NIKOLAY
Los días de m****a suelen ser muy frecuentes, mas cuando eres un hombre como yo que maneja el conglomerado de casinos de todo Moscú. No solo se maneja casinos, son hoteles cinco estrellas distribuidos mayormente en Moscú, pero tengo varios en toda rusia convirtiéndome de esta manera en uno de los hombres más poderoso de este país.
No solo es el dinero, se trata de todos los negocios independientes que manejo, además de la fortuna que gano no solo de los hoteles, si no de la multimillonaria suma que gano a diario con mis casinos.
Muevo mi cuello exasperado con la cantidad de documentos que tengo sobre la mesa. Suelto el aire levantándome de la mesa yendo directo a la licorera a servirme un trago de Ciroc. Es un tipo de Vodka frutal el cual estoy acostumbrado a tomar.
El dia esta nublado cuando miro por la ventana con la copa en la mano, es normal en rusia que inclusive los veranos sean poco asoleados.
—Buenos días señor—ingresa Aleksa. Es mi más leal servidora—tenemos invitación.
Se sienta frente al escritorio. Dejando la invitación a un lado y se a lo que se refiere.
—No me interesa ir.
—Eso la hará pensar que nunca la olvidaste y…
—Aleksa me importa una m****a lo que piense esa mujer.
Después de su traición no me interesa más como ser humana, como perra o como lo que sea.
—Debes llevar a una mujer hermosa, bien portada, una mujer diferente y no esas de revistas que estas acostumbrado a follar.
Me giro mirándola mal. Me dirijo a mi asiento ignorando sus palabras que me descomponen el maldito día más.
—Iras al maldito evento porque si no vas simplemente demostraras debilidad.
—No me interesa lo que esa mujer piense de mi.
—Aun la quieres Nikolay, no me engañas y…
—Aleksa—reprocho sus palabras mirándola severamente. Mi actitud le calla la boca y se levanta con las manos levantadas.
—De todas formas, deberías conseguirte una mujer diferente, alguien dulce, hermosa y que le demuestre a Kasandra que no es la única.
—Vete de una buena vez.
La tarde se me va en papeleos y en la noche bajo a supervisar el casino principal. Es uno de los mas concurridos, no solo por ser el más grande, aquí se manejamos una sala de póquer abierta las 24 horas del día en la que se celebran torneos diarios. Puedes probar suerte en un juego de Texas Hold’Em, Three-Card Poker o Pow Gai Poker. También disponemos de más de 190 juegos de mesa, que incluyen blackjack, dados, bacará y ruleta.
Muevo mi cuello pasando por las diferentes mesas de juego sin interactuar con los clientes. Muy pocos saben que soy el dueño y para ello tengo a muchos a mi disposición que los hace sentir bien y no en casa. Porque si quisieran eso, no estarían aquí.
Las mujeres con ropa corta son una distracción, hermosas, con cuerpo esbeltos atienten las mesas mientras los crupier estan bien vestidos. La música es de calidad manteniéndolos entretenidos mientras me entregan todo su dinero.
—Nikolay—reconozco esa voz y me giro para darle la cara—¿cómo estás?
Kassandra aparece en escena luciendo como siempre hermosa. Eso fue lo que me cautivo enseguida la primera vez que la conocí y continúa causándome impacto un año después de separarnos.
—¿Qué quieres? —tiene su bolsa debajo de su brazo y el vestido blanco se le ciñe al cuerpo por el que perdí muchas veces la cordura.
—Vine a divertirme con unas amigas, pero ahora que te veo, quiero asegurarme de que asistirás a mi evento.
—No pienso hacerlo—soy directo y le doy la espalda, puede ser muy hermosa, pero odio verla.
—Entonces si es cierto—me detengo—dicen que no has podido superarlo.
De verdad que me tiene sin cuidado lo que piensen las personas de mi, pero no tolero que diga y comenten lo que no saben y que ella tenga el descaro de creerlo.
—No digas m****a y no deberías venir aquí, sabes muy bien que no eres bienvenida.
Sus ojos son azules muy hermosos, su cabellera es rubia, tan amarillo como el sol y siempre he pensado que tiene un cabello espectacular. Lastima que tiene un alma tan negra.
—Nikolay yo—se acerca y me quedo quieto absorbiendo el olor de su colonia femenina —quisiera hablar contigo de solas, de manera calmada y sin interrupciones.
—Tu y yo no tenemos nada de que hablar y es mejor que te vayas, le repito señorita que no es bienvenida.
—Te espero en mi presentación—me detengo y miro por encima de mi hombro—o pensare que no lo has superado y sigues amándome.
M*****a. Me acerco a ella de tal manera que se asustada tanto que da un paso atrás.
—Lo único que me produces es asco—se le encharcan los ojos—vete o te mando a sacar como la basura que eres.
