Ver el agradecimiento en los ojos de Mía, no hacía más que poner más nervioso a Dante. Apenas habían tenido un poco de paz, ella por fin lo había aceptado y hoy todo podía terminar. —Mia, ¿No recuerdas al hombre que estuvo esa noche contigo hace unos años? — Preguntó tenso y ella frunció el ceño confundida, sin entender por qué él le estaba preguntando esto. —No, pero, ¿A qué viene esto? ¿Te preocupa que él venga a reclamar a Lydia? — Cuestionó ella, esto era algo que también la había preocupado por mucho tiempo, pero sabía que teniendo a Dante a su lado, este hombre no podría molestarla ni quitarle a su hija. —No es por eso, solo quisiera saber si lo culpas por lo que pasó, ya que después de esa noche toda tu vida se vino abajo… — Suspiró Dante con pesadez, sus ojos llenos de sombras tormentosas. Él se culpaba por no haberse hecho cargo de ella estos años y dejar que sufrieran ella y su hija, pero no tenía idea de que Lydia existiera y tampoco sabía quien era ella. Pe
El mismo día en que Mia se enteró que Liam era su hijo y que realmente estaba vivo, dejó de dormir con Dante y estaba durmiendo en la habitación del pequeño con los dos niños y Dante no podía estar más ansioso y desesperado. Sentía que ella se había vuelto muy fría con él, ya llevaba dos noches dejándolo solo en su habitación y apenas le hablaba por algo referente a los niños. Ella le había dicho que realmente no culpaba a ese hombre antes de saber que era él, pero ahora estaba seguro de que si lo culpaba y no sabía que hacer.Porque no soportaba estar así, verla y no poder tocarla, se había vuelto adicto a ella y tener que permanecer a distancia lo estaba matando. Apenas y rendía en lo que tenía que hacer con respecto a su trabajo, pensando en que tenía que hacer para que Mia pudiera perdonarlo, recibió una llamada de Axel.—Señor su abuelo trajo a Bruno a la empresa hoy, creo que van a alegar que usted abandonó su cargo porque no ha aparecido, están actuando un poco raros,
Los días iban pasando y Dante se sentía como un extraño en su familia, su esposa seguía guardando la distancia y aunque sus hijos seguían siendo igual de cariñosos con él, no tenía demasiado tiempo para pasar con ellos debido a que siempre tenía que estar trabajando. Su abuelo ya había puesto a Bruno como CEO de la empresa, justo como dijo Axel había llegado que Dante estaba abandonando su cargo al no presentarse, los accionistas no estaban muy de acuerdo con esto debido a que la empresa seguía funcionando bien así, pero Charles ya había tomado su decisión y como los demás accionistas apenas tenían el 20% de las acciones junto no pudieron hacer nada. Charles aún tenía el 30% que no había repartido aún y su hija la cuál consiguió que lo apoyará tenía un 10% y Santiago un 5% al igual que Katerine, pero ellos no le dieron su apoyo para hacer esto. Dante tenía el 30% restante, pero ya que no se había presentado, Charles consiguió su objetivo. Ahora Dante debía trabajar mucho más duro
Cuándo finalmente los doctores consiguieron bajar la fiebre de Liam, fue que Dante y Mia pudieron respirar con menos dificultad.Y después de que le sacaron un poco de sangre al pequeño para realizarle los exámenes y determinar la causa, le aconsejaron que Liam debería quedarse está noche para ser observado y luego los doctores los dejaron solos. Mía se sentó a un lado del sofá, tomando la manito de su hijo sin quererse separar de él, había estado muy asustada hace un momento. Dante le dio un beso en la frente a Liam y se sentó en otro sofá un poco más alejado de la cama, acostando a Lydia a su lado y abrigándola, para asegurarse que la niña descansará. Dos horas después, Dante se había quedado dormido por el agotamiento después de comprobar varias veces que Liam no tenía fiebre y Lydia se había dormido hace mucho tiempo. En cambio Mía no podía conciliar el sueño y se levantó para buscar un poco de agua, para su sorpresa, no pudo ver a los guardaespaldas que habían venido con e
