—Porque estas enojado, sucedió algomientras no estaba, ese policía logro molestarte.—No, Leana logro manejar bien lasituación, es buena pese a su inseguridad.—¿Te gusta verdad?—No hables pendejadas Aleksa.—No son pendejadas cuando a leguasse nota que te gusta mucho la chica, es normal Nikolay enamorarse de nuevo,aunque me gustaría que no la utilizaras, no es como Kassandra.—Vete.—Porque siempre huyes de lasconversaciones, date cuenta que eso lo único que hace es mal, al menos hablaque…—Aleksa vete, no soy un puto criopara hablar de mis problemas como si no pudiera resolverlos yo mismo.—No estoy diciendo eso, pero a veceses bueno hablar, desahogarse, así serán más llevaderas las cosas.—Basta, quiero que salgas y manténvigilado a esos putos hermanos, no quiero que me dañen mis negocios.—Está bien, energúmeno.No me quedo en la noche en mi casino, me voy a mi mansióndonde bebo una copa de licor mientras aprecio el fuego de la chimenea. El saborde Leana aun lo tengo e
LEANAEl vestido rojo con una abertura en mi pierna se ajusta a micuerpo, resaltando mis puntos fuertes. Dios, en verdad me veo hermosa y noquiero ser presumida o tirármela de humilde, pero me veo realmente muy bien.Tanto que las miradas se dirigen a mi cuando de la mano deNikolay nos adentramos al espacio colorido y lleno de arte.—No te separes de mi—me recorre conla mirada alterándome—estas hermosa y ya sabes, debes ser.—Cariñosa contigo—locorto—aparentando ser tu novia.—¿Es una tortura serlo? —me preguntay es obvio que no, Nikolay es un hombre muy atractivo y sus ojos de acero sondemasiado bellos, agregándole sensualidad.Un porte grande, hombros anchos y una personalidad seria quellama demasiado la atención por el enigma en su aura cargada de toxicidad.—Me resulta difícil—alza una ceja—porque…—Nikolay hijo—una pareja se acercainterrumpiéndonos—que bien que viniste.La señora vestida con elegancia con un vestido satín, meobserva de arriba abajo como si fuera una fo
El ambiente se torna pesado con la aparición de Kassandra ysus estúpidas exigencias que no tienen pies ni cabeza. No me gusta para nadaesta mujer que se le nota lo venenosa por encima. Se cree demasiado, el ombligodel mundo y aunque es hermosa, su actitud de diosa inalcanzable empaña subelleza física.Avelina se mantiene a mi lado y no le tengo miedo, perotampoco quiero problemas que arruinen más la relación entre Nikolay y yo. Porende intento irme pero se interpone nuevamente en mi camino.—¿Que esperas que no te largas?—brama mirando a Evalina, hasta el tono que emplea me choca.—No voy a dejar a Leana con unaarpía como tu, No estás ni loca Kassandra. —¿Tanto miedo me tienes? —se mofaenojándome. Y en serio soy una mujer paciente, pero esta mujer te roba lacalma.—No te conozco Kassandra, no tengoporque tenerte miedo en todo caso—Aquí no intimidas a nadieKassandra. No te creas tanto estúpida.Mi compañera tampoco la soporta y no se como lo hacen susamigas, es una mujer
—Hola mi amor, estaba buscándote.Le digo queriendo desvanecer el aura tan pesada. —Evalina me dijo que un sujeto concara de imbécil estaba molestándote. Dice mirando al detective que sonríe —No creo que haya dicho eso—réplica.—Tienes razón, el imbécil lo acabo deagregar yo–Dios Nikolay no se mide—te voy a decir algo muy claro y es que noquiero que andes merodeando mi mujer, lahostigues y le hagas preguntas cada que se te da la gana porque no lo voy apermite, intentaste sacarle informacióna base de mentiras y nosotros hemos colaborado con tu investigación, así que no me hagas levantar el puntoteléfono, hacer una llamada y dejartesin trabajo con solo una palabra mía. –No me amenaces, que sólo hago mitrabajo. —Nadie está interfiriendo, pero novoy a permitir que hostigues a mi mujer—no se que ocasiona que me diga de esamanera—o tienes otros intereses que van mas allá de lo profesional. Me mira de una manera que tengo que desviar la mirada ypegarme más al hombre que
