Su aroma viene del otro lado de los arbustos, sentí en el aire como su corazón cambio de ritmo cuando me escucho gruñir. Felicidad al mismo tiempo que se mezcla con el miedo. Cuando la pude ver al fin mi rabia aumenta cuando el humano la toma de la mano como si tratara protegerla de mi.

Ella demuestra que quiere alejarse de el, le grita que la suelte, pero el se niega a dejarla ir y eso me enfureció que no perdí mi tiempo en atacarlo pero ella me gritó que no lo hiciera pero no la escuche y de todas formas lo hice y cuando me di cuenta la había lastimado por atacar a Miguel.

Toda la ira que sentía se esfumo cuando vi la sangre brotar de su brazo a grandes cantidades, perdiendo mi forma animal corrí hacia a ella para auxiliarla, pero nuevamente el se interpone en mi camino y esta vez mi sed de vampiro se hizo presente.

—¡Que no te basto con lo que le hiciste!.

Con un puñetazo en el rostro lo quite de mi camino para poder llegar a ella. Mi alma no pudo verla la