—Te quiero mucha mami, te extrañé un montón — Antes de quedar dormido sobre la mano de la que él pensaba era su madre, recostado en su cama con una enorme sonrisa pegado a su rostro.Doménico los observaba desde la puerta y cuanto su hijo se quedó profundamente dormido, él la tomo del brazo de manera brusca, pasando por alto el hecho que sentía algo extraño cuando tocaba a esa mujer, la iba jalando por las escaleras hasta llegar a la sala principal donde a vista y paciencia de Apolinaria, Martín, Atenea y un relajado Gianluca quien comía un emparedado que le habían dado miraba la escena sin prestarle importancia por su postura, pero era todo lo contrario quería ver quien era esa mujer en la vida del esposo de Alfonsina.—Ahora si mujercita, ¿Quién eres y que pretendes? Porque mi fallecida esposa no eres de eso estoy totalmente seguro. — La mujer simulo vergüenza por ser tratada de manera tan humillante siendo el centro de atención de ese grupo de personas.—No merezco ser tratada de e
—¡¿Qué quieres que haga Martín?! El médico me lo dijo, no puedo sacar de su error a Fernando, luego puede ser un daño irreversible y no puedo hacerle algo así a mi hijo.Doménico estaba desesperado la situación lo superaba, era como si un día Dios diga no mereces ser feliz nunca pensó que con lo de Rosse la desgracia ya era mucha y ahora esa mujer a la que su hijo cree su madre y que no puedo sacarlo de su error, todo lo estaba ahogando, todo era como si quisieran asfixiarlo hasta hacerlo llegar a la locura, cada respiro dolía, cada momento sin respuestas eran una tortura.—Lo entiendo, pero no puedes dejar que esa mujer aparezca de la nada y por arte de magia se haga pasar por la madre de Fernando, nunca te he dicho que hacer, porque te respeto y admiro, siempre he estado a tu lado más que como un empleado como un amigo, por eso me doy la libertad de hablarte de esta manera.Doménico sabía que Martín tenía toda la razón, pero sin otra solución a la vista, una que no cause más daño, n
—Hijo ¿Cómo te sientes hoy? — Mientras lo veía tomar un jugo sin dejar de ser acariciado por Dalila, eso era algo que no le gustaba y tenía que hablar eso con ella, podía ser prácticamente idéntica a Elena, pero no era ella, no era la madre de Fernando y mientras las pruebas de ADN que se había realizado horas antes, mientras no tuviera los resultados tendría todas las defensas activadas. Mientras que Gianluca no quitaba la vista de ella y Atenea no quitaba la vista de él.—Bien papi, mi mami me dijo que cuando terminen todo mi desayuno vamos a jugar al jardín — Criatura de Dios con una sonrisa que si no supieras la verdad podrías alegrar a quien lo viera.—¿Qué piensas de todo esto Atenea? — Mientras observaba a través del gran ventanal que daba hacia el jardín y piscina de su patio trasero.—No confíes en esa mujer y ese extraño tic de siempre presionar ese crucifijo que trae en el pecho y no me venga con que es una religiosa o devota que la manera en que mira a Gianluca o a ti no e
DÍAS DESPUÉS—Tomo me entregaron esto para ti y alístate que iras al pueblo a hacerte el chequeo, Sandro no quiere ningún problema con el producto que llevas dentro.Arrojándole un sobre amarillo, no entendía por qué le arrojaba un sobre a ella, pero viniendo de Sandro nada la podía sorprender, solo le causa escalofríos de solo pensar, y no se equivoca porque todo su cuerpo tembló, cuando las fotografías mostraban a un Fernandito sonriendo en un carrusel, otras fotografías que mostraban a un Doménico tomado de la mano de una mujer que no podía verle bien el rostro y a su lado a Fernando aplaudiendo, sintió que su corazón se rompía en mil pedazos ¿Qué significaba eso? Sentía una rabia invadir hasta su alma, él no podía haberla remplazado tan pronto en casi dos meses desde su desaparición, el hombre que la amaba y le había jurado amor eterno en una iglesia no podía haberla reemplazado tan rápido, toco su vientre acariciándolo, ya que sintió alguna pequeña punzada.—Tranquilo bebé, tu ma