Le doy la espalda al problema por más que llore. No pensé que se llegara amar y odiar a una persona al mismo tiempo. Uno de los meseros me trae mi bebida favorita y paso a la siguiente salda del casino con el vaso vacío ya que de un solo sorbo me lo he bebido todo.
—Señor buenas noches—saluda uno de mis hombres encargado de esta parte del casino.
—Buenos noches Jack—soy amable, no suelo ser déspota con los que bien me sirven.
—Tenemos devuelta al señor Camilo Kovalev lo tenemos devuelta y ha perdido mucho dinero, me temo que no tiene el dinero suficiente para pagar.
Me acerco a la mesa notando el juego del hombre que pierde y pierde. La ultima vez trajo el dinero, pero no creo que esta vez lo tenga y puedo asegurarlo por sus movimientos, la forma de sudar y de mirar las cartas con tantas ganas de ganar.
Vuelve a perder quedándose sin fichas y los jugadores se retiran mientras el pide la revancha. Esta enviciado el pobre, ya no lo controla y se ha quedado sin nada ya que embargo su única propiedad por pagar la deuda en mi casino.
Lo se porque investigo a los clientes, a los grandes apostadores y para Camilo, este será la ultima vez que pise mi casino.—Un juego mas—pide sosteniendo al hombre—no seas gallina miedoso que me quitaste todo.—Señor deberíamos dar la orden de sacarlo—niego a la sugerencia de mi empleado. Me gustaría saber hasta donde esta dispuesto a llegar.—Un juego más, dame la oportunidad de recuperarme.—Suéltame perdedor.El jugador lo empuja el crupier lo sujeta para que no vaya al suelo. Malditos viciosos, esto es peor que un cáncer para quien no sabe controlarse.—Que tienes para apostar—le pregunto —creo que no tienes en donde caerte muerto.—Yo—se toca el cuerpo el muy imbécil—yo, puedo pagarte después, juro que…—Sáquenlo de aquí—doy la orden—y prohíbanle la entrada.Los hombres de negro se acercan cumpliendo con mi orden. Me dan asco los sujetos como el. Busco la salida porque no quiero verle mas la cara y…—Tengo esposa—dice llamando mi atención—es hermosa y la apuesto a ella, mira, es
LEANAMe toma del brazo sacándome y tengo temor de preguntarle sobre mi esposo, quiero enterrarlo y darle una apropiada sepultura, además quiero darle apresurar ese momento entregándome.¿Que le dire a mis papas? Eso es algo que tampoco me deja en paz y bajo las escaleras con la chica tatuada a mi lado. —¿Como te llamas? —musito, al parecer no es mala persona. —Aleksa—dice simplemente. —Tienes nombre muy bonito—digo sinceramente—que me va a pasar. —Ya lo veras. No se que pensar cuando pasamos dos salas llegando al inmenso comedor. Dándonos la espalda se encuentra ese sujeto y con la mirada en el piso me acerco con Aleksa que me indica en donde sentarme. No tengo hambre, tengo mucho temor y la chica hace un intento por irse pero la tomo de la mano. Acto que nota ese hombre porque aprieta la mandíbula poniéndome a temblar. —No puedo quedarme aquí—le suplico con la mirada que no me deje sola—lo siento. —Largo Aleksa. —No tiene ropa interior—se me tiñe las mejillas y no se por qu
LEANA Me sorprendo viendo mi figura en el espejo de cuerpo completo. El vestido rojo tiene una abertura en la pierna agregándole sensualidad, los tacones altos me dan la elegancia y el maquillaje le da una honda fresca a mi rostro. Aleksa me ayudo con mi cabello dándole un liso de tal manera que hacia tiempo no lo tenia ya que cuando empezaron los problemas con mi esposo descuide un poco mi aspecto físico. Los golpes, las malas palabras, todo me jugo una mala pasada bajando mi autoestima. —Estas un poco delgada, pero tienes un cuerpo muy bonito Leana—Aleksa me acaricia los brazos estando detrás de mí—cree en ti. —Tengo miedo. —Junto a Nikolay no tienes por qué temer. Vaya, asi se llama. Tiene un nombre muy bonito que le queda bien con el aspecto físico que tiene. —El es quien me causa temor, se ve un hombre muy malo. Se ríe la chica con mis palabras. Me gira para que la mire cara a cara y detallo que es una mujer muy bonita. El cabello rubio le cae a los hombros y aunque usa t