—¿De que hablas Dante? ¿Quién tiene a quién? ¿Cómo puedes llamar a estás horas para acusarme de algo de lo que no tengo ni idea? — Preguntó la voz serena de Charles al otro lado y esto solo enfureció más a Dante. —Sabes que hablo de Mia, así que dime qué es lo que quieres, ¿Estás haciendo esto por qué quieres mis acciones de la empresa o es algo más? Si son las acciones puedo dártelas, sin problemas siempre y cuando me entregues a Mia sana y salva. — Masculló Dante y escuchó una risa sardónica al otro lado, irritando más sus nervios. —Creí que habías dicho que ya no te importaba esa mujer y de hecho ni siquiera querías casarte con ella, ¿Qué ha cambiado? El cuerpo de Dante se tensó mucho más, había mostrado más sentimientos de los que debería y esto era peligroso.—Abuelo, no voy a hablar sobre mis sentimientos, pero quiero que me la entregues, ella es madre y tiene que volver por su hija, la niña la necesita.—Ahora la niña te tiene a ti, después de todo eres su padre Da
Al escuchar esta voz, el corazón de Mía dio un vuelco, mientras todo su cuerpo se llenaba de escalofríos y comenzó a temblar. No quería creer que realmente fuera él. —¿Te quedaste muda zorra? — Pregunta Bruno, levantándose de la silla para acercarse a ella. — Me debes mucho, demasiado diría yo, te acostaste con otro hombre cuando éramos novios y encima le diste dos hijos, al menos tienes que darme la noche que me debes. — Al decir esto Bruno le acarició el rostro, mirándola con lujuria y el cuerpo de Mia se estremeció en disgusto. En ese instante Mia, volteó el rostro asqueada por su toque, lo cuál enfurecida a Bruno y le dio una bofetada. El dolor invadió la mitad de su rostro, pero ella volvió a mirarlo con repulsión y determinación. —Yo no te debo nada, nunca te he debido nada y no pienso acostarme contigo, me das asco. — Masculló Mia mientras su mentón empezaba a temblar y sus ojos se cristalizaban por el dolor del golpe y el miedo. Estaba aterrada, no podía evitar re
Los cuatro hombres en el interior de la casa se paralizaron antes de reaccionar al escuchar otro disparo, acompañado de un grito. —Maldita sea, vamos al sótano. — gruñó Bruno antes de correr hacía ahí.Al abrir la puerta del sótano escuchó más disparos, pero bajó las escaleras del sótano sin mirar atrás y solo dos de los hombres que estaban con él lo siguieron al interior, el último en cerrar cerró la puerta, sacando su arma para estar preparado y quedándose al pie de la escalera nervioso. —Jefe, ¿Qué hacemos? Ya dieron con nosotros, necesitamos ayuda, ¿puede llamar a su abuelo para que envie refuerzos?— Preguntó el hombre. —Disparen apenas la puerta se abra a todo lo que se mueva y asegúrense de disparar a matar, son ellos o nosotros, pero no enciendan la luz, eso nos dara ventaja. — Respondió Bruno apretando los dientes, antes de acercarse a Mia que se había ido a un rincón, pero seguía con las manos amarradas. Ella había logrado escuchar los disparos y al escuchar la co
En el hospital, Mía estaba cada vez más nerviosa mientras atendían a Dante y no podía parar de culparse a sí misma, recordando como lo había estado evitando y ahora se arrepentía mucho de haber sido fría con él estos días, de no haber dormido en la misma cama y de estar prácticamente ignorándolo. Sentía que ahora que él estaba en peligro fue una tontería estar molesta con él, después de todo él no sabía que ella había cargado con el dolor de la perdida, además nunca fue su intención lastimarla y a ella en este momento lo que menos le importaba era lo que sucedió en el pasado, solo quería que Dante estuviera bien, ahora estaba segura que no podía vivir sin él, porque verlo inconsciente y sangrando fue una de las escenas más aterradoras de su vida.Y tenía la certeza que quería olvidar todo y quería su presente y futuro junto a Dante. Su corazón pendía de un hilo mientras rogaba al cielo que él estuviera bien y cuando finalmente el doctor salió, ella se acercó a él apresurada. —