LEANALos problemas en los casinos son muy comunes ya que laspersonas por lo general nunca saben como retirarse, los adictos al juego nosaben detenerse y es ese mi mayor problema.—Entonces que piensas hacer parapagarme—bebo de la copa mirando al sujeto que llora—no soy un hombre malo, perome convierto en uno cuando quieren robarme.—No, yo no quiero robarlo señor,perdóneme, yo voy a conseguir el dinero, deme hasta mañana por favor.Uno de mis hombres me entrega la carpeta con todos susdatos, cuando los jugadores entran a jugar una gran cantidad de dinero, loinvestigamos, para saber de dónde agarrarnos cuando pasa este tipo desituaciones.—Detesto que quieran verme la carade odiota.—No señor, yo le juro, le prometoque mañana mismo tiene su dinero.—Como no confio en jugadoresviciosos como tu, mis hombres amablemente van a escoltarte hasta tu casa, tedaré hasta mañana al caer el sol para que traigas mi dinero, o si no,personalmente delante de toda tu familia voy a cortart
Sonrió antes de besarme con pasión y termínanos de bañarnosdespués de dos orgasmos.—Vamos a desayunar—le digo cuando leofrezco una de mis camisas—tengo que alimentarte.—No quiero salir, tengo vergüenza.—Esto entre tu y yo tarde o tempranoiba a pasar, había mucha tensión sexual entre los dos, asi que no teavergüences y vamos que tengo hambre.—Pensé que ya te habíasalimentado—me sonrió,—Después continuo con el postre.Desayunamos al aire libre, es domingo, me gusta hacerlo, yademas la compañía inmejorable. Me mira y sonrió en complicidad. Es muy tiernay sigo insistiendo que Camilo fue un imbécil.Estoy seguro que ese oficial esta interesado en ella y nosolo la ve como una posible sospechosa, busca cualquier momento para acercarsea Leana lo que no me gusta.—Pense que nunca iban a salir de lahabitación—llega Aleksa—parece que te gusto mucho la sorpresa Nikolay.—¿Que quieres? —bramo molestotomando el jugo de naranja.—Buenos días Aleksa.—Ella si sabe de buenos modales—se
LEANA La pared me permite esconderme para poder escuchar lo que Kassandra viene a decirle a Nikolay. No se que quiere, pero de esa mujer no podemos esperar nada bueno de eso estoy segura. —Que sea la ultima vez que vienes a mi casa sin avisar, no eres bienvenida a mi hogar. Nikolay es tan directo que asusta muchas veces. Pero debo reconocer que es eso lo que mas me gusta, atrae y me enloquece de el. Nunca en mi vida me había tomado con un hombre como el, con ese carácter tan frentero y esa manera de encarar a las personas llega a ser grosero, pero muchas de esas personas lo merecen, como por ejemplo Kassandra que es una descarada. —Niko por favor yo… —No, Kassandra, no me interesa saber nada de lo que vengas a decirme, no me interesa. —Antes dabas la vida por mi, como cambian las cosas. —Tu misma lo acabas de decir, antes daba mi vida por ti, ahora ni agua te ofrezco porque no me interesas. Debo decir que me hace sentir muy bien las palabras que le dice porque siento un males
Nikolay es muy morboso, se toca el miembro frente a mi caray acercar la punta mojada de sus propios jugos. No tengo prejuicios y un asconatural por una polla, ya lo he hecho antes por ello abro mi boca paraapretarlo con mi lengua y paladar.Lo agarro estando acostada en la cama con las piernasabiertas y el me mete los dedos mientras yo, rabiosamente succiono provocandogemidos masculinos que me encantan. Me mete los dedos estando arrodillado en lacama mientras le succiono los testículos y lo masturbo con intensidad. Las dosnos hamacamos en un vaivén que mareaba por la intensidad del placer y con solosus dedos llego a un increíble orgasmo mientras el se derrama en mi boca.—Dios mío…Exclamo sin poder controlar mis espasmos. Rápidamente serecupera para dejar mis piernas sobre su hombro, mi espalda contra la cama ysus manos en mis senos agarrándolos con fuerza mientras lo miro a los ojos entanto va hundiéndose en mi con lentitud exasperante. Mi cuerpo, mi canal, misexo no opu