El cachorrito les sonreía a los dos, él pensaba que estaban hablándole, levantó sus brazos hacía el Alfa, para que lo alzara, Alexander, nunca cargaba a los cachorros le tomó de sorpresa la acción del pequeño, pero de todas formas lo cargó— Nunca tuve la intención de comerte o asesinarte, solo quería poner distancia entre nosotros par que el vínculo no creciera — dijo el lobo entre dientes— Entonces, ¿solo me lo hiciste creer para que me sintiera aterrada por ti? a no, pues que diferente suena el caso, ¡en verdad que eres un lobo psicópata!— ¡Oye, no soy un psicópata! solo estaba equivocado, pero quiero enmendar mis errores, ¿por qué no quieres darme la oportunidad de demostrarte que no soy lo que te mostré de mí al principio?— Alfa , si eres diferente bien por ti, por lo menos no eres la basura de lobo que pensé que eras, pero a mí no tienes que demostrarme nada, yo me iré de aquí pronto, todo esto quedará en nuestras vidas como si hubiera sido una pesadilla— Lamento ser eso par
El Alfa André, se tuvo que ir a vigilar las fronteras de la manada, justo al límite de su territorio había algunas fogatas, eso era señal que los lobos de la manada enemiga habían estado acampando ahí, eso era justo lo que su centinela quería que viera— En la habitación de Alexander, el gran lobo estaba recargado en la pared con los brazos cruzados, tenía su penetrante mirada fija en ella, la bella doctora se fue desnudando camino a la ducha, el Alfa no sabía si lo hacía a propósito para seducirlo o para torturarlo— ¡Hija de la chin.... estoy loco por ella y se atreve a desnudarse enfrente de mi! ¿qué carajos es lo que pretende? ¡qué le salte encima!— Eso es para que pagues todas las que me hiciste y esto es solo el principio, solo espero no perder la cabeza y.... algo más en el proceso — Temperace, se repetía que solo lo provocaría mientras siguiera en la manada, se iría pronto ¿verdad? no debería ser ella quien pierda— La regadera se escuchaba dentro, el lobo seguía de pié pensa
Lejos en Estados Unidos, la bella y sensual Valquiria Priscila, se encontraba disfrutando del hotel de lujo en el que se estaba hospedando, había pasado unos ajetreados días de compras y por supuesto también había aprovechado para comprar su vestido de bodas para casarse con Alexander Ivanov, de una vez— Mientras tanto, en la fría Rusia, Alexander y Alina se encontraban profundamente dormidos, era media mañana ya, el Alfa desde muy temprano se integraba a sus actividades diarias y la doctora hacía lo mismo en el áreas de cuidados para cachorros, pero el cansancio físico debido a la intensa noche que habían pasado los hizo quedarse dormidos— El Alfa, fue el primero en despertarse, después de observar unos minutos a su luna, se levantó y fue a darse una ducha, su cuerpo estaba algo pegajoso y lleno de sus propios fluidos, en algunas partes se veían rojizos, eso era por qué Temperace, era virgen y el le había robado su pureza, sentía algo de culpa, pero también se sentía feliz de ser e
Para el leal beta Igori, escuchar que su Alfa se casaría con su luna, era de no creerse, su terco, obstinado y cuadrado Alfa, después de rechazar tajantemente a la mujer humana que la diosa luna le dió por pareja destinada y después de haberle hecho pasar lo peores días de su vida, ahora resultaba que se casarían— Alexander, ¿la doctora Rodríguez, sabe que se van a casar? por qué no entiendo ¿cuándo lo decidiste? a ella ni siquiera le caes bien, creé que eres una bestia sin corazón y sin sentimientos, no la estarás obligando ¿verdad? no puedes seguir tratando así a tu luna, amigo — el beta realmente estaba preocupado de que estuviera obligando a la doctora a hacer algo que ella no quería— ¿De que carajos estás hablando, Igor? ¿por qué tendría que obligar a mi luna a casarse conmigo? ¿crees que ella no puede llegar a amarme? ¿es eso lo que piensas? — el Alfa esperaba la respuesta enarcando una de sus bien formadas cejas— No, bueno, yo... solo decía que no la podías obligar a la docto
