Luke

PASADO...

– Acepto – le digo alto mientras lo miro a los ojos, los cuales irradian felicidad pura, mientras los míos demuestran tristeza – al final seré lo que tu quieras que sea papá – le digo antes de levantarme e irme ando un fuerte portazo.

– Luke... – escucho que me llaman antes de salir de casa.

– Luke hijo – me llama Nathalie.

– Lo siento nana no me siento bien - le dio la espalda. Camino mientras mis ojos no paran de buscar a Samuel hasta que lo encuentro, camino a donde esta.

– Samuel – llamó a mi chófer – dame las llaves del auto – le pido alzando mi voz con el, algo que jamás había hecho antes.

– Joven Luke no puedo hacer eso – me dice – su padre me ha dicho que una falta mas y me despide – me dice en tono de suplica.

– Me importa una m****a lo que piense mi padre – le digo para seguir caminando con la sangre hirviendo en mi interior.

Salgo a la calle y tomó el primer taxi que pasa, de viaje recibo varios mensajes de Jason de seguro y Nathalie lo ha llamado, pero decidí no contestarle, prefiero estar solo en estos momento, me quedo mirando por la ventana cada lugar que por el que pasamos hasta llegar media hora después.

– Hemos llegado joven – me dice el taxista, le paso el pago para después salir del taxi.

Camino hasta una enorme roca y me siento con vista al agua, venir a este lugar me trae muchos recuerdos que me llenan de paz , estoy en el lugar favorito de mamá. Siempre veníamos aquí muy seguido, ella decía que con solo escuchar el agua de este hermoso lago moverse sentía paz, nunca lo entendí, hoy después de tanto años de venir aquí puedo comprobar lo cierto que es. Admiraba por última vez, recordando la primera vez que mamá trajo a Taylor con nosotros, imaginarme como se enterraba en la arena ella sola me hizo sacar una sonrisa en días. Este lago tenía grabados nuestros nombre y no de forma literal, si no de manera simbólica. Fui perdiéndome en cada parte donde recordaba mientras comenzaba a caminar sin rumbo alguno por un tiempo hasta que el sol comenzó a caer.

Camino por toda la orilla enterrando mis pies en la arena mojada sintiendo la humedad correr y escurrirse entre mis dedos, cojo una piedra entre mis manos para luego apretarla fuerte mientras alzo mi mirada al cielo encontrándome con una estrella brillante, volví mi vista la frente para mirar nuevamente el agua que se torno oscura al no tener la luz del sol, mire la palma de mi mano una vez mas y me propuse lanzar la piedra al lo más profundo para después coger mis zapatos he irme a casa

                                                                ***

Llegue a la mansión pasada de la 9 de la noche con la esperanza no que papá no estuviese o que las luces estén apagada como cuando se va a dormir, pero no era asi, el estaba parado en la puerta esperándome.

– Hijo – me llamó papá al verme llegar, pero yo hice caso omiso y pase por su lado – no te vas arrepentir ya veras – dice mirándome con orgullo, mientras me sujeta del brazo – prepárate Luke, dentro de un mes estarás en Londres – como puedo me suelto para seguir mi camino.

– Okey – le respondo entre dientes cuando estoy subiendo las escaleras.

– Luke – me llama Nathalie desde la puerta de la habitación de Taylor – el joven Jason vino a buscarlo después que salieras – me dice ella caminando hasta mi y es donde recuerdo el monto de llamadas que tengo en mi móvil.

– Si, me dejado mensajes – le digo mirando la pantalla de mi móvil.

–Taylor pregunto por ti esta tarde – me dice ella – yo le dije que a lo que volviera pasaría por su habitación a darle las buenas noches, y no se ha dormido esperando Luke.

– Gracias nana por estar aquí para nosotros – le digo después de darle un beso en su frente.

Paso por su lado para ir a la habitación de Tay, al abrir la puerta la veo sentada en su pequeño tocador color blanco que le regalaron por su cumpleaños, se veía muy mona sentada en el mientras se colocaba una tiara de plástico en su pequeña cabecita. Una sonrisa salió de mis labios cuando ella noto mi presencia.

– ¡Lu! – vino corriendo hasta mi para lanzarse en mis brazos, y claro yo gustoso la recibí.

– Princesa de mi corazón – le dije mientras acariciaba su largo cabello.

– Lu ¿Podemos jugar? – o ¡NO! sus ojos se tornaron más azules y en su voz estaba la súplica.

– Taylor ya esta muy tarde debemos descansar pero prometo que mañana si jugamos – sus ojitos se llenaron de tristeza pero obediente asintió.

– ¿Jugamos mañana? – me pregunto nuevamente.

– Si, jugamos mañana princesa – ella saltó encantada – pero por hoy ya es hora de dormir... Así que quítate eso de la cabeza – le dije señalando la tiara.