Qué horror, todos me miran cuando Nikolay entrega mi abrigo al camarero y deja su mano en mi espalda baja desencadenando una estúpida reacción cuando levemente me empuja para que me eche andar.—Tranquila, solo actúa natural. No me siento bien mezclándome con todas estas personas y mucho menos con las miradas puesta en mi. Mejor dicho, en los dos, parece que las personas vieran un fantasma. Tomo la copa que me ofrece el hombre a mi lado y bebo el contenido completo para calmar mis nervios. —Calma, esto no es normal para ti, pero quédate cerca. No soy capaz de mirarlo cuando me habla después de lo sucedido en su auto. A mano derecha hay un par de hombres mirándome de una forma que no puedo describirlo y me arrimo mas al cuerpo de Nikolay que capta mi movimiento. Es malo, pero me dijo quédate cerca y algo me hace sentir segura en este momento. —¿Qué pasa? —No, solo senti un poco de frio. Se relaciona con muchas personas que me presenta, me siento incomoda, no me gusta esto cua
No entiendo como me pide eso cuando soy una mujer viuda la cual prácticamente esta siendo tocada de manera inmoral por otro hombre que no es su esposo.. la punta de su nariz acaricia la piel de mi cuello tensándome todo el cuerpo. No se que quiere, que busca pero yo no puedo hacer esto, no quiero e intento alejarme nuevamente pero…—Vamos a dejar las cosas claras Leana porque soy un hombre de necesidades y tu eres una mujer muy hermosa—aprieta mi cintura llevándome contra el borde y haciéndome sentir mas su dureza—siente, mira cómo me tienes. Dios, esta demasiado duro y se siente demasiado largo, grande, grueso y caliente. —Nikolay por favor… —De alguna u otra forma voy a darte uso Leana y espero que te vayas haciendo a la idea que hare contigo lo que quiera. Me asusta sus palabras porque eso solo significa una sola cosa. Besa mi cuello y ahora soy yo quien aprieta las manos porque se siente no sé, bien podría decir ya que su dureza, más su calor corporal, combinado con sus besos,
—Por favor ayúdame.Pido con lagrimas en los ojos mientras el otro sujeto me toma de las manos y el que tengo encima me chupa los senos. Toda la m****a pasada la siento encima de mi cuerpo y se me sale el aire cuando siento el miembro erecto buscando la entrada de mi vagina.Ya todo esta perdido y lo único que deseo en este momento es morirme.NIKOLAY El aire acondicionado no mengua al sofoco que siento en este momento en eventos como estos. No me gustan, no soy un hombre de fiestas sin embargo se que sirven para relacionarse con grandes empresarios y buenos negocios. Es una reunion como cualquiera pero que no soporto ya que se encuentra mucha hipocrsia y gente indeseable como los hermanos Kusnetsov. malditos hijos de perra como los odio. Herede el casino pero a base de esfuerzo he podido construir dos centros comerciales que ahora llevan mi apellido. Soy un hombre inteligente, no tengo porque negar mi capacidad y debo decir que para los negocios tengo un sexto sentido. —Dejame pen
No termina la frese y la saco de la bañera para secarle el cuerpo. Se deja mientras tengo que recurrir a mi autocontrol para no sacar mi miembro y follarmela de frente al espejo. Miro su rostro, los golpes me encienden por dentro y acaricio su mejilla, el labio inferior cuando entreabre la boca tentándome. Debo controlarme, la cargo llevándola a la cama y desnuda la abrigo antes de intentar salir de su habitación. —Nikolay gracias. —Aun así no te salvas del castigo. Le digo sin mirarla, me enoja que me desobedezca y continue de terca. —Entiende que ahora me pertenece y de mi no te escaparas nunca Leana. —De todas maneras, gracias por salvarme esta noche—suspiro. —No quiero que toquen lo mío. Estrello la puerta de su habitación cerrándola. Voy a la licorera para relajarme un rato pero me encuentro con Aleksa quien se me acerca con el vaso lleno de mi bebida favorita. El Ciroc baja por mi garganta quemando mis cuerdas vocales mientras tomo asiento masajeándome la sien. —Debes t
LEANALos latidos se me descontrolan cuando lo veo regresar con una punta de cuero negro que me seca la garganta. Dios mio, la simple sospecha de lo que piensa hacer desborda los latidos de mi corazón mientras los ojos se me llenan de lagrimas con el miedo que envuelve cada fibra de mi cuerpo.Esta sin camisa mostrando el elástico de su boxer rojo ya que descaradamente tiene botón desbrochado y el cierre bajado hasta la mitad lo que le permite tener el vaquero caído a su cadera. Sacudo mi mente, la imagen no debe distraerme ya que le temo a eso que tiene en la mano.—Leana has sido una niña muy mala.—Por favor Nikolay, yo..—Shhh.Aunque quiera moverme tengo las manos esposadas a mi espalda y todo mi peso recae en ella dejándome casi indefensa. Posa la punta de la fusta en mi pezón derecho que no se si es por el frio, la situación o el tacto del cuero, pero se pone erecto.Estoy desnuda lo que me enciende las mejillas porque otro hombre que no sea mi esposo me ha visto desnuda y ya n