—Conquistar a ese hombre es un sacrificio demasiado grande, por más que me le he insinuado sutilmente, por más que tengo a su hijo comiendo de mi mano, nada funciona — Vigilando que nadie la pueda ver.—¡Maldición! Se supone que eres igual a ella, hemos gastado mucho dinero en que tu apariencia sea tal cual, las pruebas de ADN no mienten, ustedes no eran gemelas, pero eso el imbécil no lo sabe, no hará prueba genética solo la de ADN — Tratando de restarle importancia a ese asunto.—Tienes todo previsto ¿Verdad bruja? — Sabía lo mucho que le molestaba ese tipo de apelativos.—¡Soy tu madre que no se te olvide! Dentro de todo tuve la desgracia de cargarte en mi vientre nueve meses junto con esa ingrata que lo único que me dio fue dolores de cabeza. Además, no se te olvide que aquí nada es gratis, y esto no lo haces por mí. — Mientras tomaba un Martini en un hotel de España.—Obviamente no lo hago por ti, es por él y solo por él, puedes ser la mujer que me parió, pero mi madre no eres, d
—¡Ya déjalo Doménico! No ves esa sonrisa macabra el imbécil no abrirá la boca — Era Alexander el esposo de Natalia sosteniéndolo del brazo para que dejara de patear al hombre que sangraba en el suelo que, en vez de rogar por su vida, solo sonreía de lado con la sangre esparcida en su rostro.—¡Este hijo de puta se niega a abrir su maldita boca! — Para tomarlo del cuello y empujarlo hasta la pared — ¡Habla imbécil ¿Dónde la llevaste?! ¡Habla carajo!Hacía una hora que lo habían capturado o secuestrado prácticamente, Alexander tenía contactos con la guardia costera y descubrieron que la noche que ella desapareció un auto había aparcado en el muelle de donde bajaron varios hombres junto con una mujer vestida de blanco con una bolsa en la cabeza para luego esa misma chica, pero con otra ropa y seguía con la bolsa en la cabeza y según las proporciones y gracias a la tecnología pudieron saber que trataba de la misma chica, y el hombre que sonreía era el conductor del barco.—Aunque me mates
—¡Vamos Fernando te he dicho! — Mientras el niño trataba de forcejear para que no lo fuerce a ir y el pobre perrito llamado Pepe ladraba para que no le hagan nada a su querido humano.—¡Papi no quiero ir! — Doménico no entendía por qué su hijo se ponía tan renuente a ir a la casa de Camil y Henry, aún recordaba lo emocionado que se mostraba un año atrás cuando hablaba de ellos, pero hoy todo lo contrario se mostraba temeroso, negativo ante tal idea.—¡Fernando Barbieri! ¿Qué sucede contigo? — No pudo evitar alzar la voz, la frustración y desesperación se hacían presa de su voluntad.Fernando aprovechó que su padre lo había soltado para correr a los brazos que en su inocencia creía que era su madre.—¡Mami dile a papá que no quiero ir con esos niños! — Dalila solo lo abrazo y beso su frente.—Cariño, pero explícale a papá porque no quieres ir ¿Qué fue lo que me dijiste ese día? — El padre de Fernando no entendía, le daba escalofríos cuando oía a esa mujer ser dulce con su hijo, era com
—Esos niños no me gustan — Mientras le arreglaba el cuello de su camisa.—¿Por qué mami? Parecen buenos y su perrito es muy amistoso, ese día nos divertimos mucho. — Recordando como el enorme perro le había lamido el rostro en varias ocasiones.—Es que su mamá me trato muy mal y eso me puso muy triste, hasta me dan ganas de irme de viaje otra vez, esa señora me trato muy mal — Agachando el rostro como si estuviera llorando.—¡No mami! No te vayas — Rodeando con sus pequeños bracitos el cuello de quien él creía era su madre.—Está bien cariño no me voy a ir te lo prometo, pero me tienes que ayudar ¿Trato? — De manera muy efusiva, Fernando acepto.…—¡No Rosse no! — Despertando luego de otra de las constantes pesadillas que ha tenido en los últimos días, donde ella lo llamaba desesperada pidiendo su ayuda y él nunca la podía alcanzar — ¿Quién habla?No terminaba de despertar por la maldita pesadilla y esa voz lo llevo al infierno de un solo golpe.—Hola, querido Domenico ¿Cómo amanecist