Reflecta.
—No se que pasa contigo, princesa. Pero vendrás conmigo por las buenas o por las malas— el tal Cedric hace más presión en mis brazos para obligarme a ceder.
Soy muy fuerte pero tal parece que los hombres lobo también lo son. El infeliz está sobre mi, mientras trato de luchar para poder escapar.
—Se ves tan caliente enojada, princesa— susurra cerca de mi rostro y sonríe tras ver que poco a poco mis brazos pierden fuerza.
¡Este maldito debe sufrir!
—¡Yo no soy tu princesa! ¡Estúpido!— le doy un cabezazo que lo desestabiliza, aprovecho la oportunidad y lo empujo para liberarme de sus garras. Y ahora soy yo la que ríe —¿Te gustó?
—Si... — se limpia la sangre en la nariz —. Me gustó mu
Sentir sus brazos envolverme fue una sensación cálida y placentera, Caled permanece así por varios minutos, yo lo disfruto mucho hasta que las miradas en el bus se tornan incómodas. Con discreción deshago el abrazo.—¿Estas bien? ¿Te paso algo?— toma mi rostro entre sus manos y suavemente lo eleva, revisa meticuloso cada parte y cuando termina su mirada conecta con la mía, su expresión se endurece —¿¡En donde estabas!?Trago saliva, solo esa acción basta para que sus hermosos ojos esmeraldas se conviertan en dos rubíes resplandecientes.—Salí.. — digo lo primero que se me viene a la mente.—¿A donde?— pregunta de inmediato.Las personas empiezan a vernos mal.—¿Podemos salir de aquí..?— frunce el ceño.Estoy por repetir lo mismo cuando me toma de
Eco.—Ahora— tomo una bocanada de aire cuando quita el saco de mi cabeza —.Vas a hablar— me empuja dentro de la casa, cierra la puerta y la asegura.Mi corazón se acelera a medida que se aproxima.—Eso hacen los amigos, se cuentan secretos— saca de su chaqueta un cigarrillo, la enciende y sonríe —. Por lo tanto....me vas a decir todo...— retrocedo, su aspecto advierte peligro y no lo digo por su vestimenta.>>Parece que va a un funeral con ese uniforme completamente negro que viste, y las mascaras de animales colgadas en la pared llaman mi atención, lucen realistas y extrañas. Este tipo está loco<<—Sabes, no soy tan insensible— suelta una risa corta —. Se como tratar a una dama— exhala, el humo cubre por unos segundos su rostro.Pasa de mi y se sienta en un escritorio.—Siéntate&md
Caled. En cuanto supe que Eco no estaba en la habitación, la busqué como loco y al recibir la notificación en el celular sobre lo que ocurrió solo aumentó la angustia. Salí desesperado rumbo a la clinica, pensé que nunca mas tendría ella que volver allí, estaba equivocado. —¡¿En donde esta?!— es lo primero que digo al cruzar la puerta. —En la quinta habitacion....pero...— me dirijo donde indicó. >>No tengo tiempo para rodeos>Quién fue el ma
Eco.Camino de un lado a otro, veo la ventana pero no alcanzo a ver más que la mitad del parqueo, después de que Caled me trajo a la habitación no regresó mas, mi madre tampoco a venido y los dos hombres pasan cada minuto revisando el que me encuentre aquí, pero no soy tonta, se perfectamente que no se apartan de la puerta.Empiezo a desesperarme cuando cae la noche y no recibo nada de nada ¿Que estará pasando afuera? ¿Habrán encontrado al asesino con máscara? Este tema tiene mi cabeza hecha un lío, no comprendo como es que Harry apareció muerto, lo que es peor en la misma noche y en el mismo lugar donde hacía minutos estuve yo. El tipo intento matarme ¿La razón? No tengo la más mínima idea, el robo de ese rubí, tras de que no tuve la culpa tampoco era un motivo de peso mayor para acabar con mi vida. Lo que si tengo muy presente es que estaba interesado en si Cedric me dijo algo o no.¿Harry escondía cosas y Cedric lo sabia o lo sabe?Cuando hable con él no me dijo nada pero si menc
Caled.Me estaciono a 100 metros de distancia de la casa del lago, una vez que puedo cerciorarme que la zona esta limpia parqueo el vehículo y llego caminando, el silencio solo es interrumpido por los truenos provenientes de las nubes del norte, que a paso lento se aproximan y con pronóstico de lluvias.>>Hasta el clima esta en mi contra<
(....)La noche avanzada a un ritmo lento, el nombramiento de Caled tomó cierta cantidad de tiempo ya que cada paso debía ser cuidadoso. La ausencia de Eban despertaba preocupación y sospecha, definitivamente eso no era parte plan. Pero debían continuar.Desafortunadamente ignoraban que a lo lejos eran observados. La fragancia cubría a la perfección sus aromas y como un depredador acechando a la presa se aproximaban con pasos sigilosos.Esperando el momento justo para atacar.Eco.En su frente yacia un dibujo de media luna y con la misma daga que guardo minutos atrás, corto la palma de su mano, giró a mi dirección y sonrío.—Ven— llama con voz ronca y ojos hipnotizantes.Miro a Cecilia quien asiente en aprobación, Nathan me guiña el ojo, discreto. Exhalo profundo y relajo los músculos que hasta ahora mantuve tensos.Llego a su lado y sujeta mi mano, le planta un beso y me estremezco por el acto. Acerca de a poco la daga aún manchada de su sangre —Será muy superficial, no sentirás nada
Marta.Querido diario : Nose porque escribo hasta ahora, dejé pasar un buen tiempo pero siento la necesidad de escribir, contarle aunque sea a las páginas de una vieja libreta lo alocada que se tornó mi vida.Eban....fue la primera vez que lo veía tan cambiado, luce más maduro y esa barda derretía a todas mujeres ¡Hasta a mi!Recuerdo reír un par de veces con su actitud de solitario adolescente y eso por loco que suene me cautivo en aquel entonces...La verdad, después de varios intentos fallidos por llamar su atención, jamás creí que podría fijarse en mi y al darme por vencida actúe natural frente a él.Con el pasar del tiempo todo cambió y ahora que estamos adultos y tan cercanos, estoy a pocas horas de salir en una cita con él, es un acontecimiento que hace palpitar mi corazón a un ritmo acelerado.No pasa minuto sin que revise por la ventana o alise mi vestido.Sin embargo, a pesar de la emoción no puedo dejar de lado las palabras de mis amigos, sus advertencias, fueron claros en
Me empuja con fuerza y caigo sobre la cama, el dolor punzante en el cuello es abrumador. La expresión de su rostro es difícil de explicar, sus ojos son completamente negros y ver mi propia sangre resbalar en la comisura de sus labios es perturbador. No puedo moverme, mis extremidades se encuentran congeladas. Pese al dolor que experimento no dejo de mirar su rostro, lo que siento no se compara con lo que él siente en este momento. Lo vio todo, cada parte del espantoso recuerdo.Mientras mordía él mismo me obligo a confesar sí era verdadero o falso el rumor de Annie, escuché su voz en mi cabeza, no pude controlar siquiera lo que pensaba. Sabía que ocultaba algo al resistirme, indagó más y más hasta llegar. Al darse cuenta no lo creía del todo. Saco sus colmillos de mi cuello y con voz temblorosa negó —No es cierto....dime que no es cierto.Pude sentir como lo rompí por dentro al afirmar.....que mi propia abuela mató a su madre.>>No quería decirlo así, no fue el día ni el momento