LUCIANA :En el transcurso del camino me mantuve sería y pensativa. Nuestros toqueteos no pasó a más y mejor esperamos hasta llegar a casa. —Sacha ¿Crees que su lobo nos habló? Le pregunto a mi loba. —No lo sé… Pero pude sentir la presencia de un ser poderoso. Dice mi loba pensativa igual. —Pero sólo fue por unos breves segundos Luciana… Es muy raro ¿No? Suspiro internamente. —Por supuesto que es extraño, pero él es un híbrido ¿No? Puede ser que su parte lobuna quiera despertar. Le digo mi teoría a mi loba. —Recuerda que está hechizado, y no creo que ame a nadie todavía. Habla mi loba con tristeza. —Yo tampoco lo creo… Puede ser que el hechizo sea muy viejo y ya de está venciendo. Digo y mi loba se ríe. —Ambas sabemos que eso no ocurre, mejor vamos a usar el cerebro para pensar mejor. Dice cerrando el link. —¿Te ocurre algo? Estás muy pensativa y seria.Escucho la voz de Andrew y volteo a mirarlo. —No me pasa nada, hablaba con mi loba. Le digo con media sonrisa. —¿C
LUCIANA :Me doy una corta ducha y me coloco unos vaqueros negros junto a a una blusa de tirante. Me hago una coleta alta y me miro al espejo. —Tranquilo corazón, no entiendo por qué te duele tanto. Susurro mirándome al espejo y suspiro profundo —Te necesito fuerte Sacha, nada de lloriqueos ni quejas ¿Entendido? Te necesito fuerte. Le repito y ella sólo suspira para darme un audible. —Está bien Luciana, juntas seremos más fuerte. Dice y le sonrío para bajar a la sala donde me esperan. Al bajar escucho a los dos hombres hablar muy animados y cuándo me sienten me miran. Los ojos profundos de Andrew hacen que una corriente eléctrica recorra mi columna, pero me mantengo firme como si nada pasara. —Señor de Santis, es un gusto volver a verlo. Digo acercándome a ellos. —Él gusto es mío bella dama y por favor sólo Bruno, estamos en confianza. Dice para colocarse de pies y dejar un beso en mis manos. Le sonrío de manera amable y tomo asiento junto a Andrew qué mira con el ceño f
LUCIANA :Para la noche me vestí con un pantalón de mezclilla negro, un top negro y por arriba una chaqueta de cuero del mismo color. Me coloco unas botas militares, me hago una coleta alta, pinto mis labios de rojo carmín y me hago un delineado y listo. Me miro al espejo y me siento yo. —Uuff, volví a ser yo misma… Pero me falta algo. Digo con media sonrisa mientras me miro al espejo. Bajo por las escaleras y Andrew ya me espera abajo. —Wooow. Dice al verme y me mira de arriba abajo. —¿Qué? Le pregunto y él habla sin dejar de mirarme sorprendido. —Te ves… Te ves diferente y hermosa. Dice acercándose a mí, me toma de la cintura y me planta un buen beso. —¿Me dirás a dónde vamos? Me pregunta y niego. —Es una sorpresa. Le sonrío y salimos al garaje… —Está vez conduzco yo. Le digo y Andrew me entrega la llave para conducir. —Es mi bebé, tienes que cuidarlo con tu vida. Habla mientras me guiña el ojo y se sube de copiloto. Conduzco con normalidad y me detengo en un cas
LUCIANA :—Ese es el plan… Y bienvenido a mi mansión. Le hablo con una sonrisa. Ambos entramos a mi mansión y lo primero que hago es dirigirme a mi oficina, pero no sin antes darle un recorrido a mi mansión. —Las del servicio sólo vienen dos veces a la semana, así que tendremos que hacer prácticamente todo en el tiempo que estaremos aquí. Hablo entrando a mi oficina. —Me gusta tu mansión, es elegante. Habla Andrew tomando asiento en un mueble frente a mí. —Gracias, está a la orden. Digo con una sonrisa y Andrew me sigue con una sonrisa atrás. —Este es mi mundo Andrew, espero que no te sorprendas demasiado. Hablo mientras lo observo y este niega. —Descuida, he vivido peores. Dice sin dejar de observarme. Asiento suspirando un poco y tomo de mi cajón unos auriculares. —Los necesito aquí ahora mismo. Hablo cuándo los coloco en mi oído. —Sí señora. Escucho y apago el micrófono. Cinco minutos después escucho que tocan la puerta.—Pase. Hablo mientras miro unos papeles.
