Obligarla a estar conmigo es lo mínimo que quiero, por ellosimplemente la beso cambiando mis furiosos pálpitos llenos de ira, por unosansiosos y cargados de pasión.Esta mujer es fuego puro que me quema la piel. Mi miembroreposa en su abdomen bajo totalmente endurecidos y me suelta los labios enbusca de aire.—Nikolay—susurra mi nombre mientrasle beso el cuello.—Leana.Me restriego en ella con fuerza, mi hombría esta apunto deexplotar y busco nuevamente el contacto de sus labios los cuales consumo con unbeso mortal que me sabe vida, pasión y ardor. Me sigue el paso rodeando con suspiernas mi cintura volviéndome mas loco con ganas de partirla en dos.Me mira a los ojos, acaricia mi mejilla con los nudillos desu mano derecha y el verde de sus ojos me cautivan de forma extraña.—¿Que paso? —pregunta—confía enmi. Jamas volveré a confiar en una mujer, todas al final son lomismo, terminan decepcionándote y traicionándote. Algo me dice que con Leanaserá igual por el
LEANAAun no salgo de mi asombro, la cámara esta sobre la mesa denoche y la primera foto que he tomado con ella, a sido captar a Nikolay.Suspiro acomodándome en la cama boca arriba dejando mi mano en mi pecho. Sientoel frio del metal sobre la piel y miro mi dedo donde tengo el anillo dematrimonio.Los pensamientos locos no me dejan dormir y busco la cocinapor un vaso de leche. Me encuentro con Aleksa la cual luce una pijama devestido reveladora y no pensé que fuera de ese tipo de persona.—No puedes dormir—niego acercándomea ella—leche.—Por favor.Me siento esperando el vaso que desliza lleno de lechetibia.—¿Porque no puedes dormir, que teatormenta?—Si te soy sincera todo, pero tengouno muy grande y es Nikolay.—Umm—se sienta frente a mi y soplala bebida—cuéntame que pasa con mi jefecito.No se si puedo confiar en ella, pero hasta ahora ademostrado ser una buena persona y desde que llegue aquí, ha sido muy linda.—Ese hombre me confunde demasiado, aveces es muy impetuo
—Deja de estar mirándome—me atraganto con mi saliva. ¿Cómo lo sabes? —y si te preguntas porque lo se, el ascensor tiene espejos. Cierro mis ojos avergonzada. Segundos después las puertas del elevador se abren y deja su aroma impregnada cuando sale. Saco de inmediato mi cámara tomándole una foto cuando camina y tiene un perfil de modelo sexi. Me cosquillea el clítoris horriblemente. Entra en su oficina y yo me siento en el escritorio de Tiara la cual me explico el funcionamiento. No parece difícil, pero de todas maneras es mi primer día oficial como su secretaria. Nueve de la mañana comienza mi horario laboral y son muchas responsabilidades. No solo contestar llamadas, programar sus citas o recordárselas. La cantidad de dinero que le ingresa es estratosférica y todo los reportes y movimientos en sus casinos y hoteles llegan por correo y debo clasificarlas. Me da el medio dia, pasan mas de 10 minutos y no sale de su oficina por ello me levanto de mi asiento para saber que le sucede
—Si Nikolay ya le dio la respuesta que hace preguntándome—espero sea convincente —Creo que usted esta buscando una grieta que no va a encontrar en aquí señor.—La veo muy tranquila, pese a su esposo muerto.—No le permito que dude de mis sentimientos—tomo lo que Markus deja en la mesa—el hecho de que no me vea a punto de matarme, no quiera decir que su muerte no me duela, el dolor se lleva por dentro.—No parece ser una mujer que oculte sus sentimientos, por el contrario, creo que es una que los deja salir libremente.—No me conoce, que tenga buen día oficial.Nerviosa me voy, no se ni como camino porque siento su mirada en mi espalda y trato de no correr, aunque quiera. Entro preocupada a su oficina olvidándome del momento erótico de hace rato.—No te enseñaron a tocar en tu casa.—El oficial vino hablar conmigo—dejo la bandeja en su escritorio y mira lo que le traje, ignorando mis palabras—estas escuchándome.—¿Que m****a es eso Leana?La dureza en sus palabras me paraliza y creo qu
