Diane no sabía qué descripción darle a aquello que estaba viendo y de la manera en la que aquella hermosa rubia se abalanzó hacia el cuerpo de Dominick, por supuesto el hombre no había rechazado el abrazo de la mujer.— ¿Qué ocurre? - Incluso la tonada de su voz era un poco menos agresiva, Diane quería desaparecer de allí la castaña sentía que allí ella estaba sobrando, pero no hallaba manera para hacerlo, entonces no quedaba otra cosa que aguantar hasta que terminen.— ¿En dónde has estado? Te he esperado durante toda la noche, pero nunca llegaste - se notaba el disgusto en la voz de la mujer.— Cecilia - Murmuró Dominick, entonces Diane levantó el rostro, ella aparentemente era la mujer de la cual las mucamas estaban hablando, ambos parecen haber entrado en un mundo en donde solamente eran ellos dos, la incomodidad en ella crecía más a medida que pasaba los minutos.— Ve a recorrer Milán, tengo asuntos que tratar y. — ¿Cenamos o almorzamos juntos? - Diane había vuelto a prestarles
— Señorita Cecilia, hablar de aquello no me corresponde a mí - La encargada del servicio no quería mencionar de más, aunque todos los que ocupan un cargo en aquella Villa saben perfectamente que Diane Cantú era la mujer que nadie se imaginaba que se convertiría en esposa de Dominick Mascherano, pero tenían el respeto hacia el patrón, a ellos no les corresponde hablar de aquel asunto.— Si no quieres terminar desempleada te exijo que me digas la razón - Cecilia agarró fuertemente del brazo a la mujer.— Señorita Cecilia - la voz de otra mujer se había escuchado a espaldas de ella - El Señor Mascherano dijo que le avisará cuando el Chófer estuviera listo para usted, y él mismo ya se encuentra esperando en el vehículo dispuesto a cumplir sus órdenes - Cecilia le había dedicado una mala mirada a la mujer que tenía agarrada además de la advertencia en sus ojos de que aquello no termina ahí.Mientras tanto en el hotel Da Vinci el vehículo de Alta Gama de Dominick se estacionó - No hagas nin
Luego de hablar por unas cuantas cosas más, Diane se había despedido de su hermana ambas habían quedado en verse nuevamente aunque Diane sabía que debía de ser buena esposa para lograr aquello cuando salió de la habitación se había encontrado con el Guardaespaldas, por un momento sus emociones estuvieron cerca de traicionarla, pero ella sabe que de quien debía cuidarse de era de Dominick, el hombre era experto en leer las expresiones de los demás, Diane ajustó sus emociones y cuándo salieron hasta el estacionamiento el vehículo de Dominick ya estaba esperando por ellos, el Guardaespaldas se montó a otro vehículo, mientras Diane entraba en donde ella pensaba que Dominick estaba, pero par sorpresa de ella en el interior de hombre ni estaba el hombre, ella se ajustó el cinturón de seguridad mientras sentía que salían del Hotel Da Vinci.Cuando llegaron a la Mansión se había enterado por una de las mucamas que Dominick había venido por Cecilia y que ambos salieron para almorzar, Diane ine
Un beso posesivo y hambriento aquellas eran las características del encuentro de sus labios, Diane parece tener mucha ansiedad en desprender los botones de la camisa de Dominick aquello hizo que el hombre sonreirá, él tampoco se había quedado atrás, sus manos buscaron despojar rápidamente de las prendas a la mujer, fueron cuestión de segundos para que ambos quedarán desnudos, sus bocas no se separan, Dominick tomó el control de la situación de manera inmediata dejó a Diane a espaldas de él, su virilidad y la zona íntima de ella aún estaban cubiertos por sus prendas íntimas.Diane sintió como pulsaciones estaba por desbordarse al sentirse vulnerable en aquella posición, pero la lujuria de lo que estaba por suceder en aquel momento la manejo por completo, las manos calientes de Dominick se posan en la espalda de ella indicándole que la quería inclinada de rodillas, Diane se mordió los labios, pero nada le importaba incluso estar aún más a la merced del hombre esto era lo que ella quería