LUCIANA :La noche de la gala llegó y estoy perfectamente vestida con un vestido de color rojo de forma sensual. Es largo y pegado, dejando ver mis curvas. Llevo un recogido muy hermoso junto a un antifaz de color negro y mis tacones negros. Llevo un maquillaje algo cargado y sonrío al verme al espejo. —Se que se volverá loco al verme. Susurro mirándome al espejo y salgo de mi habitación para buscar a Andrew. Lo encuentro sentado en uno de los sofás mirando su celular y al sentirme sube la cabeza y me sonríe mirándome de arriba abajo. —Sei bellissima. (Estás hermosa) Dice acercándose a mí y deja un beso en mi mejilla. —No sabía que hablas italiano… Grazie tesoro, anche tu. (Gracias cariño tu también) Susurro mientras dejo un beso en su cuello y acomodo su camisa. Andrew está enfundado en un perfecto traje de color negro completo, mientras que su corbatín es de color rojo junto a su antifaz… Vamos perfectamente combinados y eso me hace sonreír. Le entrego unos auriculares i
LUCIANA :Al terminar el vals salimos de la pista de baile para ir por unos tragos. —Señorita Luciana, veo que viene acompañada. Escucho la voz de Mario y Andrew y yo giramos para mirarlo. —Señor Vázquez, un gusto verlo. Hablo mientras tomo mi vino blanco. —Lo mismo digo, y déjeme decirle que luce radiante y sensual. Dice ignorando a Andrew qué está a mi lado y lo mira con el ceño fruncido. —Gracias por el halago. Digo y me aferro a los brazos de Andrew para dejarle en claro que no me interesa nada con él, pero al parecer su cerebro no funciona bien. —Sí al señor no le interesa, me gustaría invitarla a bailar Luciana. Dice tendiendome su mano con una sonrisa y lo miro con fastidio. Rayos… ¿Es enserio? Miro alrededor y algunas personas nos observan, de manera disimulada, pero si lo hacen. Con un suspiro acepto. —De acuerdo.Digo tendiendo mi mano hacía él, pero soy detenida por Andrew. —No permito que mi mujer baile con otros… Lo siento, pero soy muy celoso señor… Vásque
LUCIANA :Andrew y yo salimos de la fiesta en silencio y cada quién en su mundo. No voy a negar que muero por preguntarle qué le dijo Máximo… Pero eso conllevaría a que yo le diga lo que me contó y eso es algo que no estoy dispuesta a decir. —Yo conduciré. Es lo único que digo en nuestra caminata. Nos entregan la llave y el auto y me dispongo a conducir por las lujosas calles de Italia… ¡Cómo amo este país! Pienso mientras suspiro mentalmente. —Dos autos negros blindados la siguen señora. Escucho la voz de uno de mis hombres. —Información. Les pido mientras conduzco de manera normal y miro por el espejo para ver los dos autos.—Son hombres de Mario Vasquez. Dice Lorenzo a través del intercomunicador y asiento. —Perfecto, dejarlos a mí. Digo con media sonrisa y acelero mi auto con más velocidad. Mientras conduzco mi celular suena y miro el número de Mario. —Qué idiota.Susurro tomando la llamada y lo pongo en el altavoz. —Al parecer ya te diste cuenta ¿No? Escucho su as
LUCIANA :—Sacha… Por favor, no hagas esto más difícil, sabes que él no nos quiere de esa manera. Le digo a mi loba y puedo sentir su decepción regresándome a mi forma humana. Al volver a mi forma humana quedo completamente desnuda y Andrew inmediatamente busca su saco para cubrirme. —Es mejor que estés cubierta… Luego no podré resistirme. Me susurra dejando un beso en mi frente. Alzo la mirada y lo observo. —Entonces no lo haga. Le susurro con media sonrisa. Andrew se ríe y me estrecha en sus brazos dejándome sorprendida. —Ahora no ¿Qué haremos con estos cuerpos? Sigo creyendo que me pasé un poco. Me susurra y me separo de él para mirar todo el panorama. —Eran tú o ellos, además ¿Qué importa la forma en que lo hayas acribillado? Yo lo he hecho de la manera más cruel, el secreto está en no arrepentirse. Hablo y a lo lejos puedo ver la luz de un auto. —Oh, ya están aquí. Digo mirándolo como vienen mis hombres. Dejan el auto detrás del otro en que vinieron los hombres de