afectaba y ahora mismo estaba luchando por su vida precisamente por el crudo inviernoCon un botiquín de primeros auxilios profesional, un hombre desnudo que se encontraba sentado en una silla, terminaba de suturar la pierna herida de Valentina, Lizandro Masherano en su mil quinientos años de edad había estudiado incontables carreras y aprendido oficios que muchos no podían llevar a imaginar, era doctor y de los mejores en cirujía, el mismo estaba atendiendo a su luna Cerca de las seis de la mañana, el lobo había logrado que con su extremo calor corporal, Valentina se recuperará, ella poco a poco dejó de estar violeta y su piel volvió a tener la tibieza de siempre, le inyectó