– ¿Me lee un cuento Lu? – tome el libro que estaba en la mesita de luz y me acerque a su cama tomando asiento a un lado de ella.

                                                                   ***

Cuando Taylor se queda dormida, la acomodo en su camita, la tapo con la manta para volver a mi habitación donde me asfixio con todo lo que está pasando en mi vida desde que mamá murió, me condene a dejar ir lo que deseaba, sabiendo que a ella no le gustaría lo que decidí, deje que mi padre ganara la única batalla con la cual no tenía competencia alguna con ella de mi parte, pero qué más da si soy un empresario o soy un simple pintor de m****a.

Siento como la vida me quita poco a poco el amor y valor que hay hacia mi mismo en mi corazón, dejándome un frío arrasador y un oscuro corazón que crece buscando lo que le han arrebatado en poco menos de un mes.

Tomar las decisiones de mi vida nunca ha sido fácil, pero esta última en especial no solo fue para complacer a mi padre, sino más bien Taylor, porque se que si yo no tomo lo que papá me ha ofrecido me separara de ella, también porque seria ella la que llevará todo el peso y teniendo una vida miserable. Para mamá sé que hubiera sido una locura dejar de soñar, pero para mi siempre sera un sacrificio por amor.

Decido cambiarme por algo más abrigado para poder salir al balcón. Ya cambiado salgo al balcón con el móvil en la mano para llamar a Jason, le marco pero no contesta hasta el cuarto tono.

– ¡Hey Luke! te estuve marcando toda la tarde – habló Jason.

– Lo sé, necesito que me traigas unos porros – le hago saber el porqué de mi llamada.

– ¿Estas bien? – me pregunta preocupado, el sabe que yo no soy de fumar siempre lo he rechazado.

– ¿Por qué no estarlo? – le contesto con otra pregunta.

– Luke ¿Qué m****a te sucede? – le corte antes de que me diera más reproches.

Pasó media hora para que Jason hiciera su aparición, el siempre era el payaso rebelde descontrolado, mientras yo era todo lo contrario, el que tomaba las riendas del asunto, pero esta vez sentía que era todo lo contrario.

– Toma – me dijo tendiéndome uno de sus porros, bajo la extraña mirada de Jason lo encendí para después llevarlo a mi boca.

– ¿Nunca habías visto a alguien fumar? – el sarcasmo en mi voz es más que notable.

– Sabes que vete a la m****a – dijo antes de marcharse enojado. Al verlo marcharse me siento para mirar la oscuridad que adorna la noche, cojo mi móvil para enviarle un mensaje a Jason.

– Luke: ¡Ya estoy en la m****a Jason! – presiono enviar con una sonrisa en mi rostro y vuelvo a dejar el móvil donde estaba.

Me quedo sentado en el mismo lugar desde hace más de dos horas metido en dentro de mi cabeza; como ha pasado últimamente. Que ni cuenta me he dado que pasaban de la 2 de la mañana. Me levanté de frío suelo donde estaba para irme a dormir.

Por mas que intente no consigo conciliar el sueño, y he pasado toda la noche sin pegar un ojo en y cuando menos me lo espere llega mi amigo el sol reflejándose por la ventana, la cual no cerré anoche. Mi aspecto esta mañana es un total desastre gracia a la falta de sueño, me levanto todo adormilado para cerrar la ventana pero vuelvo a la cama para sentarme en ella.

Desde donde estaba sentado pude observar un póster en la pared junto al baño, era un dinosaurio que Nathalie me regaló cuando tenía seis años, se podía ver las marcas hechas de diferentes colores en el,eran de cuando me median para saber cuando había crecido, para Nathalie siempre fui como su hijo y cuánto la extrañaría cuando me fuera.

Decido volver a la cama para poder dormir pero se hace misión imposible cuando la puerta de mi habitación se abre de golpe y por ella parece una Taylor modelo, con su tiara princesa, unas gafas y una linda bufanda color violeta y a su lado un ¿Jason modelo?. ¡Sí modelo! también tenia unos gafas, una bufanda y unos tacos rojos, pero a diferencia de los de Taylor, los de él eran de color rosa. Ver esta escena me espanto totalmente el sueño pero en lugar de eso empecé a reírme.

– ¡¿Que...m****a...estás usando?! – le dije mientras mi risa escandalosa se hacía sonar dentro de la habitación.

– ¡Oye! no te burles soy una supernova de la moda – me contraataca el furioso mientras me lanza uno de sus bellos tacones a mi cabeza.

– Lu ¿Ahora si podemos jugar? – me pregunta Tay quitándose las gafas – somos modelos mira – hace con su dedo índice una seña para que el de una vuelta como si estuviera modelando haciendo que yo estalle en risa nuevamente como no lo hacía en días, vuelvo a sentir un golpe en mi cabeza pero esta vez no es Jason quien me pega un tacón en la cabeza si no Taylor – Lu no te rías de nosotras somos una supernovas – me riñe ella enojada.

