— Bien, tu reacción me deja en claro que no podrás confiar en mí, la rigidez de tu cuerpo me lo confirma absolutamente todo.Diane al escuchar las palabras de Dominick entró en un mundo de terror, sentía que quizás estaba defraudando a Dominick, la mente le decía que era un buen momento para atacar, pero el corazón se empezaba a aferrar al hombre, no tenía ventaja, no tenía la fórmula, pero él aparentemente ya tenía el corazón de ella.— Confío en ti, solamente estoy asustada - Diane logro decir aquellas palabras.— ¿Por qué estás asustada? ¿Por qué dicen que la asesina eres tú? - Dominick se burló - Tú conoces tu verdad, yo conozco la mía, lo que nos levanten falsos testimonios caerán, tienes que mantener la frente en alto y nunca mires hacia atrás.Lo expresado por el hombre hizo que Diane dejará escapar, un pequeño suspiró.— ¿Qué vas a hacer? - La mujer se acomodó en su asiento.— Esperar a que vayan por nosotros - Dominick estaba muy tranquilo y aquello fastidio a Diane.— Defini
Diane había retrocedido, las piernas se habían sentido débiles en ese momento, pero la expresión del hombre había cambiado por completo, sus ojos irradian fuego.— No queda absolutamente nada, señor, todo se ha convertido en cenizas - Volvió a repetir el Subordinado.— ¿Mis papás? - Murmuró Diane, pero Dominick ni siquiera había mirado a la mujer, sus ojos estaban puestos en el hombre que le había dado aquel informe, aquella mirada que podría traspasar hasta el muro incapaz de ser penetrable.— Señora, sus padres fueron consumidos en su totalidad por las llamas del fuego, como les digo solamente han quedado— Puedes retirarte - Dominick no había dejado que el hombre terminará de expresar sus palabras cuando le había ordenado aquello.— ¿Cómo ha ocurrido eso? ¿Por qué mis papás? - Diane se acercó al hombre y lo tomó del brazo, pero Dominick se deshizo del agarre de la mujer de manera inmediata.— Estuve acá contigo ¿Cómo demonios quieres que sepa como ha ocurrido.? - El tono empleado p
El labio inferior de Diane tembló al escuchar las palabras de Dominick mientras observaba toda la furia en los ojos negros del hombre.— ¿Por qué te quedas callada? - aquella voz de él a menudo genera cierto temor en ella y esta vez no era la excepción, Diane sintió que su estómago se revolvía ante aquella sensación que ahora se estaba apoderando de ella - ¿Qué ocurre Diane?.— ¿De qué estás hablando? - la mujer se enderezó mientras realizaba aquella pregunta con las lágrimas empapando su pequeño rostro nublando su vista.— Una vez que empiece a hablar ya no me detendré - Dominick tenía el brillo malévolo en sus ojos - El medicamento de tu madre en definitiva si empujó a tu hermana en mis brazos y no me quejo - al escuchar aquellas palabras Diane no pudo evitar no hacer ninguna mueca - Tenía que asegurar de alguna manera todo el costo de las fórmulas de aquel medicamento, pero de todos modos quizás llegaríamos a otros acuerdos, pero como te digo Aylen me gusto, pero aquella noche en d
— Confiaré en ti - la voz de ella era temblorosa, Dominick se apartó de la mujer, pero sus rostros habían quedado más cerca, entonces Dominick la había besado, el encuentro de sus labios fue demandante, doloroso y placentero, Diane también había reaccionado de manera inmediata envolviendo sus brazos por el cuello de Dominick el hombre gruñó ante aquella reacción de la mujer, pero tenía que detenerse, el hombre es consciente de que tiene asuntos que resolver ya después resolverá aquella sensación que azotó su cuerpo ante la reacción de Diane.— Debes de ir a la Finca - murmuró con la voz muy grave el hombre, que llegó a erizar toda la piel de la mujer, pero Diane tenía la urgencia de liberar aquella ardiente sensación que se estaba apoderando de ella, ya todo estaba mal habían tenido relaciones en el funeral de su hermana y aunque el dolor de la muerte de sus padres se arraigó dolorosamente en su corazón ella por esta vez no quería parar.— No pienses mucho - respondió ella y por supue
