Clarisa, estaba en el dilema de querer seguir cerca del apuesto Adonis que decía que eran pareja destinada, que le hablaba como si le tuviera un cariño muy especial o ir corriendo por el psiquiatra y una camisa de fuerza por si se ponía difícil y se negaba a ser sometido— Creo que has estado bajó mucho estrés, acabas de salir de una riesgosa cirugía, de no haber sido por qué la traumatóloga Temperace Rodríguez, fue la que te intervino, posiblemente no la estarías contando, ella es la mejor—¿Temperace Rodríguez, has dicho? ¿estás segura que ese es el nombre de la doctora que me atendió? — el beta Igori, preguntaba insistente, ¿sería posible que en ese hospital se encontrara la tan buscada luna de su Alfa?— Por supuesto que estoy segura, somos mejores amigas desde hace años, seguro que en un rato más viene a revisarte ya que eres uno de sus pacientes — era muy notorio el acento ruso que Igori, tenía aunque hablara en perfecto inglés, a Clarisa le dió curiosidad y preguntó — ¿la conoce
Hola, ¿cómo están? soy su autora PANDORA, vine a recordarles que pueden dejar su bonito comentario al final de los capítulos, siempre estoy pendiente de leerlas y escucharlas, me da mucho gusto que les esté gustando esta hermosa novela de lobos y que me sigan acompañando en mis futuras historias Alexander Ivanov y Temperace Rodríguez, les van a llenar su día de pasión y amor... ¿podrá la fuerza de sus profundos sentimientos vencer a sus despiadados y crueles enemigos? descubramoslo juntas, sepan que siempre las leo, me gustaría que interactuaramos más sobre la novela ENTRE LAS GARRAS DEL ALFA... les envío un saludo 🌟 las quiero mil....
El beta Igori, se quedó dormido al fin aunque se resistió bastante, quería esperar a su mate despierto pero sus fuerzas todavía no regresaban, mientras tanto Clarisa, comía un sándwich con un una soda en la cafetería, ella no podía dejar de pensar en el apuesto paciente que la estaba descontrolando, ¿por qué le atraía tanto? — El Alfa Alexander, hablaba con los tres Alfas estadounidenses sobre la situación de los lobos heridos, también sobre el ataque fallido hacía la Valquiria y el desquiciado lobo Caín, desafortunadamente no tuvieron éxito pero pulirían su estrategia, ésta guerra apenas estaba comenzando— Escuchen, necesito que salgan de los hoteles donde se están hospedando, compren una pequeña mansión y se resguarden con sus lobos ahí, no podemos bajar la guardia ni podemos estar todos juntos en el mismo lugar por qué en caso de un ataque todos podríamos ser eliminados Alexander, le daba instrucciones a sus Alfas, no debían dejar nada al azar, debían estar siempre un paso adelan
El beta, se sentía muy inútil de no poder ponerse de pié para unirse a su Alfa, en el pelea y no poder defender a su mate como correspondía, solo pudo tomarla de la mano para tratar de calmarla nadie sabía a ciencia cierta que pasaría ahí realmente, pero lo que si sabía y conocía, era el lobo poderoso y guerrero que era Alexander Ivanov, él no se las dejaría fácil de ganar—El beta enemigo Alen, se quedó sorprendido al ver al rey de las manadas en el hospital junto a los lobos heridos que tenían órdenes de matar— ¿Se te perdió algo, lobo? ¿a quien vienes a buscar? — la imponente voz del Alfa rey, dejaba saber a la manada enemiga que si intentaban algo, nobles iba a perdonar la vida, pero ya no podían retractarse, si lo hacían Caín mismo les cortaría la garganta — Qué sorpresa Alfa, el matarte aquí le va ahorrar muchas molestias al Alfa Caín y a la psicópata esa de la Valquiria, ¿qué les haces a las mujeres? esa semidiosa está loca por ti, tanto que si no eres de ella prefiere verte
