*—Nick:

—Estoy feliz —respondió Nick sonriendo más abiertamente—. Tan feliz como nunca lo he estado en mi vida —continuó y vio cómo el ceño de Aiden se fruncía—. Usted debe de saber la clase de felicidad que tengo al estar con la mujer que amo —terminó diciendo Nick y Aiden soltó una carcajada burlona.

—¿La mujer que amas? —preguntó Aiden y chasqueó la lengua—. A ti nunca te importó Noelle. Mi hija siempre ha estado obsesionada contigo y nunca le prestaste atención —espetó Aiden viéndose muy enfadado ahora—. Sé que te gustaba Esmeralda y, mientras mi hija andaba por tus huesos, tú morías por su prima —se burló el hombre y movió la cabeza—. Antes ni le prestabas atención y debo decir que vi la gloria cuando al fin Katherine aceptó vivir en Irlanda, porque sabía que Noelle tendría una mejor vida —Aiden lo miró a los ojos y su expresión de desprecio volvía a estar en su rostro—. Todo para nada, al final terminó ligándose con un bueno para nada como tú —espetó con desdén.

Nick apretó las