—señor Grey, aunque me molesta que hayas estado viendo a otra mujer, tu sinceridad me...—habla por favor— Grey ya se siente ansioso, necesita más de Ada —me excita— la confesión de Ada hizo que Grey en breve movimiento quedará encima de ella —no puedo más, no puedo esperar— Grey lleva su mano a la intimidad de Ada y acaricia levemente haciendo que Ada soltará un gemido delicioso para sus oídos —señor Grey...— Ada lo menciona jodidamente sensual por lo que a Adams se le hace agua la boca —joder... Me gusta tu voz, me gusta tu perfume, necesito más de tí—sí... Yo también necesito más de tí— Ada se sienta en el regazo de Grey y luego se quita la camisa con sensualidad —estas perfecta— lleva sus grandes manos a los pechos de Ada —no hables, bésame— súplica Ada y es ella la que toma la iniciativa al besar a Grey por lo que él se impacienta y quiere más, cada vez más. Siendo ágil le quita el shorts a Ada dejándola solamente con las bragas y eso es más tentador para él. —tu piel es
—energia te va a dar el desayuno que te preparé— Ada se hace a un lado, lo evade y Grey sonríe a sus adentros —tienes 20 minutos, tenemos mucho trabajo. Desayuna y vas a la habitación, tu traje está en mi closet Ada lo mira con cierta burla ya que le aplicó lo mismo que él lo hizo en el hotel. —¿Me estás manejando a tu antojo?— le lanza una mirada perversa, haciendo que Ada se sonrojara hasta sus orejas —ojo por ojo, diente por diente— sonríe —afortunadamente mi amiga se fue temprano a la oficina, que sea la última vez que salgas en boxer —¿Quieres que solo sea para tí?— se acerca y Ada intenta escapar, pero él la agarra de la mano y se acerca aún más quedando a escasos centímetros —gracias por lo de anoche y lamento si no fue como lo esperabas —descuida, como dice mi amiga la primera vez no sientes placer, pero la segunda sí —por esa razón quiero hacerte mía en este momento —debes esperar— Ada mira los labios de su esposo y sería cruel ocultar que ella en este momento lo desea
—¡Vaya... vaya!— Vicente percibe que hay algo más que un contrato y eso no le agrada —perfecto, entonces vamos a hablar— camina hacia ellos y toma asiento en la silla de cliente Grey mira a Ada y viceversa, sin embargo, él le guiña el ojo para calmarla. —debo aceptar que me sorprendió mucho que mi hijo te haya elegido como su esposa, pero como esto es un trato, supongo que estás lista para dar un heredero, te estás demorando Adams— regaña a su hijo —¡Dante está muerto! No creo que él sea tan hombre de haberse querido matar, era un puto cobarde, hay algo más detrás de todo esto, pero no me importa— su forma de hablar y expresar es demasiado fría como si no tuviera sentimientos.Aunque Vicente no sea el padre de Adams, tiene ciertos rasgos ya que él y su hermano Alessandro se parecen mucho, literalmente los genes son algo bien jodido. —no me importa, y si has venido para hablarme de lo que debo hacer, lo mejor es que te vayas por dónde has venido— Grey está que mata y come del muerto,
Ada sale en busca de Myriam, camina casi corriendo conteniendo sus lágrimas, eso que pasó con Grey era algo que no se esperaba. Al llegar al área de asesoramiento, Miryam está coqueteando con un joven apuesto.—Myriam... ¿Podemos hablar?— se acerca avergonzada por interrumpir, pero Myriam que la conoce como la palma de su mano, sabe Ada no está bien —te veo luego— le sonríe al chico y agarra a Ada de la mano para apartarse del joven —¿Qué te pasó?— le pregunta intrigada al verla con los ojos llorosos—es el señor Grey...— somete un nudo en su garganta —¡Joder! ¿Qué te hizo?— frunce el ceño —¡Señorita Myriam!— la encargada de esa área la menciona—¡Diablos! Esa estúpida me respira el cuello— rodea los ojos —¡En un momento continuo!— le dice a la encargada y vuelve a mirar a Ada—necesito salir de aquí— Ada siente que no puede más —¡Regrese a trabajar!— se acerca la encargada—¡¡Estoy ocupada!!— Myriam odia que la molesten y más si está en un asunto importante —¡Su trabajo es aten