Aunque todo había sido rápido para Temperace, ella sentía que miles de sentimientos agolpaban su corazón por ese hombre lobo que hasta el día anterior, solo le había mostrado su crueldad, indiferencia y fiereza— En el pasado, había prometido a su madre que llegaría con su virtud intacta hasta el día de su matrimonio, la madre de Temperace, no quería que su hija fuera víctima de la seducción de un hombre que solo la quisiera para pasar momentos de cama con ella, ella quería que su hija fuera amada y respetada— El Alfa, tragó grueso, tenía a su luna desnuda tan cerca de él, que le costaba demasiado controlarse, pero sabía que la intensa actividad de la noche, había lastimado a su mate, debía dejarla recuperarse o terminaría lastimando mucho más, el era grande, su virilidad podía causarle dañoAlexander, cargó a la bella doctora, la bajó en la Alfombra y la secó con mucho cuidado, de repente gruñía por tener que contenerse, pero siguió hasta que la vistió con una de sus camisas, le dió
El despacho había quedado desordenado, la plática entremos dos hermanos Alfas, había sido intensa, se habían dicho las verdades a la cara, los dos eran lobos honorables, con una reputación intachable, leales a sus manadas y a sus convicciones— Escucha, André, debes olvidarte de esos sentimientos que guardas por mi luna, ella ahora es tu cuñada, y es así como debes verla, solucionaré lo de la Valquiria Priscila, lo más pronto posible para tranquilidad de todos, sobre todo para que mi Temperace, esté a salvo— Lo voy a intentar, pero desde ahora te digo que no te aseguro que pueda, lo que si te puedo prometer es que no intentaré nada con ella por respeto a ti, más... si algún día ella me necesita, no dudaré en acudir a ayudarla y si tú no sabes ser un buen esposo y ella te abandona, yo seré su primer candidato a marido— El Alfa, gruñó muy enfadado y lleno de celos — ¡te juro, André, que si no fuera por qué eres mi hermano, te mataría aquí mismo! puedes sentarte a esperar a que falle, a
Temperace, no tenía ni idea que su Alfa estaba preparando todo para su sorpresiva boda, ella atendía a los cachorros como siempre, con mucho cariño y con profesionalismo, le parecían adorables, muchas veces desvalidos, algunos habían quedado huérfanos, otros con un solo padre o madre, la bella doctora le daba demasiada pena— El Alfa, se había encargado de que le llevaran un aperitivo a media mañana a su luna, le servía de mucho que ella estuviera entretenida con atendiendo las heridas de los cachorro, por qué así él y los demás lobos, preparaban el otro patio para la importante celebración, su boda, el gran lobo jamás pensó que llegaría el día en el que se casaría con su luna, se veía infelizmente casado con la Valquiria Priscila, solo para poder proteger las manadas— El lugar estaba quedando muy hermoso, todos los lobos trabajaban en perfecta coordinación, las decoraciones, las mesas, la capilla, se estaban terminando de instalarLos cocineros y cocineras, estaban preparando el gra
La manada estaba feliz de que su poderoso Alfa se casara en su territorio, él podía haber hecho su matrimonio cualquier lugar del mundo ñ, en el salón más elegante, con los invitados más ricos del medio de la política, artistas y filántropos, en cambio estaba aquí con ellos, compartiendo el momento más importante de su vida, su unión con su lunaLa ceremonia había ido de lo mejor, los novios estaban, los invitados, el banquete, el alcohol, los votos, y la felicidad por la unión, hasta que la Valquiria Priscila, llegó¡YO ME OPONGO!— La sensual mujer, avanzó hasta quedar frente a los novios — ¿qué demonios significa ésto Alexander? ¡tú estás comprometido conmigo! he venido desde muy lejos para que nos casemos, ¡¿por qué diablos te encuentro casandote con ésta inútil humana?! ¡quiero una explicación y la quiero ahora!— Con la Valquiria venía la gente que estaba a su servicio, ellos llevaban cargando infinidad de bolsas, eran compras de la poderosa mujer, incluso había comprado su vesti