— En primer lugar, yo no te he empujado - Diane no dejaría que alguien levante falsos sucesos en su contra.— Me has empujado yo.— Déjala Cecilia - la rubia no se había esperado que Dominick le dijera aquellas palabras, por supuesto que ella quería dejar en claro que Diane la había empujado, quería que Dominick le llame la atención, Cecilia tenía en mente de que una simple amante según ella estuviera por encima de él, pero no se esperaba que Dominick no tuviera el mismo pensamiento.Diane solamente se mantuvo en silencio sus ojos de miel analizan a la chica, esta no tenía intenciones de llevarse bien con ella y sabe que esto podría ser un problema para ella.— ¿Desayunamos? - Preguntó Cecilia con ilusión en sus ojos, había cambiado de manera rápida sus atenciones, ahora estaba mirando con sus ojos inocentes a Dominick.— No tengo tiempo - Dominick avanzo hasta quedar muy cerca de Diane y aquella cercanía molestó a Cecilia.— En ese caso podemos almorzar juntos yo.— Cecilia, si yo qu
Diane pestañeo varias veces entonces no dudo en alejarse de allí, no entendía porque sentía un pequeño dolorcito en el pecho al escuchar aquella respuesta dada por el hombre, de hecho no tenía porqué afectarle ella debería de estar feliz y tranquila de que el hombre que asesino a su hermana no sienta absolutamente nada por ella, pero no era así, incluso respirar costaba un poco más de lo normal en ese momento, Diane salió al jardín los hombres que custodian el terreno de Dominick se encontraban recorriendo la mujer se sentó en uno de los bancos con que cuenta aquella zona del jardín, el día estaba radiante, ya lo dijo Aleli algo había cambiado, pero ella no esperaba que ñas palabras de Dominick tuvieran tanto impacto en ella, Diane pensaba que era solo sexo, pero tal parece que cometió un error el corazón ha cruzado una pequeña línea y aquello la asustaba. El sol brilla intensamente, pero ella se sentía fría. - No puedes permitirte cometer un error Diane, no puedes sentir más que at
Dominick la miró seriamente ni esperaba tales palabras de ella.— ¿Qué estás queriendo decirme? - El hombre quería entender cuál era la razón por la que ella acaba de decirle aquellas palabras.— No estoy queriendo decirte nada, solamente te estoy dejando en claro que tú no eres mi dueño, y que no me importa que tengas sexo con otras, pero estoy pidiendo que tengamos igualdad nada más.— Te escuchabas como una esposa de verdad.— ¿Y acaso no soy una esposa de verdad? - Diane desafío al hombre que se mantuvo tranquilo en todo momento, Dominick no daba indicios de que arremetería en contra de la mujer.— Vaya, no te entiendo y.— Ni siquiera intentes de entenderme - De repente Diane recordó las palabras de su hermana, ella debía de tener la fórmula de la medicina de su madre, después Dominick Mascherano podría irse al mismísimo infierno si quería.— ¿No estás jugando verdad? - Diane se asustó, pero se tranquilizó rápidamente, no podía dejar que el hombre viera a través de ella, aquello
— Bien, tu reacción me deja en claro que no podrás confiar en mí, la rigidez de tu cuerpo me lo confirma absolutamente todo.Diane al escuchar las palabras de Dominick entró en un mundo de terror, sentía que quizás estaba defraudando a Dominick, la mente le decía que era un buen momento para atacar, pero el corazón se empezaba a aferrar al hombre, no tenía ventaja, no tenía la fórmula, pero él aparentemente ya tenía el corazón de ella.— Confío en ti, solamente estoy asustada - Diane logro decir aquellas palabras.— ¿Por qué estás asustada? ¿Por qué dicen que la asesina eres tú? - Dominick se burló - Tú conoces tu verdad, yo conozco la mía, lo que nos levanten falsos testimonios caerán, tienes que mantener la frente en alto y nunca mires hacia atrás.Lo expresado por el hombre hizo que Diane dejará escapar, un pequeño suspiró.— ¿Qué vas a hacer? - La mujer se acomodó en su asiento.— Esperar a que vayan por nosotros - Dominick estaba muy tranquilo y aquello fastidio a Diane.— Defini