—te mueves muy bien— el hombre quiere seducir a Ada —gracias, pero no te acerques— Ada continúa bailando, si esta algo ebria, pero la está pasando muy bien con su mejor amiga —bailemos, además, mi compañero quiere bailar con tu amiga— le sugiere y Myriam percibe la incomodidad de Ada —¡Hey tarado, déjala en paz! No quiere bailar contigo, queremos estar solas— le habla con fastidio, por lo que él se ríe —¿Dos chicas solas? Por favor... A menos que sean lesbianas— se burla ya que no le gusta el rechazo —¡Lo somos!— Myriam se acerca a Ada y luego sin previo aviso, la besa Ada se congela literalmente, mientras que Adams está asombrado por lo que está viendo, a pesar de que Myriam es mujer siente celos.Los hombres se apartan para no ser más rechazados y Myriam deja de besar a Ada. —¡Estás loca!— Ada pasa su mano derecha por sus labios —si no lo hacía iban a seguir de intensos, además, no beso mal... Eres afortunada de probar mis labios —¡Joder! Estás muy loca Myriam. No me gustan
Grey la ve muy alterada, prefirió dejarla ir porque quizás no supo manejar la situación con una mujer que le está diciendo que siente amor por él. Cuando Gina le decía que lo amaba y que quería pasar el resto de su vida con él, era algo que no le causaba emoción, ni siquiera una pequeña ilusión, nada absolutamente nada, pero que se lo diga Ada, es como si le agarran el corazón y se lo apretarán, es como si lo sacará del infierno y lo llevará al cielo, es una montaña rusa de sentimientos que a él le cuesta aceptar.Al verla subir al ascensor, empieza a golpear el volante seguidamente, prefiere sentir cualquier dolor, más no él que Ada le provocó con sus palabras. Quizás sea cobarde por no actuar de la manera correcta con su esposa, pero es complicado para un hombre tan cruel como él. De la desesperación pasa sus manos por su rostro y luego por su cabello dejándolo despeinado. No soportó más y salió del auto hacia el ascensor. Myriam que se supone que debía venir al apartamento, pidió
Para Grey toda esa información fue demasiado explosiva, ni tan siquiera le dice algo al respecto, su reacción fue ingresar a su auto y marcharse, por lo que Maritza dice —ojala que esa zorra pague todo lo que me hizo— la mujer observa como los hombres vestidos de negro, van a sus respectivos autos y se marchanAflicción, es lo que siente Grey en su corazón, repugnancia, lo que siente su cuerpo nada más de recordar las veces que la hizo suya, furor, al recordar una y otra vez todas sus mentiras y sus supuestas crisis nerviosas. No pudo evitarlo, se dirigió a la clínica donde el calvario reinará porque además Grey está encendido, como nunca. El huracán de furor que tiene por dentro está a punto de salir para hacer estragos.Al llegar, sus hombres se apresuran a protegerlo hasta ingresar a la habitación que se encuentra Gina, pero la puerta tiene seguro. —¡Abre la maldita puerta!— ordena Adams, por lo que su padre y ex novia, se miran con preocupación, luego de haber tenido mucho sexo
—¡No! ¡No!— Gina se angustia —¡Debes aceptar que eres una mierda!— intenta zafarse —¡No puedes hacernos daño, si lo haces vas a perder!— se apresura a decir y su respiración está agitada—no soy ninguna estúpida Adams, sé perfectamente lo que hago, y si me haces daño, si esa persona no me ve, entregará un documento donde está mi firma, donde específica que si algo me pasa, tú eres el culpable Grey la mira fulminantemente y luego se acerca a ella dando pasos firmes, mientras que Vicente intenta colocarse de pie. Pero debido a su edad y esos golpes que le dió Adams fueron tan fuertes que se siente débil. —¿Quién es tu salvadora?— pregunta al tenerla a escasos centímetros y Gina tiembla—¡No te lo diré! ¡No puedes hacerme nada!— espetó —y para que te duela, sí, dos de mis abortos si eran tus hijos y el otro del cretino de tu padre. Pero al menos él no quería hijos así que fue muy fácil para mí deshacerme de una plaga— Grey empuña sus manos, sintió un fuerte impulso de acabarla, pero lo