La forma en la que el imponente Alfa Alexander Ivanov, mató al beta y mano derecha del miserable Alfa Caín, fue lo más sanguinario, horripilante y sadi o que Temperace, alguna vez hubiese visto en su vida, en su carrera como traumatóloga había visto demasiados casos con mucha sangre y miembros mutilados o casi por desprenderse del cuerpo, pero nada como ver a un hombre abominable lobo destrozar la garganta de otro lobo y herirlo tan despiadadamente, eso había sido demasiado para ella— Temperace, estaba demasiado adolorida, la barriga le sangraba y el miedo que sentía la sobrepasaba, su mente colapsó y cayó inconciente al piso, habia sido demasiado para soportar para ella—Un gruñido de dolor retumbó en la gran sala el gran lobo Luken, daba paso al Imponente cuerpo del Alfa Alexander, apenas terminó bde cambiar, se apresuró a tomar entre sus brazos a su luna— ¡Temperace, mi amor! no, no, no, ¿qué te pasa mi luna? — el Alfa, estaba desesperado, se descontroló aún más cuándo la mano qu
El Alfa Caín, estaba tan furioso como hace cientos de años no lo estaba, le habían matado a su mano derecha, esa era una baja que sería muy difícil de remplazar, Alen, era un lobo al que le podía confiar su vida, con quién había ganado miles de batallas y conquistado cientos de manadas a su paso, pero pese a esa gran pérdida, el lobo enfermo de poder, no iba a parar— Al beta Igori, le atendieron las heridas de nuevo, ya se encontraba en una habitación donde estaba más cómodo, sobre todo por los cuidados de su mate Clarisa, el beta de estaba recuperando mucho más rápido que antes— En la habitación donde Temperace, fue llevada, Alexander, que ya se encontraba vestido en ropa casual, estaba al lado de su luna y de su cachorro, la embarazada doctora, de quiso mover apenas despertó pero sintió de inmediato el dolor y ardor de sus heridas — ¡Auucch....! ¿que me pasó?— No te muevas Temperace, estás un poco herida de la barriga, pero estás bien y el cachorro también, están a salvo ahora, de
Llegar al extremo frío país de Rusia, fue un cambio enorme para los médicos que estaban acostumbrados a un clima cálido, salir de paseo a la playa a comer pizza y tomar unas cervezas cuando no estaban de guardia— Antes de bajar del avión, el Alfa hizo vestir a Temperace, con un hermoso abrigo que la cubriría del frío, le puso el.mismo unos guantes y un lindo gorro a juego, todo era hecho por una prestigiosa marca que lo vestía a élTe vez muy hermosa, cariño, pareces una osa de peluche — dijo el Alfa, mientras abrazaba a Temperace por detrás de la espalda— ¿Me estás diciendo gorda verdad? éste cachorrito me hace comer demasiado, no es mi culpa que parezca una luna llena, la bella doctora hizo un lindo puchero — Eres perfecta para mí, de hecho me gustas mucho embarazada, voy a hacer que permanezcas la mayor parte del tiempo así — el Alfa, le susurró al oído a su luna, haciéndola sonrojar— ¡Ni siquiera lo pienses Ivanov, no te voy a estar pariendo un cachorro por año! no podría con t
Josep, todavía no entendía del todo lo que le había pasado allá afuera, lo que se sabía era que en adelante tendría más respeto por el bosque y por el inclemente frío de Rusia, por un momento pensó que moriría congelado— ¿Cómo te atreves a andar de ojo alegre mirando los cuerpos desnudos de las lobas? ¡¿ese es el ejemplo que da el Alfa, de la manada?! — Temperace, estaba bastante celosa, salió de la habitación de Josep, y se encerró en la suya— Creo que tendrás una noche difícil amigo — Igori, habló guardándose la risa— Tú no vendes piñas ¿eh? — el Alfa, dirigió su mirada a la enfadada y celosa Clarisa, quién seguía revisando la intravenosa de su amigo— Con su permiso,— de pronto apareció por la puerta la bella peliroja Julieta, la delta de la manada traía entre sus manos una charola con una sopa de verduras con pollo, fruta picada y jugo de manzana, ella venía a hablar con JosepAlfa, Igori, ¿me permiten hablar un momento a solas con el doctor? tengo algo muy importante que decir