– ¡Sí Luke! – grita Jason – vamos princesa supernova aquí no hay sentido de la moda – dice a mi hermanita tomándola de la mano para salir de mi habitación pero no sin antes voltear y sacar sus lenguas los dos juntos como si estuvieran sincronizados.

A veces me planteo cuantos años tiene Jason en realidad, porque no lo culpo en actuar así delante de una niña de casi cuatro años, pero ¿Todo el tiempo? eso sí que no es normal.

ACTUALIDAD...

Estaba en mi oficina resolviendo unos asuntos para luego volver a casa, estaba cansado después del largo día que he tenido, cuando estoy por levantarme de mi silla llaman al teléfono.

– Señor tiene una llamada en línea, ¿Se la hago pasar o pregunto de quién se trata? – me informa Josephine mi secretaria.

– Pásamela.

– Sí señor – responde ella. Pasan escasos segundo antes de escuchar de quien se trata.

– Luke tengo algo muy importante que decirte – me dice ella con tono de preocupación en su voz.

– Sabes que estoy trabajando y en horas laborales no me gusta que me molesten – le digo enojado.

– ¡Es enserio! – me dice en el mismo tono que yo he utilizado con ella.

– ¡Bájale dos castaña! – le gritó.

– Sabes que prefiero que te des cuenta por ti mismo – me dice antes de cortar.

Esa castaña acabara con mi vida un día de estos, a pesar de ser la persona que me ha motivado a seguir luchando todo este tiempo, también es la persona que logra hacerme estallar en cuestiones de segundo, pero aun así la amo.

Han pasado años donde he tenido que ser fuerte por ella, hoy soy el Presidente Generalde Company Brown, lo que tanto anhelaba mi padre, soy hombre capaz de mucho por conseguir lo que quiero, he aprendido que para conseguir mucho tengo que luchar mucho. Y lo he puesto en práctica durante este tiempo, pero también disfruto del poder que poseo. Antes de volar a Londres me convertir en una persona totalmente diferente para aquellas que me conocían. El dolor de una pérdida, y la idea de venganza tomaron todo de mi, al llegar a Londres me convencí de luchar verdaderamente por lo que quería y lo que quiero es tener todo poder para destruir una persona sola persona que fue capaz destruir lo poco que quedaba de mi familia. Me arrebato a mi madre, le arrebató una madre a una niña de solo tres años sin importar su sufrimiento.

Solo si tal vez hubiera fallado al matarla, pero el hubiera no existe, solo quedan recuerdo; Con una vida llena oscuridad y una hermana de once a la que debo proteger con mi vida, para que ella si pueda ver la luz.

                                                                      ***

Me preparo para del edificio pero sin éxito alguno soy interceptado por algunos reporteros.

– Señor Luke Brown ¿Nos permite unos momentos?.

– Señor ¿Pronto lo veremos volver a Argentina?.

– Señor ¿Cómo reacciono ante la noticia del compromiso de la magnante; La señorita Katherine?.

– Señor ¿Nos podría dar mas detalles sobre la castaña que se encontraba con usted hace algunas semanas en la fiesta de aniversario de Company Brown?.

Las preguntas eran infinitas que hasta mi cerebro era incapaz de formular una respuesta a algunas de ellas.

– El señor Brown en estos momento no dará ninguna respuesta, le pido que se retiren y cuando él esté preparado les convocará una rueda de prensa para dar respuesta a todas sus preguntas y como siempre mi trasero fue salvado por José Luis.

– Gracias hermano te debo una - de verdad agradezco que me quitara a todos de encima para tener que evitar todo el alboroto.

– Una no Luke, varias te el salvado el trasero en los últimos cuatro años – me dice con tono de arrogancia.

– Y por eso eres mi mejor amigo – le respondo antes de caminar a mi auto.

– ¿Piensas volver a Argentina? – me pregunta alzando un ceja mientras espera mi respuesta.

– Eso creo José – me digo alzando los hombros mientra miro su reacción.

– ¿Eso crees? – me dice él – estás más que seguro Luke – me dice antes de volver al edificio.

– ¡Sí estoy seguro! – le grito – y tú vas conmigo – lo señaló cuando el se para y voltea a mirarme.

Subo a mi auto y conduzco hasta mi apartamento, de camino las preguntas de los reporteros andan en mi cabeza, pero no todas, solo una de ellas es la que me atormenta.

– Señor ¿Cómo reacciono ante la noticia del compromiso de la magnante; La señorita Katherine? – esa pregunta en especial es la que me saca cada sentimiento oculto en mi.