—¡¿Qué demonios has hecho?!.

—Ethan.. que no es para mi…

Mis ojos se oscureció ante la rabia que tenía dentro de mí consumiéndome rápidamente por lo que acaba de pasar; El control en mi se desvanece en cuestión de segundos y eso hace retroceder de miedo a las sirvientas que me ayudaron a preparar todo esto y que se fue a la mierda por esta mujer que tengo delante de mi.

Ella intenta alejarse pero no dejó que lo haga, al sujetarla de los brazos ella chilla como un perro lastimado, con solo verla se me enciende la sangre de odio, ella dice que la lastimó y eso me hace sonreír.

—¿Cuánto te duele?.

—Mucho.. por favor.. suéltame.

Ella comienza a llorar más fuerte y eso me hace enfurecer porque solo sabe fingir para salirse con la suya. Esto no es nada comparado con lo que ella acaba de hacer, se tomó