NIKOLAYMe enoja verle la cara tan fresca y juro que deseo tirarla por la ventana. Es una descarada que no sé qué es lo que busca, pero claramente de mí no conseguirá nada porque apenas, si la soporto.—Largo de aquí Kassandra—gruñó molesto—Ya. Leana entra después de mi, Kassandra la escruta de pies a cabeza ignorando mis palabras. —¿Y esta quien es? ¿que paso con Tiara?Pregunta como si tuviera derechos a saber.—Eso a ti no te importa—exclamo—largo de aquí Kassandra que de ánimos no me encuentro. —Necesito hablar contigo a solas—mira a Leana–no escuchaste. —No eres mi jefa, obedezco a Nikolay. —Pero cuanta confianza se gasta la gata—se levanta acercándose a Leana que no retrocede—aprende tu lugar, que es detrás de ese escritorio esperando que te llame por café.—La que debe entender que no tiene nada que hacer aquí, eres tu y ya basta, fuera Kassandra de mi oficina, es la última vez que te lo digo. —Necesito hablar contigo, y no me voy hasta hacerlo. Necesito tener paciencia
—Porque estas enojado, sucedió algomientras no estaba, ese policía logro molestarte.—No, Leana logro manejar bien lasituación, es buena pese a su inseguridad.—¿Te gusta verdad?—No hables pendejadas Aleksa.—No son pendejadas cuando a leguasse nota que te gusta mucho la chica, es normal Nikolay enamorarse de nuevo,aunque me gustaría que no la utilizaras, no es como Kassandra.—Vete.—Porque siempre huyes de lasconversaciones, date cuenta que eso lo único que hace es mal, al menos hablaque…—Aleksa vete, no soy un puto criopara hablar de mis problemas como si no pudiera resolverlos yo mismo.—No estoy diciendo eso, pero a veceses bueno hablar, desahogarse, así serán más llevaderas las cosas.—Basta, quiero que salgas y manténvigilado a esos putos hermanos, no quiero que me dañen mis negocios.—Está bien, energúmeno.No me quedo en la noche en mi casino, me voy a mi mansióndonde bebo una copa de licor mientras aprecio el fuego de la chimenea. El saborde Leana aun lo tengo e
LEANAEl vestido rojo con una abertura en mi pierna se ajusta a micuerpo, resaltando mis puntos fuertes. Dios, en verdad me veo hermosa y noquiero ser presumida o tirármela de humilde, pero me veo realmente muy bien.Tanto que las miradas se dirigen a mi cuando de la mano deNikolay nos adentramos al espacio colorido y lleno de arte.—No te separes de mi—me recorre conla mirada alterándome—estas hermosa y ya sabes, debes ser.—Cariñosa contigo—locorto—aparentando ser tu novia.—¿Es una tortura serlo? —me preguntay es obvio que no, Nikolay es un hombre muy atractivo y sus ojos de acero sondemasiado bellos, agregándole sensualidad.Un porte grande, hombros anchos y una personalidad seria quellama demasiado la atención por el enigma en su aura cargada de toxicidad.—Me resulta difícil—alza una ceja—porque…—Nikolay hijo—una pareja se acercainterrumpiéndonos—que bien que viniste.La señora vestida con elegancia con un vestido satín, meobserva de arriba abajo como si fuera una fo
El ambiente se torna pesado con la aparición de Kassandra ysus estúpidas exigencias que no tienen pies ni cabeza. No me gusta para nadaesta mujer que se le nota lo venenosa por encima. Se cree demasiado, el ombligodel mundo y aunque es hermosa, su actitud de diosa inalcanzable empaña subelleza física.Avelina se mantiene a mi lado y no le tengo miedo, perotampoco quiero problemas que arruinen más la relación entre Nikolay y yo. Porende intento irme pero se interpone nuevamente en mi camino.—¿Que esperas que no te largas?—brama mirando a Evalina, hasta el tono que emplea me choca.—No voy a dejar a Leana con unaarpía como tu, No estás ni loca Kassandra. —¿Tanto miedo me tienes? —se mofaenojándome. Y en serio soy una mujer paciente, pero esta mujer te roba lacalma.—No te conozco Kassandra, no tengoporque tenerte miedo en todo caso—Aquí no intimidas a nadieKassandra. No te creas tanto estúpida.Mi compañera tampoco la soporta y no se como lo hacen susamigas, es una mujer