— Diane mis investigaciones me - antes de que Aleli pudiera continuar con sus palabras, las alarmas de las sirenas se escucharon, ambas mujeres se habían sorprendido, en eso uno de los Guardaespaldas había llegado.— Señora, vienen con una orden de arresto por usted - Diane sintió que el oxígeno no llegaba a sus pulmones, su rostro se volvió lívido.— ¿De qué me acusan? - Preguntó temerosa.— Del asesinato de su hermana, pero la única prueba que tienen es su reloj en la escena del crimen, no obstante ellos dicen que usted los debe de acompañar.— ¿En dónde está tu marido? - Preguntó Aleli.— El señor Mascherano ha salido de viaje y no volverá en Italia en 14 días.Diane se había asustado, aun su corazón dolía por la perdida de sus padres y el no poder enterrarlos como se debe, pero de ahí a enfrentar a la Justicia por un crimen que nunca cometería la aterraba aún más.— Yo estaré contigo, vamos - Aleli la agarró de las manos, pero el Guardaespaldas se cruzó ante ellas.— Nuestro equip
— Encárguense de que en su vida vuelva a pisar el suelo que da afuera de un penitenciario - por supuesto que por detrás de Dominick había 3 Guardaespaldas más que a cabalidad cumplirán las órdenes del hombre, mientras sus ojos negros analizan a su esposa la Oficial ya no tenía rastros de sangre en el rostro.Diane fue levantada por el propio Dominick en brazos para sacarla de allí, de hecho nadie había puesto resistencia, cuando estuvieron afuera de aquella Comisaría Diane se sintió liberada, estar dentro de una celda, era un infierno.— Pensé que estarías fuera del país - murmuró la mujer ocultando su pequeño rostro en el pecho del hombre.— Cuándo me dijiste que confiarías en mí todo cambió, además no podría dejar a mi esposa siendo comidilla de todos los Policías o que otras reclusas estén cerca de ti, no cuando eres inocente.Diane sintió que los latidos de su corazón estaban por desbordarse, Dominick la introdujo en el interior de la Camioneta, el hombre la coloco en el lado del
— ¿Que vas a hacer cuando los encuentres? - Preguntó Diane.— Aún no tengo claro como lidiar con ellos, pero sé que no seré nada gentil, son expertos, yo soy poderoso, pero no formo parte del mundo del Narcotráfico aunque muchos digan que sí, solamente soy un hombre que sabe como atacar a su enemigo, soy poderoso y no tolero que hagan daño a los que me pertenecen porque yo soy la Propia Ley para quienes me desafían - Dominick era feroz y Diane no sabe por qué la postura del hombre, sus palabras y su manera de ser la estaban envolviendo fácilmente.— ¿Mi hermana? - Diane estaba un poco sonrojada, aunque se debía al llanto, Dominick se mantuvo en silencio por unos segundos, es como que el hombre estuviera analizando si era una opción correcta hablar con ella en este momento.— Iremos a la hacienda que era de ellos para dejar sus cenizas allí, la hacienda a partir de este momento es tuya - Dominick en sus ojos demuestra haber hallado algo más, algo oculto que al hombre no le gustaba.— E
La llegada a Roma se produjo, ya Aleli Cantú había sido informada acerca de la llegada de Dominick y su hermana, además el hombre había ordenado que la mujer también estuviera en la hacienda teniendo en cuenta de que también eran sus padres, el vestido negro que Diane traía puesto había volado, a lo lejos la pareja era única, Aleli estaba observando el andar de ambos, la mujer había suspirado después de todo ella tiene que hablar con su hermana acerca del descubrimiento que tuvo, pero ahora no era momento.— ¡Aleli! - Exclamó Diane con una sonrisa amarga, entregándole una de las cajas que ella traía en brazos, Diane miró todo a su alrededor, de hecho esta hacienda guardará todas las vivencias de su niñez con sus hermanas y sus padres, además que aquí ya también se ha entregado a Dominick, ambas hermanas decidieron avanzar hasta el jardín que sus padres habían hecho crecer, Dominick se había quedado en una distancia prudente el hombre entendía que no encajaba allí, la situación no era